Si alguien kisiera leer algo largo y decirme ke tal?

_eLYoN_
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mikeltxo
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[/b]Aki teneis otro cacho largo, y en serio me gustan vuestras criticas y espero ke sigais poniendolas, las malas para conseguir amoldar mi libro y corregir mis errores y las buenas para seguir escribiendo y sentir ke alguien me lee muxas gracias a tod@s y seguir escribiendo, en serio me gusta sentir k lo ke tanto cuesta escribir sirve para ke la gente le guste lo ke lea, es lo mejor de esto.
bueno ya nos aburro mas.......haber si os gusta!!!![b]

Aterrizaron en una pista apartada del aeropuerto por donde apenas había tráfico aereo. Estaba claro que el anciano había propuesto todo para que la estancia de los jóvenes pasase lo mas inadvertida posible.
Según la puerta del avión se abrió, un hombre se acercó corriendo a duras penas hasta la puerta del mismo, con una americana bajo el brazo. Cuando Xabier bajó la escalerilla del mismo, el hombre le dio la mano afectuosamente.
- Buenas tardes.- Saludo cordialmente con un notable acento Mexicano.- Mi nombre Juan Gutierrez, el doctor me anunció su llegada. Durante su estancia aquí yo seré su guia, cualquier duda que puedan tener les ruego que me la comuniquen de inmediato.
El hombre esperó pacientemente hasta que todos los jóvenes hubiesen tomado tierra, momento que aprovechó Xabier para analizar al hombre.
Juan era un hombre de piel morena, mas bien bajito y con un considerable sobrepeso. Mirando sus manos, pequeñas y rechonchas pero totalmente limpias indicaban que no realizaba trabajos duros. Su caro traje perfectamente planchado le daba un aire distinguido, si no llegase a ser por las grandes manchas de sudor que se vislumbraban en las axilas de su camisa.
Su cara no desentonaba con el resto de su cuerpo, su redondeado rostro daba la impresión de que el hombre tenía una cabeza demasiado grande para su pequeño cuerpo. Además, sus orejas pequeñas y levemente salidas le daban un aire cómico, si se le sumaba el ridículo bigote que tenía sobre su labio superior.
Pero al mirarle a los ojos vió en ellos un brillo especial. En seguida se dio cuenta que aquel hombre era bastante mas listo de lo que en un principio se podía suponer mirando su aspecto.
- Bueno si quieren ahora les conduciré a su hotel, me imagino que estaran cansados después del largo viaje.- Dijo el hombre para el grupo, mientras los jóvenes recogían su equipaje de mano.
Sin mediar mas palabra los condujo a un pequeño y bastante destartalado autobús. En él, que se dirigieron hasta el lujoso complejo hotelero en el que tenían reservado su alojamiento durante los tres siguientes días.
Tras media hora de viaje por tortuosas carreteras finalmente llegaron hasta su destino. Al llegar el autobús a su destino Xabier se giró y miró a sus compañeros.
- Apenas son las doce del mediodia así que el resto del día no lo tomaremos para descansar. A las siete estar todos puntuales en mi habitación para poder tratar el plan a seguir, mientras tanto, disfrutemos un poco.
Cada uno de los jóvenes recogió su llave en la recepción y se dirigió a sus respetivas habitaciones. Xabier les veía y sonreia.
Al pasar junto a él Bart este le paró un segundo. Le dijo unas palabras al oido cerciorándose que Juan no oyese nada de la conversación. El joven hizo un leve cabeceo de asentimiento antes de marchar a su habitación.
<Se merecen un rato de libertad antes de que se jueguen la vida>.- Pensó para si, mientras les veía partir. Cogió su llave y salió con paso firme de la recepción.

Eran poco mas de las cuatro de la tarde. Xabier se encontraba en su habitación disfrutando del excelente paisaje que se disfrutaba a traves de su balcón. Las vistas eran francamente maravillosas, se podía ver toda la playa ademas del cristalino mar. Todo ello rodeado por una extensa vegetación tal, como lo había visto en todos aquellos documentales que solía ver sobre el caribe. Aquello le hizo sonreir amargamente ya que ahora se encontraba ahí, como tantas veces había soñado, en un lugar paradisiaco y lo único que deseaba, era poderse marchar de allí lo antes posible.
Se encendió un cigarrillo y se quedó allí absorto con el sonido del mar.
El ruido de unos nudillos tocando a la puerta rompieron la paz existente.
- Adelante esta abierto.- Dijo entre suspiros Xabier.
El joven se giró para ver como Neil entraba en la habitación para situarse junto a él. Realmente estaba gracioso vestido con esa camisa floreada y esas bermudas por lo que el joven no pudo disimular la sonrisa.
- Eso te va a matar.- Dijo Neil con tono serio cuando se situó al lado del otro joven y se quedó mirando al cigarro.
- Me imagino que no has venido a hablar sobre mi salud.- Xabier esbozó una sonrisa.- Además mira que venirme a hablar con esas pintas.
- No me fio del señor Gutierrez.- Le cortó el peruano.
- Yo tampoco.- El gesto de Xabier cambió por otro mas serio.- Creo que nos esconde algo, además creo que es mas listo de lo que nos ha querido hacer creer. ¿Te has fijado como nos miraba a cada uno de nosotros?
- Será mejor que intentemos hablar lo menos posible sobre nuestra misión delante de él, esta tarde yo me encargaré.
Xabier afirmó con la cabeza y sin mas que decir Neil se despidió dándole una palmada en el hombro. Se marchó dejándole a solas con sus pensamientos.
- Esto se esta complicando por momentos.- Pensó mientras daba la última calada a su cigarrillo.

Eran las siete menos diez y todos los compañeros se encontraban ya dentro de la habitación. Charlaban entre ellos de manera animada contando como habían aprovechado el día, solamente Xabier y Neil hablaban entre susurros mientras hechaban furtidas miradas a Juan. Este, apoyado en el fondo de la habitación intentaba no perder de vista ningún gesto que realizaran los jóvenes.
- Bueno va siendo hora que empecemos a planear como lo haremos.- Empezó a hablar Xabier, momento en que el resto de sus compañeros callaron para escuchar a su lider.- Pero antes.
El joven le hizo un gesto con la cabeza a Neil este sin mediar palabra se dirigió hasta donde estaba situado Juan. Sorprendido ante la reacción del joven se puso a la defensiva.
- Acompáñeme señor Gutierrez.- Le indicó de forma autoritaria el peruano.
- ¿Pero que esta usted diciendo?.- Contesto totalmente ofendido.- El doctor me ha pedido que no les pierda de vista....
- Se lo he pedido de buenas formas.- Le cortó Neil, mientras le agarraba del brazo.- No me haga usar la fuerza para sacarlo de aquí.
El hombre viendo que no tenía otra salida que obedecer, salió de la habitación seguido por el joven y ante la extrañada mirada de los demás asistentes.
Antes de salir el hombre lanzo una mirada llena odio a Xabier. A pesar de notarla no hizo gesto alguno ante ella. Una vez la puerta se cerró tras los dos hombres continuó.
- Bien he estado pensando el plan de acción durante todo el día con Neil y hemos decidido dividirnos en dos equipos.- Hizo una pausa para repartir a cada uno de los presentes un mapa de la zona donde se encontraba el templo.- Uno de los equipos permanecera en el exterior vigilando que no ocurra nada extraño mientras que el segundo equipo entrara a por la espada, he mandado a Bart a que inspeccione el terreno y el nos dará datos mas concisos.
Bart comenzó a hablar y lo que dijo a continuación no fueron buenos augurios ni mucho menos. Durante todo el día había inspeccionado el terreno para poder ver como podrían abordar el templo y conseguir sacar la espada sin ser vistos, allí donde empezaban los problemas.
El templo estaba apartado de cualquier ruta turística a mas de medio día de donde se encontraban, como si todo el mundo se hubiese olvidado de él. Podrían llegar en coche pero el camino era realmente pesimo, por no contar con los diez kilómetros que deberían recorrer a pie una vez dejaran sus vehículos entre la tupida vegetación. De no haber sido por el GPS y la inestimable ayuda del guía que le había proporcionado Roberto, jamas hubiese encontrado el templo, o peor aun, se hubiese perdido en la selva.
Algo que extrañó al joven ya que al albergar un arma tan poderosa como la que el anciano les había comentado debería de haberse tratado de la edificación central del imperio. Y no estar en un pequeño templo alejado de las que fueron las grandes urbes, a menos claro esta que no supiesen lo que tenían entre manos. Llegar hasta ese lugar suponía adentrarse en medio de la tupida selva, en medio de ninguna parte.
Esto llevaba al segundo y mas importante problema, la continua vigilancia de la policíal. Esta, patrullaba sin descanso tanto los templos como las rutas adyacentes a los mismos, evitando cualquier saqueo de los mismos. Aunque su otra función era quizas la mas peligrosa, tambien debían evitar cualquier intento de usar la selva para el tráfico de drogas. Para ello estaban autorizados a usar la fuerza que fuese necesaria, es decir que primero disparar y luego preguntar.
Bart había conseguido escabullirse de las patrullas y había llegado hasta el templo, si las fotografías del doctor no se equivocaban. Este consistía en un pequeño recinto de apenas diez metros cuadrados por el que se accedía a traves de unas empinadas escaleras.
Al entrar allí el joven no encontró espada alguna sino un pequeño altar de sacrificios y unos cuantos dibujos, pero nada que explicara el paradero de la espada.
- Saque unas fotos antes que la policía me encontrase, ya de vuelta y me acompañase “amablemente” hasta el hotel.- Bart sacó de uno de los bolsillos de su cazadora una cámara digital.- Aquí las teneis.
Los compañeros se fueron pasando las instantáneas y pudieron observar el pequeño altar del que Bart les había hablado.
- Un momento.- Exclamó de repente Shopi mirando una de las fotografias con gran detenimiento.- Aquí hay algo que no concuerda, este símbolo no debería estar aquí.
La hawaiana a la que el doctor había contagiado su pasión por las culturas de la antigüedad, sabía distinguir a la perfección cualquier lenguaje. Por lo que aseguró sin lugar a duda que el símbolo que se podía ver en una de las paredes del interior medio escondido. Aquello no era simbología Maya sino egipcia, aunque estaba tan bien camuflado entre el resto de la inscripción que difícilmente era apreciable. Aun así y para sorpresa del grupo la joven no tardó ni un minuto en encontrarlo.
- Si yo tambien supuse que era extraño.- Dijo Bart mientras tiraba sobre la mesa otro par de hojas.- Por eso esta misma mañana he pedido al doctor que me mandara urgentemente esto.
En las fotografias, tomadas probablemente desde un avión, se podía apreciar una vista del templo asi como de todo el territorio que le rodeaba. Se podía ver la extensa selva que rodeaba al edificio pero todos pudieron apreciar astisbos de piedra entre la densa vegetación del suelo.
- Estoy casi seguro que el edificio continua en un subterráneo.- Dijo Bart a la par que señalaba un par de puntos del suelo en donde se podía apreciar el color grisáceo de la piedra.
Xabier analizó las fotos detenidamente, aquello empezaba a un caliz que él no había previsto. Debían encontrar el condenado arma pero no sería nada facil .
Por primera vez desde que el joven conociera a McOnell dudó de él. Dudo de que supiera el paradero de la espada y si realmente se encontraría en aquel maldito templo, aun así debían buscarla.
- Bien esto lo cambia todo.- Explico Xabier al grupo.- Tendremos que entrar al templo y rezar para que encontremos algún indicio de la maldita arma. Sino estaremos verdaderamente jodidos.
- Pero Xabier no tendremos tiempo suficiente.- Exclamo Bart.- No sabemos cuanto tardaremos en encontrar la espada, si es que la encontramos.
- Por eso he decidido cambiar nuestra forma de actuar.
- ¿ En que estas pensando?.- Fue Nelson quien habló.
Xabier miró uno a uno a sus compañeros, lo que les iba a decir a continuación causaría un verdadero revuelo en ellos pero no encontraba otra otra solución.
- He decidido que no entraremos al templo mientras cualquier persona pueda vernos abierto, sino una vez cerrado.
- Es decir en plena noche.- Ahora fue Nadja quien habló.- Donde aun tendremos un problema aun mayor.
- Si ya lo se.- Contesto el joven mirando a la rusa a los ojos.- Pero es la única manera de tener el tiempo suficiente para explorar el condenado templo y encontrar la espada sin que la policía nos descubra.
- Xabier sabes que probablemente los chupasangres nos hayan seguido.- Saltó de repente Nelson.- Y aunque la noche nos proporcionase el amparo ante la policía, seríamos blancos perfectos para los putos vampiros.
Aquellas palabras pesaron demasiado para el grupo ya que un incomodo silencio se creó en la habitación.
- ¿Pero se puede saber porque lloriqueais?.- La voz de Neil les hizo girarse a todos en dirección a la puerta de la habitación. Este había entrado sin hacer ruido a la misma y había oido el final de la conversación.
- ¿Dónde has dejado a señor Guitierrez?.- Preguntó Xabier alegrándose que Neil hubiese intervenido en aquel fatídico momento.
- No te preocupes, estará ocupado un buen rato.- Contestó con una sonrisa el peruano.- Pero hablemos de cosas importantes.
Los dos jóvenes se miraron durante unas decimas de segundo y Xabier comprendío que ahora todos necesitaban oir aquellas palabras de aliento.
- Ademas que demonios.- Continuó Neil.- Que vengan todos los jodidos chupasangres que quieran porque para eso nos hemos preparados. Ademas me apetece hacer un poco de ejercicio, no se a vosotros.
Poco a poco los compañeros fueron cambiando las caras y unas leves sonrisas se fueron reflejando en ellas.
- Tienes razón Xabier, es la única forma.-Dijo Paola expresando su apoyo.- cuentanos que tienes pensado.
- Bien tanto tu como Bart esperareis fuera del templo.- Empezó a explicar Xabier.- Y sereis el grupo de apoyo.
- Es decir que nosotros tendremos que sacaros de allí cagando leches y manteneros en contacto.- Puntualizó Bart.
- Es mas que eso. Debeis tenernos preparada una via de escape rápida y segura.- Contesto el joven.- Los demás entraremos en el recinto para buscar lo mas rápido posible el arma y con un poco de suerte nadie se enterará de nuestra intromisión.
Todos los presentes aprobaron el plan, estaba claro que iba a ser complicado ya que no tenían ni idea de cómo diablos encontrarían la espada. Ni como se orientarian dentro del templo pero habían recuperado algo mas importante, la seguridad en ellos mismos.
Poco a poco todos excepto Sophia se fueron levantando de la mesa, continuaba mirando la foto tomada en el interior del templo y que había probado la posible existencia de un edificio subterráneo.
Xabier se giró al ver que la joven no les seguía y cuando sus ojos se posaron el ella pudo ver que la preocupación se reflejaba en su rostro.
- ¿Has encontrado algo nuevo, Sophi?.- Pregunto el joven sutilmente creyendo que era la mejor forma de saber lo que la ocurria.
- No simplemente que mirando el símbolo he conseguido descubrir su significado, aunque me ha costado mucho ya que andaba entrelazado con la escritura maya.- Hizo una pausa, para ver que el resto de sus compañeros le miraban.- Muerte, el símbolo representa a la muerte.
Tras las palabras de la joven el silencio reino en la habitación.

La misión se llevaría acabo esa misma noche y tras la charla que habían tenido cada uno de los jóvenes, se retiró a su habitación para prepararse para la importante tarea que debían llevar a cabo.
Xabier por el contrario fue en busca de Juan, aunque no confiaba en el hombre sabía que necesitarían armamento para la misión. Además de un acceso para abandonar el país cuanto antes cuando saliesen del templo si no querían levantar más sospechas de las que probablemente ya tenían encima, y eso solo lo podía conseguír él.
Siguiendo las indicaciones de Neil encontró al hombre en el hall del hotel, sentado comodamente en un gran sillón y con la mirada ausente. Xabier se fijó mejor en su rostro y pudo apreciar como se encontraba aparentemente en calma. Su rostro se contraía levemente por la ira, no sería una conversación agradable. Buenas noches.- Dijo lo más cordial posible.- Siento el secretismo de todo esto.
- Buenas noches.- Dijo lo más cordial posible.- Siento el secretismo de todo esto.
El semblante del hombre que había mantenido su ira controlada cambió para adquirir un tono rojizo lleno de rabia.
- Mire el anciano me me confió sus vidas.- Corto el mexicano a Xabier.- Y creo que vuestro comportamiento de antes fue de crios.
Aquello, sorprendentemente, fue más de lo que la frágil paciencia de Xabier pudo soportar. Poco a poco se fue evadiendo de lo que aquel hombre le estaba replicando. Sus palabra fueron diluyéndose en su mente hasta convertirse en un pequeño susurro. Las ganas de asestarle un puñetazo en plena mandibula fue creandose en su mente, aunque finalmente consiguió contenerse. En vez de eso, lanzó una mirada asesina a Juan que le hizo palidecer de repente.
Al mirar a los ojos del joven pudo ver, como desaparecían sus pupilas y un tono grisáceo se había apoderado de ellos.
- Escucheme detenidamente.- Dijo Xabier a la par que se ponía a pocos centímetros de la cara del hombre.- Cuide sus palabras, le recuerdo que no necesitamos niñera ninguna, simplemente haga lo que le pidamos y cumpla con su trabajo.
El hombre quiso replicar pero las palabras no salieron de su boca, estaba totalmente aterrorizado con aquella mirada. Al no ver reacción alguna, Xabier simplemente lanzó un trozo de papel sobre las rodillas del hombre y se giró.
- Aquí tiene lo que necesitamos.- Fueron sus últimas palabras antes de regresar a su habitación.
Una vez cerro su puerta Xabier se derrumbo hasta quedar sentado apoyado en la misma. Unas lagrimas surcaron sus mejillas. No entendía como tras meses de entrenamiento había podido perder los nervios hasta aquel extremo. Como casi había golpeado a aquel hombre, que lo único que había hecho es resultar sospechoso.
Asi, apoyado contra la puerta, continuó hasta que llegó la hora de marchar.

Cuando bajó vestido elegantemente al hall del hotel, vió que todos sus compañeros ya se encontraban allí. Les saludó y marcharon en dirección al parking del hotel donde dos coches les esperaban. Montado en uno de ellos se encontraba Juan.
Xabier optó por montarse en el coche de atrás junto con Nelson, Bart y Paola, quien conducía. No tenía ganas alguna de cruzarse con el mexicano después del incidente que habían tenido aquella misma tarde.
Tras saludar al jefe de seguridad del complejo se dirigieron dirección a la selva. Decir que eran estudiantes de astrología parecía que había funcionado, de momento, la tapadera había evitado que levantaran sospechas. Aunque no sabían cuanto duraría aquello.
A poco más de dos kilómetros el coche conducido por Juan giro hacia la izquierda, a traves de lo que parecía la tupida selva. Tan solo se trataba de un leve camuflaje para esconder el camión militar que utilizarían para la misión.
Todos los jóvenes se cambiaron de ropa por las de camuflaje para intentar confundirse con las sombras de la noche. Mientras Xabier se desvestía pensó que el mexicano había cumplido y había conseguido todo en un tiempo record. La duda sobre su lealtad volvió a revolotear en su cabeza pero la descartó, ya que incluso siendo cierto, ya era demasiado tarde para hacer algo.
En menos de cinco minutos volvían a estar en marcha. Esta vez conducía Paola mientras Juan estaba a su lado dándole indicaciones. El resto del grupo se encontraba en la parte trasera revisando todo el equipo con el que contaban. Cada uno de ellos contaba con un rifle semiautomático, unas gafas inflarojas y un intercomunicador minúsculo que se colocaba comodamente en la oreja.
Para sorpresa de los compañeros además encontraron unas cajas de madera de distintos tamaños. Cada una de ellas tenía labrado el nombre de uno de los jóvenes.
Al abrirlas cada uno de ellos encontró el arma blaca con el que mas se había familiarizado. Sophia encontró una preciosa espada japonesa corta, Nelson dos impresionantes dagas de unos quice centímetros de longitud y mas de cuatro dedos de anchura. Paola emitió una sonrisa al encontrarse dos kais, esas armas en forma de tridente en miniatura que podían desarmar a cualquier enemigo con un leve giro de muñeca. Nadja encontró un letal cuchillo del ejercito con el filo en forma de sierra.
El único que rechazó su arma fue Bart quien pensó que siendo del grupo de apoyo no necesitaria usarla.
Aunque sin duda la mayor de las sorpresas se la llevaron Neil y Xabier. Ellos encontraron dos preciosas espadas de plata.
Al desenfundarlas comprobaron que no pesaban apenas nada y su movimiento era totalmente equilibrado, aquellas eran unas magnificas armas. Quiso saber de donde había sacado las espadas, ya que aquello era un trabajo artesanal que tardaba meses en realizarse. Finalmente decidió quedarse con la duda ya que no se sentía con ganas de hablar con el mexicano después de lo ocurrido.
En menos de una hora llegaron a su objetivo sin tener percance alguno, algo que todos agradecieron. Antes de llegar apagaron los focos del camión y lo escondieron lo mejor que pudieron.
Cuando se disponían a bajar del vehículo Bart les paró en el último momento para comentarles algunos datos importantes.
- Quiero que sepais que gracias a los intercomunicadores y las gafas infarrojas os tendré controlados en todo momento.- Dijo señalándose la oreja.- Sabré en caso de perderos a que distancia estais los unos de los otros, además de ver lo que vosotros veis.
Eso les tranquilizó a todos, ya que aquello suponía tener un poco más de control de una situación por si descontrolada.
Sin más que contar, decidieron que ya iba siendo hora de empezar con todo aquello. Todos bajaron del camión intentando mantener el máximo silencio posible, la concentración de los jovenes era total. Aquello no evitó que Xabier lanzará una última mirada al mexicano, quería pedirle perdón por su comportamiento. El hombre evitó los ojos del joven, aun continuaba asustado.

Encontraron la entrada del templo sin mayor dificultad gracias a las indicaciones de Bart. Todos ellos, treparon a toda velocidad por las escaleras hasta llegar al pequeño altar.
Ahora era el momento de Shopi, ella debía encontrar la entrar si es que existía. La joven miró pensativamente alrededor recordando con el dedo cada uno de los símbolos. Finalmente se quedó pensativa mirando aquel extraño símbolo, durante unos minutos. Aquello sembró las dudas en todo el grupo ya que iban contrareloj y todavía no sabían si se encontraban en el lugar correcto.
-Creo que lo tengo.- Dijo mientras se dirigía al altar.
Todos los presentes miraron expectantes como la joven se agachaba sobre uno de los lados del cuadrado, totalmente tallado. Pasó sus dedos lentamente sobre las figuras hasta que encontró lo que buscaba. Tras hacer una leve presión sobre él, el símbolo cedió hacia el interior. La joven dio un leve salto hacia atrás para dejar que la piedra se corriese hacia uno de los lados.
Los jóvenes se apilaron sobre el agujero para comprobar que unos escaleras descendían hacia el interior de la tierra.
- Bien hecho Shopi.- Comento Neil.- Pero, ¿cómo lo has encontrado?
- Ha sido algo difícil.- Comentó la joven mientras se ajustaba sus gafas de visión nocturna.- La única frase inscrita que tenía sentido podía ser traducida como “La entrada hacia la muerte de la inmortalidad se mostrara cuando el sol sangre”.
Miró a sus demás compañeros y viendo sus caras comprendió que ninguno de ellos le había entendido
- Bueno, pues busqué un símbolo tallado que representara el sol en el lado izquierdo del altar.- Dijo señalándolo.- Este, representa la muerte de los sacrificios.
Xabier empezaba a comprender el significado de aquella profecía. El gesto que hizo a continuación Shopi se lo acabó de aclarar.
- El color del atardecer es rojizo.- Dijo mostrando una brujula.- Dado que el lado izquierdo del altar, era cardinalmente el este, busque el símbolo del sol y probé suerte.
Todos los compañeros se quedaron atonitos ante la brillante deducción de la joven.
- Ha sido excelente.- La felicitó Xabier.- Pero creo que hablo por todos diciendo estar sorprendido con la rapidez de tu deducción.
-¡Bah!, simple suerte.- Contesto la joven quitándole importancia.- Además tantas horas de estudio con el doctor tenian que dar algún fruto.
- Tal vez tengas razón pero ahora no tenemos tiempo de averiguar tus dotes deductivas.- Le dijo sonriéndola Xabier.- Tenemos que darnos prisa, así que adelante.
Uno tras otro todos los jóvenes fueron bajando por la estrecha abertura que ha había abierto a sus pies, sin saber que les esperaría allí abajo.
Una vez todos estuvieron abajo sus gafas se pusieron en funcionamiento, haciendo que sus ojos se acostumbraran fácilmente a la absoluta oscuridad que allí reinaba.
A traves del color rojizo pudieron ver las paredes de un templo, que había estado sellado para los seres humanos durante cientos de años. Todos los jóvenes se quedaron anodadados ante el exquisito tallado de todas las paredes que rodeaban la pequeña sala donde habían descendido.
Aunque la que de verdad lo disfrutó fue Sophia. Esta, se quedó hipnotizada pasando sus manos por todos los extraños símbolos que solo ella podía comprender. Finalmente, tras la insistencia de Neil consiguieron salir junto a ella en busca de la espada.
No sabe cuanto estuvieron recorriendo aquellos oscuros pasadizos. Primero intentaron orientarse pero poco a poco se fueron perdiendo, hasta que finalmente lo único que hacían era deambular sin rumbo a la espera que un golpe de suerte le llevase hasta la dichosa arma.
A veces el grupo se dividía para asi abarcar mas espacio y era entonces cuando la ayuda de Bart se hacía inestimable. Les guiaba hasta que los dos grupos se volvía a unir para volver a emprender una cada vez, mas desmotivadora búsqueda.
Debían de haber pasado ya dos horas desde que entraran en el templo cuando sin previo aviso, Sophia se paró.
- Creo que ya hemos pasado por aquí.- Dijo señalando a una hermosa figura que simbolizaba algún Dios antiguo.
- Facil que sí.- Contestó irritado Nelson.- Llevamos horas recorriendo estos malditos corredores.
- El problema es.- le cortó de improviso la Hawaiana.- Que antes la puerta estaba a la derecha de la figura, ahora esta a la izquierda.
De repente los sentidos de Xabier notaron un ligero cambio de aire a su espalda. Miró a Neil, y comprobó que el tambien lo había notado, ya tenía su mano en la empuñadura que sobresalía de su cintura.
- Será mejor que sigamos.- Dijo Xabier mientras miraba a su compañero.
El peruano simplemente asintió mientras echaba un último vistazo al corredor que habían dejado atrás.

Bart estaba nervioso. Había perdido el contacto visual de las camaras de sus compañeros y aquella situación le empezaba a preocupar.
Poco después de bajar hacia el templo subterráneo todas las imágenes se perdieron. En un principio no le dio mayor importancia pero según avanzaba la misión la comunicación de los micrófonos sonaba entrecortada y a veces se perdía. Algo debía estar creando unas tremendas interferencias en el equipo y aquella situación era propicia para una emboscada.
- Mierda he vuelto a perder el jodido sonido.
Paola y Juan miraron sorprendido al joven, que hasta ese momento había permanecido en silencio. No quería preocupar tambien a sus acompañantes.
Viendo que aquello se podía poner feo opto por dejar a los dos jóvenes en intimidad y esperar sentado en el camión.

Bart estaba nervioso. La comunicación con sus compañeros tenía un monton de interferencias con las que no había contado. Las camaras integradas en las gafas de cada uno de los jóvenes habían perdido la señal hace ya horas y tan solo conseguía recibir el audio de sus intercomunicadores. Aunque hace unos instantes había empezado a fallar tambien.
Paola miró al joven preocupada. Al mirarlo pensó que aquello le venía grande, que tal vez aun no estaba preparado para tanta presión. Pero se equivocaba.
Con toda la calma del mundo, Bart abrió la fuente de alimentación de su ordenador y empezó a empalmar unos cables con otros mientras silvaba una vieja canción de los Ramones.
La joven que no tenía mucha idea de informática, pero sus conocimientos básicos le habían enseñado que aquello podía resultar peligroso. Sus conocimientos no se equivocaron. Ya que en mas de una ocasión una chispa salió de la caja, mientras el polaco soltaba una maldición en su idioma natal.
Finalmente tras una multitud de intentos consiguió que las voces enlatadas de sus compañeros volvieran a sonar por el aparato.
- Creo que ahora el sonido aguantará.- Dijo triunfante Bart.- Aunque haya sido a costa de perder la imagen por completo.
Paola miró orgullosa a su compañero y se recriminó interiormente por no haber confiado en él para poder solventar el problema. Estaba claro que el no poder ver a sus compañeros suponía un handicat pero por lo menos podían oirlos.
En esos mismos instantes un ruido a su derecha la desperto de sus pensamientos. En el momento que se giró para descubrir su procedencia, comenzó el ataque.
Los sentidos de los jóvenes se dispararon avisándoles del peligro, demasiado tarde. Media docena de enemigos salieron de la extensa maleza justo detrás de los compañeros. Paola los vió por el rabillo del ojo y consiguió esquivar a los tres que se abalanzaron sobre ella.
Bart no tuvo tanta suerte.
Agachado como estaba sobre el aparato de radio no tuvo tiempo de reaccionar. Su cuerpo le venció bajo el peso de aquellos dos cuerpos que se abalanzaron sobre él. Su cara choco violentamente contra algo y oyo un chasquido, seguido de un dolor intenso en su rostro. Probablemente se había roto la nariz.
Aunque ahora no era el mayor de sus problemas, los dos vampiros le habían inmovilizado por completo y a pesar de usar sus poderes no había forma de quitárselos de encima.
Poco a poco notó como la boca de uno de ellos se acercaba peligrosamente a su cuello, estaba perdido. A duras penas pudo levantar levemente la cabeza para buscar a Paola como su última esperanza, pero esta se encontraba enfracada en sus propios problemas.
Aunque había conseguido deshacerse de uno de sus enemigos aun quedaban dos asediándola, no podía contar con su compañera.
Intento hacer un último esfuerzo para alcanzar su arma, pero a pesar de encontrarse a pocos centímetros de ella, le era imposible mover ninguno de los dos brazos.
El rápido respirar de uno de sus presores se acercaba peligrosamente a su cuello, su final estaba cerca. Sería algo rápido, los colmillos se clavarían en su yugular y se desangraría en pocos segundos. Cerró los ojos y deseó que por lo menos no fuese una muerte dolorosa.
De repente el sonido de una bala cruzó el aire y Bart notó como uno de sus apresores aflojaba su presa. Eso era lo único que necesitaba, se giró sobre si mismo ahora que había recuperado la movilidad en uno sus brazos y se dispuso a pelear.
Uno de los cuerpos que momentos antes se encontraba sobre su espalda cayó inerte sobre el frio suelo.
Mientras, el otro vampiro opto por saltar unos metros hacia atrás y poner cierta distancia con su hasta ahora indefenso enemigo.
Un segundo disparo volvió a sonar, mientras la bala se estrellaba a pocos centímetros del pie derecho del vampiro que aún quedaba en pie. Dirigió la vista hacia la dirección de la que procedía los disparos y descubrió a Juan con uno de los rifles de asalto preparado para disparar por tercera vez.
Tan concentrado estaba para no errar otra vez el tiro que no vió al sexto enemigo. Este, se abalanzó desde unos matorrales cercano haciendo que el hombre no tuviese tiempo a esquivarlo. El ser clavó sus largas garras en el adomen del mexicano. Bart miró la excena horrorizado preguntándose como diablos no podía haber visto Juan al sexto enemigo. El hombre se encontraba sobre un montículo que le daba ventaja sobre sus enemigos. Podía haberle visto llegar desde cualquier dirección, pero aun así no había esquivado el ataque.
Fue entonces cuando Bart entró en acción. Haciendo uso de sus poderes recogió su arma y se abalanzó en decimas de segundo sobre el enemigo que tenía a pocos metros.
Totalmente sorprendido, el vampiro no pudo esquivar el golpe del joven, quien dando un salto prodigioso estrello su rodilla sobre la cara del anodado ser. El chupasangre cayó inerte con la cabeza totalmente destrozada.
Cuando sus piernas volvieron a tocar el suelo continuó su carrera equilibrando su cuerpo. Poso la culata de su arma sobre su hombro, apuntó y disparó.
La bala voló y atravesó limpiamente el cuello del atacante de Juan para clavarse en un arbol justo detrás de ellos.
Nadja había hecho un trabajo excelente con ellos y se demostraba en aquel tiro.
El joven recorrió los metros que le separaban del hombre en apenas dos segundos, tenía que protegerle en caso que nuevos enemigos acecharan en las proximidades.
Cuando llegó a la par del mexicano vió que aquello no pintaba nada bien. Estaba totalmente inmóvil, apoyado contra un arbol y su lado izquierdo estaba ensangrentado. Las garras del vampiro se que habían clavado profundamente en el abdomen y aunque solo había sufrido un ataque, este parecía mortal.
Bart miró alrededor, aun atento a un nuevo ataque. Viendo que de momento los enemigos parecían haberse esfumado de la misma forma que habían aparecido, centro su atención en el hombre.
Se arrodilló a su lado y puso en practica pocos conocimientos medicos que había aprendido los últimos meses. Aun así sabía que aquella vida estaba perdida, por mucho que intentaba taponar la hemorragia la herida no paraba de sangrar. La impotencia se empezó a apoderar del joven a la par que veía que aquella vida se estaba apagando en sus propios brazos.
- No te preocupes por mí.- Dijo Juan con voz temblorosa.- Y escuchame. En el bolsillo izquierdo de mi cazadora tengo un numero de una caja fuerte del hotel.
El hombre empezó a toser mientras su boca se llenaba de sangre, por lo visto la herida había llegado a perforar los pulmones.
- En ella encontrareis lo necesario para poder salir del pais sin problemas. Continuó el mexicano.- Al menos sé voy a morir cumpliendo la promesa del doctor de que no os pasaría nada.
El corazón de Bart dio un vuelco. Aquel hombre del que todos ellos habían desconfiado, aquel hombre que tan de cerca les había estado vigilando no quería otra cosa que vigilar su seguridad. Él había interpuesto su vida a la del joven, opto por volver a apuntar y disparar, a sabiendas que aquello probablemente le causaría la muerte.
Bart intento articular unas ultimas frases de aliento pero nada salió de su boca, momentos después el hombre expiró.
-Gracias.- Fue lo único que pudo articular el joven mientras, tapaba el cadáver con su propia cazadora.
Fue entonces cuando recordó las últimas palabras del difunto y metió la mano en el bolsillo que le había indicado. Allí, efectivamente se encontraba la combinación de una caja fuerte, anotada claramente en un trozo de papel.
En ese momento un ruido a su espalda le hizo volver a la realidad. Con una velocidad pasmosa se giró, fusil en mano, para defenderse del nuevo enemigo que le acechaba. Si no llegó a efectuar aquel disparo ,fue debido a reconocer en el ultimo instante a aquella mujer, era Paola.
Parecía estar intacta, solamente tenía el pelo enmarañado, una pequeña herida en la mejilla derecha y portaba solamente una de sus fabulosas armas, en la otra sujetaba el fusil. Esas eran las únicas marcas que quedaban de la batalla que había librado pocos momentos antes.
A Bart le pareció increible que ella sola pudiera haberse desecho de tres enemigo con tanta rapidez, sin apenas haber sufrido daño alguno. Aquella indefensa joven, la benjamina del equipo, había madurado de forma extraordinaria.
Su destreza y fuerza, habían sufrido un incremento increíble pero no era aquello lo mas loable, sino el hecho de que ella no había dudado ni un instante en matar a aquellos seres. Había tenido la sangre fria para sacar ventaja de una situación contra tres enemigos y los había vencido en apenas unos segundos. Pero no solo los había vencido, los había aniquilado.
-Bart.- Dijo la mujer cuando bajó el arma.- Creo que tenemos un problema grave.
De repente su mirada se poso en el arbol sobre el que estaba acostado el cadáver de Juan y enmudeció.
- Ha muerto por salvarme a mi.- Fue la excueta contestación de Bart.
La mujer intento decir algo pero el joven la hizo callar con un gesto de la mano, no quería hablar mas sobre eso.
- ¿Que problema?.- Pregunto para evitar que Paola siguiera indagando en la muerte del mexicano.
-Acompañame.- Contesto ella viendo que no sacaría mas de momento de su amigo.
Los dos jóvenes bajaron del pequeño montículo hasta el lugar donde había comenzado el ataque. Cuando llegaron allí pudo ver lo que quiso decir con lo que tenían un problema.
Sobre el aparato de radio, ahora totalmente destrozado, yacía el cadáver del vampiro que momentos antes había golpeado.
El ser no pareció haber sufrido grandes daños, ya que había conseguido volver a levantarse e inutilizar el aparato, aunque su vida no había durado mucho mas. Uno de los Kais de la joven sobre salía por debajo de su cuello atravesándolo de lado a lado
Bart enseguida supo que Paola había matado por la espalda a aquel ser, mientras estaba de espaldas destruyendo el aparato. Aquello le pareció increíble que la joven hubiese atacado de aquella forma tan fría al vampiro.
Por muy crueles que resultaran esas criaturas, aquel acto les convertía en algo poco menos que ellos.
Intentó quitarse de la cabeza aquel pensamiento y se centró en la radio destrozada. Se situó al lado del cadáver y con mucho esfuerzo lo apartó de encima del aparato, sin poder reprimir un gestó de repulsión.
Se agachó y miró el amasijo de cables que minutos antes había sido el intercomunicador. Su cara se tornó de preocupación al comprobar que no había posibilidad alguna de arreglarlo, estaba claro que eso era lo que sus enemigos buscaban. Habían conseguido que los dos grupos se quedaran incomunicados.
- Mierda esto esta totalmente destruido.- Maldijo Bart, mientras cogía un destornillador e intentaba inultimente arreglar aquel estropicio.
Pero Paola no le prestaba atención. Su mirada esta perdida unos metros a la derecha de donde estaba agachada el polaco.
Sobre el tupido suelo descansaban los cadáveres de los tres vampiros con los que minutos antes había combatido. Sus cuerpos, cosidos a balazos estaban ensangrentados a pesar que gran parte de la savia vital había sido ya absorbida por la fertir tierra de la selva.
Al volver a mirar aquella escena la joven sufrio un escalofrio que recorrió todo su cuerpo. No recordaba gran parte de lo sucedido y al ver aquellos cuerpos mutilados, sintió que algo no había marchado como esperaba y se alegraba de no recordarlo.
Sus poderes despertaron al notar la presencia de peligro a su alrededor, pero a la par, un ansia homicida se apoderó de ella.
Había conseguido deshacerse de los tres enemigos sin apenas problemas y les podía haber matado en un segundo. No fue así. Disparó lejos de los puntos vitales de las victimas y les dejó que agonizaran mientras acababa con el cuarto enemigo, aquel que había destrozado la radio. Después, dejó desangrase a sus tres atacantes durante un par de minutos hasta que finalmente murieron. Cuando el último de ellos expiró, descargó el resto de su cargador sobre sus victimas.
Paola estaba totalmente confusa ante su comportamiento. La muerte de otro ser, por muy malvado que resultase, le había supuesto una enorme satisfacción. Demasiada.
- Xabier y los demás estan verdaderamente jodidos.- Volvió a hablar Bart haciendo que Paola desviara sus pensamientos.- Se dirigen directamente la boca del lobo y no podemos avisarles.

Neil continuaba alerta. La mirada de preocupación que momentos antes había percibido de su compañero le había puesto en tensión.
Aquella puerta que momentos antes había permanecido cerrada se habría ahora ante ellos como por arte de magia. Eso solo podía significar una cosa, alguien la había abierto.
Xabier miraba alrededor intentando escuchar algo entre las sombras que se cernían cada vez mas sobre ellos. Ni un solo sonido pertubaba aquel incomodo silencio, tan agobiante, tan solo el oir de sus propios pasos retonaba en forma de eco en el pasillo que acababa de dejar detrás de sí. Fue el último en flanquear la puerta sabiendo que aunque sus sentidos le dijeran lo contrario, su intuición le decía que no estaban solos.
El pasillo en el que desembocaba la puerta era un tramo de piedra sin apenas pulir. El estrecho tunel solo permitia que se recorriese en fila de uno por lo que Xabier procuró no perder de vista en ningun momento a Nelson que iba pocos metros delante de él.
El tunel empezó a adquirir una pendiente cada vez considerable, durante mas de diez minutos continuó con aquella marcha cuesta bajo. Aquel descenso se hizo cada vez mas duro y trabajoso. Las piedras sueltas del suelo y la escasa visibilidad hacían que Xabier se pensase seriamente en darse la vuelta, pero finalmente pareció aparecer el final.
Nelson se paró pocos pasos delante de él y le señalizó un que desembocaba en una extraña avertura que emanaba una potente luz verdosa. Eso solo quería decir que la sala donde desembocaba aquel pasillo era un lugar iluminado y las gafas de visión nocturna no serían de gran ayuda. Mientras traspasaba la luz se apresuró a quitarse las gafas, de lo contrario sufriria quemaduras por la luz, al poseer tan dilatadas las pupilas debido al aparato.
Cuando sus ojos se volvieron a acostumbrar a la luz y ver a donde le había conducido aquel extraño pasadizo casi deja caer las gafas de sus manos.
Acababan de desembocar en una caverna gigantesca. Era una avertura circular, o al menos eso creyó ya que no se podía ver donde acababa la misma. La estancia estaba totalmente iluminada, un cegador brillo promeniente del techo iluminaba la estancia haciendo parecer que alli dentro fuese un soleado día.
A lo largo de la pared de la enorme boveda se podían hayar, pulcramente tallado sobre la misma piedra multitud de edificios antiguos. Ellos mismos habían desembocado gracias al tunel en el tejado de uno de ellos.
Estos, debían de medir mas de diez metros de altura y a pesar que habían sido construidos hace muchos miles de años aun continuaban poseyendo su grandiosidad de antaño. Parecían retorcerse sobre la propia piedra como si hubiesen nacido de la tierra misma.
-Bueno.- Dijo Xabier a sus compañeros aunque continuara mirando a aquel sobrecogededor paisaje.- Creo que haremos un descanso para reponer las fuerzas y luego pensaremos que haremos.
Los compañeros acogieron la noticia con agrado. Ya que a pesar de no contar con el cielo para giarse sabían que llevaban horas caminando por los pasadizos de aquel sorprenderte y cada vez mas enigmatico lugar.
Se descolgaron sus mochilas y se sentaron para tomar un poco de aliento y beber un trago de agua para reponer algo de energias. Aunque no todos siguieron las indicaciones de Xabier.
Sophi parecía totalmente fuera de sí, corría de un lado para el otro del tejado. Había pedido prestado los prismáticos que llevaba Nelson y corría de un lado al otro del tejado como una obsesa. No paraba de anotar notas en un block, mientras miraba una y otra vez los edificios adyacentes a traves de las lentes de aumento. Parecía verdaderamente fascinada por lo que estaba descubiendo.
Xabier se quiso acercar a ella para preguntar que era aquello que le había excitado tanto. Pero cuando se proponía levantarse del suelo fue abordado por Nelson que con gesto serio se dirigió a él.
- Xabier.- Su voz era solamente audible por él.- Debes saber que hemos perdido la comunicación con Bart y Paola.
-Bueno.- Fue la rapida contestación.- Te en cuenta que hemos descendido demasiado y tal vez a esta profundidad los aparatos empiecen a fallar.
Los dos jóvenes sabían que aquella era una posibilidad, pero tambien creían estar seguro que esa no era la causa de su incomunicación. Todo eso empezaba a resultar bastante preocupante.
Fue la propia Sophia la que les sacó de sus pensamientos acercándose a todo correr a los dos jóvenes.
- Tenemos que bajar allí abajo.- Dijo entre chillidos mientras señalaba al suelo de la caverna.
- No se porque tienes tanto ímpetu en bajar.- Le corto Nelson.- Total son un puñado de piedras que no se han movido en años y no creo que lo haran ahora.
- Mira que eres bobo.- Replicó entre gritos la joven.- Probablemente estemos ante el mayor descubrimiento de todos los tiempos.
Los compañeros que habían permanecido al margen de la discursión empezaron a prestarle atención. Aquello podía resultar interesante.
- Explicate.- Le apremió Xabier, mientras Nelson se alejaba con gesto de pocos amigos.
- Bien prestarme todos atención
Mientras decía esas palabras Sophia señalaba a uno de los templo situado a su derecha.
- ¿Veis aquel templo?- Dijo la joven a la par que todos miraban a la dirección que señalaba.- Estoy casi segura que ese templo es de construcción Romana.
Todos miraron hacia alli y como bien decía la joven Xabier pudo observar los capiteles, las columnas o los frescos tan significativos en los templos romanos.
-Ahora prestar atención al templo que esta a mi izquierda.
Cuando Xabier puso los ojos sobre aquel edificio creyó comprender a que se refería la joven. Si Sophia estaba pensando como el creía ante ellos se podían encontrar la respuesta a todas las preguntas perdidas en el tiempo sobre las antiguas civilizaciones.
- Pues no entiendo que tiene de especial aquel templo.-Dijo Nadja rompiendo el silencio.- Simplemente me parece un templo del antiguo Egipto.....
La rusa abrió los ojos como platos y lanzo una mirada a la sonriente Sophi, esta, permaneció en silencio esperando a que el resto de sus compañeros comprendieran lo que estaban presenciando.
- ¿Ahora lo veis no?.- Todos asintieron al unísono.- Ahora entiendo porque encontre aquel símbolo en la entrada del templo.
La joven lanzó una ultima mirada a los templos que la flanqueaban a ambos lados y su sonrisa se tornó en un gesto serio.
- Tal vez hayamos encontrado la cuna de la civilización y con ella, todos los secretos del pasado.
Papa cuentame otra vez esa historia tan bonita, de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia. Y cuyo fusil ya nadie se atrevió a empuñar de nuevo y como desde aquel día todo parece mas feo.
Guest

Post by Guest »

mu wuapo haber si nos pones otro cachito mas ke esta interesante :lol:
mikeltxo
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A OTRA COSA

Post by mikeltxo »

Aupi, si no he puesto mas del libro ha sido xq lo estoy cambiando, había una parte que no me gustaba nada y la estoy rescribiendo de nuevo, mientras os pongo el principio de otra idea ke tambien tengo entre manos y me contais ke tal.
Espero ke os gusteeeeee.


30 Enero 2005
Hoy he despertado y me he dado cuenta que no me acuerdo de nada de lo ocurrido en mi vida, no consigo recordar nada, ni siquiera puedo recordar donde me encuentro y eso es algo que me llena de temor.
Mi pasado permanece nubloso en mi mente y no puedo poner en orden todas las ideas que pasan como destellos por mi cabeza aunque cada vez que intento recordar algo todo lo que consigo es conseguir que la cabeza me empiece a doler como si millones de alfileres se me clavaran en ella.
Miro alrededor y me pregunto como diablos he llegado aquí, a un caserón semi derruido en mitad de ninguna parte, tirado sobre el frió suelo de madera carcomida y oyendo como las goteras se filtran por el destrozado tejado.
He intentado moverme y ha sido entonces cuando he sentido el dolor, ese dolor que me ha recorrido desde la punta de los pies hasta la cabeza, no sé porque estoy aquí pero lo que sí se es que debieron de darme una paliza escandalosa.
Finalmente y aunque mi cuerpo en forma de dolor se ha quejado por el esfuerzo, he conseguido levantarme solo que para descubrir que el resto de la casa se encuentra en el mismo estado lamentable que la habitación donde me encontraba, lo único que he podido es limpiar tan bien como he podido.
Ahí algo que de veras me preocupa y me extraña, la sensación que esta no es la primera vez que me ocurre esto. Creo que esta no es la primera vez que me levanto en un lugar extraño, herido y sin recordar nada.

2 Febrero 2005
Después de dos días el dolor a remetido de forma asombrosa, así que me he decidido a salir al exterior. He podido situarme, ahora sé que me encuentro en una pequeña ciudad al sur de Italia.
Lo que verdaderamente me ha extrañado es que no recordaba hablar italiano, es más en un primer momento creí no entender a la anciana pero un segundo después hablaba y entendía lo que me decía sin ninguna dificultad.
El pueblo donde me encuentro esta rodeada de bosques y bastante alejada de toda la demás civilización. Según me he podido enterar esta ciudad nació en consecuencia de la gran cantidad de monasterios e iglesias que se encontraban en estos parajes, por lo que esta ciudad se convirtió en el centro de todo el comercio de la zona.
En la actualidad la mayoría de los monasterios están derruidos o deshabitados por lo que la ciudad sobrevive únicamente gracias al turismo en verano para visitarlos pero ahora a principios de Febrero el movimiento en la ciudad es mas bien bajo, me pregunto si esto tendrá algo que ver con que me despertara aquí.
Necesito respuestas, el problema es que no sé donde encontrarlas, mi paciencia esta empezando a desaparecer, me siento atado y necesito salir aunque todavía no se bien donde tengo que ir o para que.

5 Febrero 2005
Hoy la policía ha venido a buscarme porque en el edificio donde residía iba a ser demolido pero yo me he resistido, esta habitación es lo primero que recuerdo de mi vida y creo que debería quedarme aquí por lo que me he defendido. Ha sido entonces cuando al defenderme de los agentes me he dado cuenta de mi verdadera fuerza. Un sentimiento raro ha nacido dentro de mí, en un principio lo achaque al cansancio pero luego comprendí que aquella furia provenía del centro mismo de mi ser que formaba parte de mí desde los inicios, así que la he dejado florecer.
Sin apenas despeinarme he conseguido deshacerme de ellos con una fuerza muy superior a la de cualquier ser humano y aunque no quería hacerles daño creo que he matado a uno, el otro todavía cojeando ha conseguido salir de la casa. Lo más extraño de todo es que no me he sentido culpable sino todo lo contrario, sentí una gran liberación y placer.
Al ver lo que he hecho y saber que enseguida me estarán buscando, uno de ellos aun esta con vida y puede identificarme, no me ha quedado otra alternativa que huir, aunque para ello tenga que dejar atrás mis únicos recuerdos aunque para ser sincero no son de gran ayuda, es mas ahora empiezo a sentir que quedándome aquí nunca lograre recuperar mi pasado, mi razón de vivir.
Siento como que me falta algo, parece algo extraño pero me siento incompleto no solo por la ausencia de recuerdos sino porque creo que conocía a alguien que fue realmente importante para mi pero me llena de ira el no poder recordarlo.

7 Febrero 2005
Me están cercando, no se como la policía me esta siguiendo muy de cerca. Parece como si alguien me viera salir de aquella habitación tras la lucha con los dos agentes y deben de tener un perfil de mí.
Eso me ha hecho descubrir poderes que mantenía ocultos, ahora me doy cuenta que no soy humano aunque tampoco sé ciertamente quien demonios soy.
Sé que soy más rápido, mas fuerte y más ágil que el resto de la raza humana, por mis venas no corre la misma sangre que lo hace por la del resto de los mortales. Es más, creo que yo no soy mortal, hoy huyendo un par de policías me han descubierto, no habría tenido problemas en darles esquivazo y conseguir zafarme de ellos pero en lugar de ello les he hecho frente y los he destrozado.
Su sangre y vísceras han quedado esparcidas por todo el suelo y me han salpicado a mi. En contra de sentir asco lo que me a dominado es una sensación de placer, ha sido para mi como un bautismo de sangre. Me siento rejuvenecer al contacto con el rojo fluido y el dolor de los demás me reporta placer, creo sinceramente que estoy enfermo pero ahora tengo que huir y sigo sin saber hacia donde me tengo que dirigir.

12 Febrero 2005
Llevo ya una semana huyendo de mis perseguidores o mejor dicho jugando con ellos, me escondo pos los recovecos del pueblo y les observo desde las sombras sin que ellos noten mi presencia, puedo ver su nerviosismo al no hallár rastro alguno de mi, aun estando tan cerca de ellos, ingenuos.
Mis sentimientos han cambiados ya no creo que lo que tenga sea una enfermedad sino mas bien que son mis propios instintos creo que yo nací para hacer uso de ellos.
La policía ha puesto un verdadero seguimiento para darme caza y eso me llena de satisfacción quiere decir que puedo seguir poniendo a prueba mi poder aunque ahora tenga que esforzarme mucho más.
El hecho que me sigan sin descanso durante mas de una semana, me ha hecho aprender o mejor dicho recordar muy rápido, parece que puedo intuir todos sus movimientos, mis sentidos se estan agudizando y empiezo a sentir que mi precedencia en este mundo no es humana. A pesar de todo sigo sin saber el porque.
Acabo de dejar atrás la ciudad e internarme en el bosque el acoso era tal que no he podído seguir escondiéndome sin peligro entre la población. Aquí será más difícil que me encuentren además de que podré divertirme con ellos y darles caza uno a uno, no sé que ser seré pero cada vez que pienso en matar una satisfacción recorre todo mi cuerpo, a veces tengo miedo de mí mismo.

13 Febrero 2005
Estoy herido, uno de esos mal nacidos se ha atrevido a herirme, cuando me abalance sobre él cayó presa del pánico y por un acto reflejo ha disparado su arma con la mala suerte que su bala se ha alojado en mi pierna, aunque me pareció que la bala no llegó a alcanzarme.
La herida me duele a rabiar, solo lamento que su fin haya sido tan rápido debía hacerle hecho sufrir mucho más, creo que esa es la misión en mi vida, el sufrimiento de la gente.
A los policías se han añadido perros por lo que no puedo ni siquiera perder un instante, de lo contrario me darán caza. El problema es que con la herida no puedo correr tan rápido como quisiera y creo que me están dando alcance.
Por primera vez desde que empezó toda esta persecución tengo miedo pero no a morir, creo que fuese quien fuese estaba preparado para el dolor.
Tengo miedo a que muera sin recordar quien soy, aunque ahora que me doy cuenta la herida de la pierna me duele menos, incluso creo que me vuelvo a mover con bastante libertad, aunque tal vez sea que el dolor a acabado por hacerme perder la sensibilidad.

Es algo increíble, la herida ha dejado de sangrar y el dolor se ha convertido en una ligera molestia nada mas, es como si hubiese recuperado las fuerzas pero eso es imposible porque con esa herida tendría que estar arrastrándome moribundo y en vez de eso creo que incluso ahora tengo mas fuerzas de las que tenía al inicio de todo esto, ahora tengo claro que no soy humano aunque eso no me exime de descansar, me siento exhausto.
Me he subido a un árbol y allí pasaré la noche, sé que nadie me molestara, no se como explicarlo pero sé exactamente que hasta el amanecer no llegarán así que podré esperarles aquí y destruirles a todos, aquí al abrigo de los árboles no tendrán tiempo ni de gritar antes de que llegue su fin.

14 Febrero 2005
He calculado mal mis posibilidades y ahora estoy pagando el error que he cometido al sobre valorarlos, las heridas que ahora sangran por todo mi cuerpo pueden atestiguarlo.
He empezado a deshacerme de todos ellos, uno a uno han ido sucumbiendo a mi poder, uno a uno he sentido como sus vidas se escapaban entre mis manos.
He llegado a la conclusión que me gusta lo que hago, en un principio me parecía mal o incluso me horrorizaba pero ahora creo que es para lo que estoy destinado, creo que no podría vivir un solo día mas sin sentir el placer de segar una vida.
Pero caída la tarde me han tendido una emboscada, nunca pensé que pudiera levantar tanta expectación mi captura. Detrás de mi pista había mas gente de la que me imaginaba, creo que incluso miembros del mismo pueblo se han añadido a mi caza y eso era una cosa con la que no he contado. Ahora me lamento de ello, a duras penas he conseguido escabullirme y esconderme entre la maleza pero lamentablemente los malditos perros enseguida encontraran el olor dulzón de mi sangre y ese será mi fin.

La tarde llega a su fin y creo que he despistado a mis perseguidores, por lo menos de momento. Me he parado y me he puesto a evaluar mis heridas, los pequeños rasponazos y heridas causadas por mi acelerada huida están curados, es mas la mayoría de ellos apenas son una pequeña marca en mi piel. Me sorprende la rapidez y limpieza con la que cierran mis heridas sino fuera por el reguero de sangre que ido dejando a mi paso diría incluso que soy un ser inmortal pero lo que de verdad me preocupa es la herida de bala de mí estomago, no por el dolor que como la anterior vez a remitido en cuestión de horas sino por el hecho de que se me pueda infectar aunque pensando un poco para un ser inmortal no creo que pueda morir por una infección, ¿verdad?
Me ha pasado algo realmente raro, durante unos segundos he sentido como si hubiese alguien dentro de mi, ha sido extraño. Era como si un observador invisible compartiera mis ojos, mis manos o mis piernas pero no solo eso tambien mi ira o mi dolor, creo que finalmente estoy he perdido la razón.

La noche ha caído y el cansancio esta haciendo mella en mí, siento que cada paso que doy supone realizar un esfuerzo sobre humano y que mis cansadas piernas no responderán al siguiente paso que quiera dar.
Creo que aunque tengo el don de la curación pero cada vez que este se pone en funcionamiento consume mucha de mi energía y viendo que esta última vez las heridas eran realmente graves el consumo ha sido mucho mayor.
He llegado al final, estoy justo en el borde de un enorme cañón y no tengo escapatoria posible, sé que voy a morir. El único camino que veo es por el cual he venido y a lo lejos empiezo a ver las luces de mis perseguidores, así que solo me quedan dos opciones.
O bien salto, rezo para que mi poder sea cierto y no solo una invención mía o me quedo y lucho contra mis cazadores. Sea lo que sea tengo que decidirme ya, empiezo a oír sus voces cada vez mas cerca, creo que se están acercando peligrosamente.
Lo tengo decidido luchare y los masacrare a todos ellos, empiezo a ver las sombras de sus cuerpos, saliendo del abrigo de los árboles, con cautela, sé que me tienen miedo y eso puede jugar a mi favor.
El dolor va a comenzar.





CAPITULO 1: EL SUEÑO O LA REALIDAD

Brian se despertó de manera violenta y casi desconecta todas las maquinas que tenía enchufadas a su cuerpo.
En un principio el miedo y la desorientación casi hacen que se quitara todo los cables de un fuerte tirón pero una mano se lo impidió, para calmar sus ansias se centró en mirar aquella mano.
Era joven, suave y muy bien curada por lo que pudo ver pertenecía a una mujer y por la forma de la mano bastante joven, por lo que levantó la mano para comprobar a quien pertenecía. Pudo ver que no se equivocaba, ante él se encontraba una joven muy atractiva lo que sí le sorprendió es que creyó conocerla de toda la vida aunque en ese mismo instante no conseguía recordar su nombre.
La joven según vio que le miraba le sonrió dedicándole una de las más bellas sonrisas que recordaba pero cuando se disponía a preguntarle dónde se encontraba la joven se le adelanto.
- Menudo susto que nos has dado, creímos que te perdíamos y como de costumbre tuve razón cuando te dije que tu trabajo es demasiado peligroso y por lo que veo estresante.
- No empecemos con mismo de siempre April.- Al joven le sorprendió que el nombre le viniese a la cabeza así de repente auque eso significaba que conocía a la joven.- Pero por cierto. ¿Dónde estoy?
- Estas en el hospital de St. Baumer y hoy es diecisiete de Febrero, llevas exactamente tres días inconsciente.
Poco a poco en la mente del joven se fueron dibujando los recuerdos como si de una película mal enfocada se trataran, empezaba a recordar como había llegado allí su memoria le remontó cuatro días antes.
Papa cuentame otra vez esa historia tan bonita, de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia. Y cuyo fusil ya nadie se atrevió a empuñar de nuevo y como desde aquel día todo parece mas feo.
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