“Y ahora soy yo la que trata de mezclarse entre las líneas de una hoja sin fibra que con un mal teclado ahoga sus pensamientos en palabras de cristal, frágiles y transparentes.”
Tratando de apagar las llamas del deseo, tumbada en una habitación sin nombre, escuchando la sinfonía de lo abstracto, intento saborear la mecha de lo que puede llegar a ser un círculo perfecto. Era por la mañana, tras una noche inolvidable la luna ocultaba un sol brillante que me recordaba que no debía parar de sonreír en todo el día, sufriendo los efectos de una resaca sin fin y de sueño infinito. Una sonrisa, un hombre, un rayo de sol y un cigarro que llenaba la habitación de una bruma interesante. La hora de la despedida se alargaba en sudores y miradas de complicidad. Pero el intento fue en vano, pues el reloj ya marcaba las tres y mi deseo de permanecer allí se esfumaba con su aguja que me recordaba que la hora de la despedida se acercaba.
Traspase las puertas del paraíso y no me olvide parar de sonreír en toda mi vuelta a casa. Recordé toda la noche y parte del día que habíamos estado juntos. Y por un momento traslade los hechos a un libro, a nuestro libro. Y ese fue el momento mágico que me hizo acabar sonriendo al sol y todas las personas que se habían cruzado esa noche conmigo. Ahora sólo quedaba de él un pequeño libro que me había regalado con un dedicatoria (“al final acabaremos casados, ya verás”). Llego a casa y el cansancio lucha contra mi sin razón y me obliga a tumbarme en el sofá a empezar el libro. Sin embargo, intento captar su rostro y sólo pienso en que si empiezo el libro mis ansias harán que pronto lo terminé, y entonces no me quedará nada más de él, sólo su dedicatoria y un bonito recuerdo. El sueño puede con mi deseo y me induce a al estado r.e.m., de ésta forma me rencuentro con él y no me canso de mirarlo, de saborearlo y de olerlo. Un sueño, que en sus ganas de ser cierto me despierta en el sofá acompañado de su libro y de una bonita sonrisa que me ánima a querer mostrar de alguna forma lo inolvidable que fue, ha sido y será el día de ayer.
Relatos
Bueno, pues esto lo dejo aquí por ser prosa y no verso..., mi verso era demasiado entrecortado por las lágrimas.....,también porque no quiero "manchar" la estela de los Poetas de mierda de manos vacías, con este mi lamento....
SUICIDIO NO CONSUMADO
Me acosté, a sabiendas, que aquella no sería la noche perfecta para conciliar ni el sueño ni el miedo..., giro de 90º sobre mi mismo, y la luz del pasillo todavía alumbraría las pesadillas durante un rato; van a la cocina, vuelven del baño, tuercen la esquina del recibidor..., aún si intento girar sobre la cama otros 90º , su olor no deja de atormentarme. En esta postura intento relajarme, la visión es más romántica...la luz, la luz es intermitente, de la farola de la calle, desgastada por la lluvia, rota por alguna locura de borrachera, rota por algún desengaño lleno de ira, o sin más explicación, rota.
-“Debo parecer dormido”-, como la presa de un animal carroñero antes de ser devorada; los pasos se acercan hasta el resquicio de la puerta y traen consigo la mirada inquisidora. Los nervios amarrados a la garganta no permiten si quiera un trago de saliva, el miedo lo delata el rechineo de mis dientes, la rabia, mi puño cerrado. Un sudor agrio resbala por mi frente y una gota rompe la paz que ELLA otorga.
Excitante la experiencia que cada noche me brinda; después de la tormenta, ELLA siempre trae mi calma; me salva del insomnio más esquizofrénico, convirtiendo el miedo en una manta de caricias sutiles...de besos sugerentes...de amor altruista. Sin ningún tipo de pudor, arrastra sus dedos por cada señal que la vida dejó en mi espalda, por cada surco de dolor, por cada noche en duermevela, por cada suicidio no consumado.
Para un amigo, para Carlos
SUICIDIO NO CONSUMADO
Me acosté, a sabiendas, que aquella no sería la noche perfecta para conciliar ni el sueño ni el miedo..., giro de 90º sobre mi mismo, y la luz del pasillo todavía alumbraría las pesadillas durante un rato; van a la cocina, vuelven del baño, tuercen la esquina del recibidor..., aún si intento girar sobre la cama otros 90º , su olor no deja de atormentarme. En esta postura intento relajarme, la visión es más romántica...la luz, la luz es intermitente, de la farola de la calle, desgastada por la lluvia, rota por alguna locura de borrachera, rota por algún desengaño lleno de ira, o sin más explicación, rota.
-“Debo parecer dormido”-, como la presa de un animal carroñero antes de ser devorada; los pasos se acercan hasta el resquicio de la puerta y traen consigo la mirada inquisidora. Los nervios amarrados a la garganta no permiten si quiera un trago de saliva, el miedo lo delata el rechineo de mis dientes, la rabia, mi puño cerrado. Un sudor agrio resbala por mi frente y una gota rompe la paz que ELLA otorga.
Excitante la experiencia que cada noche me brinda; después de la tormenta, ELLA siempre trae mi calma; me salva del insomnio más esquizofrénico, convirtiendo el miedo en una manta de caricias sutiles...de besos sugerentes...de amor altruista. Sin ningún tipo de pudor, arrastra sus dedos por cada señal que la vida dejó en mi espalda, por cada surco de dolor, por cada noche en duermevela, por cada suicidio no consumado.
Para un amigo, para Carlos
"...El TIEMPO se convierte en una jodida dictadura en la que la única tiranía es la impuesta por mi..."
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este es uno d mis primeros relatos, m gustaria leer alguna opinion 
“UN DÍA NORMAL”
Nada en las primeras luces del alba parecía indicar que hoy sería un día especial. La ciudad se desperezaba lentamente, soñolienta aún y con el cansancio propio de un lunes por la mañana. Los ejecutivos miraban el reloj con cara seria y apresuraban el paso, sin detenerse a escuchar el murmullo de las fuentes o el trino de los pájaros del parque. Tampoco las madres que paseaban a sus bebés ni los niños pequeños les prestaban atención. Poco a poco, los pájaros callaron, al darse cuenta de que eran menospreciados, de que nadie les oía. Todos excepto un polluelo casi recién nacido, que se resistía a creer que nadie en la inmensa urbe dispusiera de unos minutos para escucharle. Desafiante, elevaba sus gorjeos en medio del caos, intentando sobrepasar con su garganta el motor de los coches y el alboroto de las calles.
Pero la gente seguía sin prestarle atención.
Sin pensárselo dos veces, salió del nido y voló en dirección a los transeúntes. Trató de posarse en el hombro de un señor de cara seria, de paso apresurado e impecablemente vestido.
El pequeño pájaro fue rechazado por un ademán de su mano, como quien espanta a una molesta mosca. El polluelo, sin rendirse, continuó intentando llamar la atención de los que caminaban por la calle, sin lograrlo.
Al principio, cada fracaso le daba más ánimos, pero al cabo de unas horas, con la garganta dolorida, cada persona que le rechazaba, sin mirarle, le iba decepcionando un poco más.
El pajarillo revoloteó sobre un grupo de niños que jugaban con un balón. Uno de ellos, molesto, le lanzó una piedra y los demás no tardaron en imitarle. Ante aquello, el polluelo optó por irse volando, con la pata herida.
Dolorido, se posó en una carretera que parecía desierta. Hizo balance de la situación, con todas aquellas heridas que demostraban que para esos animales de dos patas era poco más que invisible, pensó amargado.
En ese momento, un coche pasó a toda velocidad por esa carretera, y el pajarillo quedó inerte, tendido en el suelo, delante del parque.
Nadie reparó en el cuerpo tirado del pobre pájaro. Nadie se dio cuenta de su muerte, ni siquiera los otros pájaros que habían decidido dejar de trinar.
Era ya última hora de la tarde cuando el basurero recogió su cuerpo, casi en descomposición y lo echó, asqueado, en el carrito.
“UN DÍA NORMAL”
Nada en las primeras luces del alba parecía indicar que hoy sería un día especial. La ciudad se desperezaba lentamente, soñolienta aún y con el cansancio propio de un lunes por la mañana. Los ejecutivos miraban el reloj con cara seria y apresuraban el paso, sin detenerse a escuchar el murmullo de las fuentes o el trino de los pájaros del parque. Tampoco las madres que paseaban a sus bebés ni los niños pequeños les prestaban atención. Poco a poco, los pájaros callaron, al darse cuenta de que eran menospreciados, de que nadie les oía. Todos excepto un polluelo casi recién nacido, que se resistía a creer que nadie en la inmensa urbe dispusiera de unos minutos para escucharle. Desafiante, elevaba sus gorjeos en medio del caos, intentando sobrepasar con su garganta el motor de los coches y el alboroto de las calles.
Pero la gente seguía sin prestarle atención.
Sin pensárselo dos veces, salió del nido y voló en dirección a los transeúntes. Trató de posarse en el hombro de un señor de cara seria, de paso apresurado e impecablemente vestido.
El pequeño pájaro fue rechazado por un ademán de su mano, como quien espanta a una molesta mosca. El polluelo, sin rendirse, continuó intentando llamar la atención de los que caminaban por la calle, sin lograrlo.
Al principio, cada fracaso le daba más ánimos, pero al cabo de unas horas, con la garganta dolorida, cada persona que le rechazaba, sin mirarle, le iba decepcionando un poco más.
El pajarillo revoloteó sobre un grupo de niños que jugaban con un balón. Uno de ellos, molesto, le lanzó una piedra y los demás no tardaron en imitarle. Ante aquello, el polluelo optó por irse volando, con la pata herida.
Dolorido, se posó en una carretera que parecía desierta. Hizo balance de la situación, con todas aquellas heridas que demostraban que para esos animales de dos patas era poco más que invisible, pensó amargado.
En ese momento, un coche pasó a toda velocidad por esa carretera, y el pajarillo quedó inerte, tendido en el suelo, delante del parque.
Nadie reparó en el cuerpo tirado del pobre pájaro. Nadie se dio cuenta de su muerte, ni siquiera los otros pájaros que habían decidido dejar de trinar.
Era ya última hora de la tarde cuando el basurero recogió su cuerpo, casi en descomposición y lo echó, asqueado, en el carrito.
Mayoi nagara demo ii aruki dashite mou ikkai
(Está bien perderse para comenzar a caminar una vez más)
(Está bien perderse para comenzar a caminar una vez más)
Da gusto ver que la sección de relatos sigue también muy viva 
Esta es la segunda vez que lo intento en este foro, y bueno, tampoco sé si habrá dos con o sin tres.
El caso es que yo puedo dejar de ser, con ella.
El espejo
Me vino a la cabeza el lago de Narciso. Confirmaba la creencia de que muchos no son capaces de ver más allá de su propio ser.
Entonces me asomé a un espejo ya desvencijado por el calendario. Intentaba no verme en él y poder alejarme de aquel cruel pensamiento. Desenfoqué la mirada y con cada segundo dejaba de verme un poco más. Efectivamente conseguí ignorar mi cuerpo, distinguiéndolo únicamente como una mancha difuminada metida en aquel sucio reflejo de cristal. Pero aquello para nada era suficiente, pues no me veía, pero a su vez tampoco podía ver otra cosa. Bajé la mirada, medio rendido, medio triste. Desencantado, pues no logré cumplir aquella repentina utopía. Entonces, y como una abeja ocupa una flor, unos brazos me abrazaron desde detrás. Instintivamente alcé la cabeza, y mis ojos se encontraron nuevamente con el espejo. Pero todo había cambiado, porque mi cuerpo difuminado ya no aparecía.
Y entonces sólo podía verte a ti. Abrazándome, sonriente, hermosa, reflejada en aquel espejo ya desvencijado por el calendario, como mi única verdad posible.
Saludos gentes, cuídense.
Esta es la segunda vez que lo intento en este foro, y bueno, tampoco sé si habrá dos con o sin tres.
El caso es que yo puedo dejar de ser, con ella.
El espejo
Me vino a la cabeza el lago de Narciso. Confirmaba la creencia de que muchos no son capaces de ver más allá de su propio ser.
Entonces me asomé a un espejo ya desvencijado por el calendario. Intentaba no verme en él y poder alejarme de aquel cruel pensamiento. Desenfoqué la mirada y con cada segundo dejaba de verme un poco más. Efectivamente conseguí ignorar mi cuerpo, distinguiéndolo únicamente como una mancha difuminada metida en aquel sucio reflejo de cristal. Pero aquello para nada era suficiente, pues no me veía, pero a su vez tampoco podía ver otra cosa. Bajé la mirada, medio rendido, medio triste. Desencantado, pues no logré cumplir aquella repentina utopía. Entonces, y como una abeja ocupa una flor, unos brazos me abrazaron desde detrás. Instintivamente alcé la cabeza, y mis ojos se encontraron nuevamente con el espejo. Pero todo había cambiado, porque mi cuerpo difuminado ya no aparecía.
Y entonces sólo podía verte a ti. Abrazándome, sonriente, hermosa, reflejada en aquel espejo ya desvencijado por el calendario, como mi única verdad posible.
Saludos gentes, cuídense.-
BeSo_DeL_iNfIeRnO
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clave_de_sol
relato
Cayó la noche y aún no notaba su cuerpo junto el de ella. La pasión que ardía dentro de su cuerpo se fue apagando poco a poco, lentamente pues ella era una cerilla sin la chispa que necesita para prender.
Aguzó los oidos pero no escuchaba la respiración de su ser amado, la parte complementaria que le faltaba y hacia que se sintiese tan terriblemente sola, como una lagartija sin cola.
Las lagrimas empañaron su rostro sin tener a nadie que las recojiese e hiciera de ellas un mar de ilusiones rotas.
Y comenzó el sol a salir y ella seguia sola.....
Aguzó los oidos pero no escuchaba la respiración de su ser amado, la parte complementaria que le faltaba y hacia que se sintiese tan terriblemente sola, como una lagartija sin cola.
Las lagrimas empañaron su rostro sin tener a nadie que las recojiese e hiciera de ellas un mar de ilusiones rotas.
Y comenzó el sol a salir y ella seguia sola.....
Bueno, me estreno, más que un relato es una descripción de mis últimos años de existencia, camuflado entre vuestras maravillas, que el foro no decaiga!!. Ya sus atormentaré con la segunda parte, pues esta inacabado.
LA CARRERA
Nunca supe de verdad lo difícil que podría ser decirle a alguien simplemente lo que sientes, eso que tienes ahí, con lo que nunca dejas de pensar i tantas veces te ha hecho soñar. Pienso en cuanto éramos niños, tantas ilusiones, éramos felices con un simple día en el parque, sin complicaciones, sin dificultades, lo que más dolía era que no llegaras el primero en aquella carrera, que no quedan colores suficientes... Después y conforme vas creciendo te das cuenta de lo que en realidad es la vida, ya no buscas aquel minuto de diversión, siempre pensando en lo que pueda ocurrir mañana o si no podré... siempre pensando por nosotros; te vas dando cuenta que la vida es una constante carrera por llegar a una meta que cada cierto tiempo cambia de lugar, esa meta bien podría definirla como una ilusión. Ves como es un constante examen de muchos temas, amor, salud... te vas dando cuenta que no solo son palabras, tienen un significado y solo consigues saberlo a base de sufrimiento, despacito y buena letra...
A mi personalmente creo que me tocó examinarme demasiado pronto de uno de ellos, cuando té conocí hace ya muchos años, te veía como una más, ¿una corredora mas en esa carrera? No lo sé, nunca lo supe y nunca lo sabré, creo que me di cuenta demasiado tarde de que en realidad era una carrera, pero en esa carrera encontrabas corredores (no se me ocurre otra palabra) que te ayudan a llegar a ésa meta tan ansiada por ti, no solo te ayudan a conseguirla sino también a desearla aún más o a llegar a comprenderla; al cabo de un tiempo y después de mi primera desilusión en esta carrera, la primera caída, el primer bache, me di cuenta de ello, de ti, una simple noche bastó para dar uno de los pasos mas grandes, empecé a encontrar el sentido real de la carrera, gracias a ello ya empiezo a pensar que mas que una carrera (que no competición) podría ser un paseo, no hay ninguna prisa por llegar, nadie me espera allí y que llegar solo a esa meta puede ser muy triste. Pasamos uno de la mejor etapa de ese paseo, empezamos a conocernos a congeniar, y no fue muy fácil, pues en toda carrera existen baches, vallas, pero ésas solo hacían que reforzar nuestra sólida “unión” en aquella carrera o paseo. Pero aprendí el significado de frases del tipo: “Todo lo bueno dura poco”, “No hay luz sin oscuridad” y bueno eso que es muy difícil encontrar ese cómplice en la carrera pero muy fácil perderlo en esa valla o ese bache. Decidí olvidarme por un tiempo de carreras, baches, vallas, cómplices y decidí centrarme en llegar a la meta. Unos tristes meses donde ya no pensaba en cómplices, y solo pensaba en olvidar, nuestros caminos se volvieron a juntar en ese maravilloso paseo. Mas tarde volvimos a tropezar, pero esta vez el golpe se siguió notando muchos kilómetros mas adelante, los dos encontramos nuevos cómplices, y que se quedaron solo en intentos de olvido, de no recordar, de no volver a caer, dicen que el amor primero es el verdadero y que los siguientes solo son intentos de olvido, está bien por lo menos yo supe aferrarme a esa frase como clavo ardiendo, sin quererlo, sin quererte. Aprendí también que un “te quiero” son solo palabras, que se las lleva el viento, no puedes pretender con ellas llegar a algo sin acompañarlo de acciones que no serán mas que simples confirmaciones.
MaRk 23-07-04
LA CARRERA
Nunca supe de verdad lo difícil que podría ser decirle a alguien simplemente lo que sientes, eso que tienes ahí, con lo que nunca dejas de pensar i tantas veces te ha hecho soñar. Pienso en cuanto éramos niños, tantas ilusiones, éramos felices con un simple día en el parque, sin complicaciones, sin dificultades, lo que más dolía era que no llegaras el primero en aquella carrera, que no quedan colores suficientes... Después y conforme vas creciendo te das cuenta de lo que en realidad es la vida, ya no buscas aquel minuto de diversión, siempre pensando en lo que pueda ocurrir mañana o si no podré... siempre pensando por nosotros; te vas dando cuenta que la vida es una constante carrera por llegar a una meta que cada cierto tiempo cambia de lugar, esa meta bien podría definirla como una ilusión. Ves como es un constante examen de muchos temas, amor, salud... te vas dando cuenta que no solo son palabras, tienen un significado y solo consigues saberlo a base de sufrimiento, despacito y buena letra...
A mi personalmente creo que me tocó examinarme demasiado pronto de uno de ellos, cuando té conocí hace ya muchos años, te veía como una más, ¿una corredora mas en esa carrera? No lo sé, nunca lo supe y nunca lo sabré, creo que me di cuenta demasiado tarde de que en realidad era una carrera, pero en esa carrera encontrabas corredores (no se me ocurre otra palabra) que te ayudan a llegar a ésa meta tan ansiada por ti, no solo te ayudan a conseguirla sino también a desearla aún más o a llegar a comprenderla; al cabo de un tiempo y después de mi primera desilusión en esta carrera, la primera caída, el primer bache, me di cuenta de ello, de ti, una simple noche bastó para dar uno de los pasos mas grandes, empecé a encontrar el sentido real de la carrera, gracias a ello ya empiezo a pensar que mas que una carrera (que no competición) podría ser un paseo, no hay ninguna prisa por llegar, nadie me espera allí y que llegar solo a esa meta puede ser muy triste. Pasamos uno de la mejor etapa de ese paseo, empezamos a conocernos a congeniar, y no fue muy fácil, pues en toda carrera existen baches, vallas, pero ésas solo hacían que reforzar nuestra sólida “unión” en aquella carrera o paseo. Pero aprendí el significado de frases del tipo: “Todo lo bueno dura poco”, “No hay luz sin oscuridad” y bueno eso que es muy difícil encontrar ese cómplice en la carrera pero muy fácil perderlo en esa valla o ese bache. Decidí olvidarme por un tiempo de carreras, baches, vallas, cómplices y decidí centrarme en llegar a la meta. Unos tristes meses donde ya no pensaba en cómplices, y solo pensaba en olvidar, nuestros caminos se volvieron a juntar en ese maravilloso paseo. Mas tarde volvimos a tropezar, pero esta vez el golpe se siguió notando muchos kilómetros mas adelante, los dos encontramos nuevos cómplices, y que se quedaron solo en intentos de olvido, de no recordar, de no volver a caer, dicen que el amor primero es el verdadero y que los siguientes solo son intentos de olvido, está bien por lo menos yo supe aferrarme a esa frase como clavo ardiendo, sin quererlo, sin quererte. Aprendí también que un “te quiero” son solo palabras, que se las lleva el viento, no puedes pretender con ellas llegar a algo sin acompañarlo de acciones que no serán mas que simples confirmaciones.
MaRk 23-07-04
Con este calor nada mejor que un poco de lluvia, pero ojalá que no sea tan "traicionera" como ésta 
Last edited by cronopio on 06 Nov 2011, 23:35, edited 1 time in total.
"He visto tu cara ardiendo en un lienzo de agua, y me he sumergido en un sueño sin poderte tocar, formando un mosaico de sombras, buscando a ciegas lo que sé que no está."
yo voy a escribir un relato q vi en un foro.va sobre el 11-M.a mi particularmente me gusto muxo y mas aun xq lo vi la semana siguiente del atentado:
Una mañana cualquiera de un dia cualquiera te despiertas a la hora de siempre para cumplir con tus obligaciones diarias.Tranquilamente sales de casa con el mismo destino que ayer,aun un poco adormilado te sientas en ese sitio que parece reservado para ti porque siempre esta libre;relajado,contemplas el paisaje tras la ventana de todos los dias.Cerca tuyo,como siempre,esos jovenes que con sus libros van pensando en la primera clase de la mañana y que comentan sus proyectos para las proximas vacaciones ya cercanas.Esa chica,tan presumida,que siempre habla en voz alta por su movil,como gustandole que todos nos enteremos de sus aventuras y desventuras amorosas.Ese anciano que aunque jubilado,es madrugador y todas las mañanas se sienta frente a ti con un destino que siempre te preguntas pero que nunca has sabido.Oyes por la megafonia el mismo mensaje de llegada a tu estacion.El trayecto ha terminado.Te levantas buscando la puerta de salida por la que todas las mañanas intentas salir el primero,pues tienes el tiempo justo para llegar al trabajo.Por el pasillo del vagon,el mismo inmigrante buscandose el pan como buenamente puede,el mismo ejecutivo siempre bien peinado,el mismo revisor asegurandose de que todo este en orden,el mismo ciego que te vende la suerte aunque a esa hora de la mañana aun no te insiste mucho...
Imaginate ahora que todo esto ocurre en Madrid,un 11 de Marzo de 2004 a las 7:39.La puerta del vagon nunca se llego a abrir en tu estacion.Tu camisa ha adquirido tonos negros y rojos,ese ciego pregunta que es lo que pasa pues solo ha escuchado el estruendo de una explosion y no puede ver la barbarie que tus ojos estan viendo...Parece que la suerte hoy no estaba de su parte,y lo peor,no estaba de parte de ese ejecutivo y ese revisor que piden ayuda desesperadamente,de ese inmigrante que buscando una vida mejor ha encontrado la desgracia.Y no estaba de parte de tus compañeros de asiento...Esos planes para las vacaciones se habran quedado solo en eso,proyectos.Esas aventuras y desventuras no tendran nunca un final propio.Y jamas conoceras ese destino que tantas veces te preguntaste...Mañana todo sera diferente.Ellos no estaran.Estuviste alli?Yo no.Y aun tengo los pelos de punta.Aun estoy conmocionado.Aun me invade LA RABIA Y EL SENTIMIENTO DE IMPOTENCIA.
Imaginate el sentimiento de uno de los mas de 1400 heridos,y peor,imaginate el sentimiento del familiar de cualquiera de las 200 victimas...Ahora mas que nunca tenemos que luchar juntos,luchar contra estos desalmados que siembran de terror familias de inocentes por el simple hecho de vivir en España.Hoy en dia que se van eliminando las fronteras de todo el mundo,ellos buscan todo lo contrario,poner barreras contra todo y contra todos los que tengan que ver con el territorio español.A ellos y a todos los que los representan en la politica y le tienden la mano,nuestra mas profunda repulsa.
Por eso os pido amigos:Solidaridad con las victimas del terrorismo.No al dialogo con los que no dialoguen y matan.No a ETA,No a al qaeda,No mas guerras,NO AL TERRORISMO.
Una mañana cualquiera de un dia cualquiera te despiertas a la hora de siempre para cumplir con tus obligaciones diarias.Tranquilamente sales de casa con el mismo destino que ayer,aun un poco adormilado te sientas en ese sitio que parece reservado para ti porque siempre esta libre;relajado,contemplas el paisaje tras la ventana de todos los dias.Cerca tuyo,como siempre,esos jovenes que con sus libros van pensando en la primera clase de la mañana y que comentan sus proyectos para las proximas vacaciones ya cercanas.Esa chica,tan presumida,que siempre habla en voz alta por su movil,como gustandole que todos nos enteremos de sus aventuras y desventuras amorosas.Ese anciano que aunque jubilado,es madrugador y todas las mañanas se sienta frente a ti con un destino que siempre te preguntas pero que nunca has sabido.Oyes por la megafonia el mismo mensaje de llegada a tu estacion.El trayecto ha terminado.Te levantas buscando la puerta de salida por la que todas las mañanas intentas salir el primero,pues tienes el tiempo justo para llegar al trabajo.Por el pasillo del vagon,el mismo inmigrante buscandose el pan como buenamente puede,el mismo ejecutivo siempre bien peinado,el mismo revisor asegurandose de que todo este en orden,el mismo ciego que te vende la suerte aunque a esa hora de la mañana aun no te insiste mucho...
Imaginate ahora que todo esto ocurre en Madrid,un 11 de Marzo de 2004 a las 7:39.La puerta del vagon nunca se llego a abrir en tu estacion.Tu camisa ha adquirido tonos negros y rojos,ese ciego pregunta que es lo que pasa pues solo ha escuchado el estruendo de una explosion y no puede ver la barbarie que tus ojos estan viendo...Parece que la suerte hoy no estaba de su parte,y lo peor,no estaba de parte de ese ejecutivo y ese revisor que piden ayuda desesperadamente,de ese inmigrante que buscando una vida mejor ha encontrado la desgracia.Y no estaba de parte de tus compañeros de asiento...Esos planes para las vacaciones se habran quedado solo en eso,proyectos.Esas aventuras y desventuras no tendran nunca un final propio.Y jamas conoceras ese destino que tantas veces te preguntaste...Mañana todo sera diferente.Ellos no estaran.Estuviste alli?Yo no.Y aun tengo los pelos de punta.Aun estoy conmocionado.Aun me invade LA RABIA Y EL SENTIMIENTO DE IMPOTENCIA.
Imaginate el sentimiento de uno de los mas de 1400 heridos,y peor,imaginate el sentimiento del familiar de cualquiera de las 200 victimas...Ahora mas que nunca tenemos que luchar juntos,luchar contra estos desalmados que siembran de terror familias de inocentes por el simple hecho de vivir en España.Hoy en dia que se van eliminando las fronteras de todo el mundo,ellos buscan todo lo contrario,poner barreras contra todo y contra todos los que tengan que ver con el territorio español.A ellos y a todos los que los representan en la politica y le tienden la mano,nuestra mas profunda repulsa.
Por eso os pido amigos:Solidaridad con las victimas del terrorismo.No al dialogo con los que no dialoguen y matan.No a ETA,No a al qaeda,No mas guerras,NO AL TERRORISMO.
Buahhhh........ la verdad es que estoy flipada con todo lo que habeis escrito... es cojonudo de verdad, pero como siempre tiene que haber una lenteja pocha en todo saco ahi va esto...
Ayer por la noche no me podía dormir, no sé que es lo que me atormentaba, pero no me podía dormir. Empecé a pensar en nimiedades, empecé a dar vueltas en la cama y a agobiarme con ese calor pegajoso del mes de Septiembre. No recuerdo cuando me dormí pero sé que permanecí despierto mucho tiempo. Por la mañana el despertador me pareció más odioso que otros días y el café frío de la noche anterior acabó por deprimirme; ¿hacia dónde iba mi vida encauzada? ¿Qué sería de mí dentro de un mes? ¿O peor, dentro de dos meses?
Sabía que atormentarme con esas cosas no me iba a hacer sentir mejor, mis sentimientos nunca me habían servido así que no lo iban a hacer entonces. Me duché rápidamente y decidí que ese día tampoco iba a ir a visitar a mi madre, simplemente me limitaría a hacer lo que todos los días, soportar al imbécil de mi jefe y a los desgraciados de mis compañeros; un maravilloso día me esperaba al otro lado de la puerta o eso creía yo.
Barcelona estaba vacía en el mes de Septiembre y eso no me gustaba, si me había ido a vivir allí era por el bullicio de personas alrededor de las Ramblas los lunes por la mañana, por el griterío de los gitanos vendiendo sus cacharros y también, porque negarlo, por la jauría de marujas que se agolpaban desde primera hora en el mercado de la calle de Aribau. Esas mujeres enfervorizadas cada mañana eran más o menos el calor de mi existencia; siempre que pasaba por allí me fijaba en alguna de ellas, hasta que un buen día me di cuenta de que había llegado a imaginar una vida para cada una.
El día se me estaba haciendo pesado como una tableta de chocolate negro, más o menos a las diez decidí que me merecía un descanso, el ambiente tabacalero de la oficina me estaba ahogando la existencia así que me fui al bar, delante de un cubata podría despejar mejor mis dudas.
El bar estaba a rebosar de jovencitos y el pobre Poli no daba abasto, me acinqué en la esquina del fondo, el mejor sitio para mirar sin ser visto, y esperé pacientemente a que los niñatos volvieran a recluirse en las aulas. El Perico no tardó en aparecer por allí, realmente estaba demacrado no era mentira lo que se comentaba por el barrio, bueno y a mí qué, cada de uno que se ocupe de sacarse las castañas del fuego; yo tenía lo que él quería y él lo sabía así que no tardó en aproximarse hasta mi preciada esquina. No tardamos más de cinco minutos en hacer el negocio, sabía que lo que le estaba vendiendo no era de buena calidad pero el mono es el mono, así que no puso mucha resistencia y se dejó convencer de que el precio era el adecuado, tal y como estaban las cosas últimamente él sabía que era muy chungo encontrar farlopa. La policía no solo había decidido acabar con el botellón sino que también quiso acabar con el consumo de estupefacientes y eso para gente como el Perico significaba el caos absoluto en su diminuta existencia; yo sabía que todo era culpa de las jodidas mafias suramericanas pero que iba a hacer, durante un tiempo tan sólo aspiré a conservar el cincuenta por ciento de mis clientes aunque al final todos acababan volviendo a mí. En cuanto acabé el negocio con el Perico volví a subir a la oficina, no pensaba que me estuviesen esperando, pero por lo menos, y ya que no hacía nada, que mínimo que el acto de presencia. El día acabó siendo igual de aburrido que los otros anteriores, papeles, papeles y más papeles, menos mal que mi “jornada laboral fructífera” acababa a las siete dándome el tiempo suficiente para volver a pasar por el bar antes de que se llenase.
El bar estaba más lleno de lo que habría cabido esperar, pero mi mayor sorpresa no fue esa sino el ver que mi esquina estaba ocupada. Tuve que aproximarme un poco para poder ver que quién me había robado la esquina era una mujer, pero no una mujer cualquiera, era una mujer embutida en un traje de cuero negro que parecía esperar impaciente delante de un botellín mientras fumaba ducados, encima fumaba ducados. Estaba tan desconcertado que no sabía ni donde ponerme, acabé por sentarme en una mesa al lado de la ventana, lo suficientemente cerca como para poder observarla; no me había equivocado, realmente estaba esperando a alguien. Si me había sentado mal que ocupase mi esquina, me sentó como una patada en los huevos descubrir que hacía allí; esa cualquiera estaba allí para robarme el trabajo. Contoneando sus caderas se dedicó durante una hora a vender su mercancía a todos los críos estúpidos que pasaron por allí.
No lo podía soportar, realmente me estaba poniendo enfermo, pero aún así no podía evitar el sentir una atracción desmesurada hacia ella que se iba incrementando según iba yo bebiendo. Finalmente, alrededor de las diez me decidí a ir a hablar con ella, había notado que en cierta forma mi atracción había sido correspondida, pero yo no buscaba sexo, quería que esa no volviese a pasar por ahí.
¿Qué había pasado?, yo creo que eso fue lo primero que me pregunté cuando abrí los ojos. Estaba tumbado en mi cama totalmente desnudo con un fuerte dolor de cabeza. El dolor de cabeza sin duda era a causa del alcohol y no tardé en descubrir porque me encontraba desnudo. Ahora no tenía más remedio que reconocer que ese traje negro verdaderamente me ponía, por lo menos espero que fuese capaz de decirla que no volviese a pisar por el bar de Poli. ¿Qué tal habría estado? Supongo que dejé saciado su apetito sexual, aunque realmente no me acordaba de nada. Decidí levantarme para desayunar algo, hoy no iría a trabajar, llamaría y diría que estaba enfermo, ayer a la larga no pude vender nada así que hoy me tocaba jornada doble, hoy tampoco iría a visitar a mi madre. La ducha me despejó un poco aunque las punzadas de la cabeza no cesaron, eran las doce, buena hora para salir a la calle. Me cagué en todo cuando abrí el cajón para coger la farlopa, ¿dónde estaba? La farlopa puede hacerte ver duendes pero desde luego no anda, ¿dónde la había metido? Llevaba toda la vida guardándola en el mismo lugar, no era posible que fuese tan imbécil como para haber perdido medio kilo en droga, no podía ser tan imbécil.
Estuve durante dos horas rebuscando por toda la casa, encontré cosas que ni siquiera recordaba haber comprado, trastos inútiles y souvenirs baratos, pero ni rastro de la farlopa. A medida que pasaba el tiempo me iba poniendo cada vez más nervioso, ya no sabía ni donde buscar hasta que de repente di con una cosa que me hizo pensar, encontré una horquilla. ¿De quién sería?, pocas mujeres habían pasado por mi casa y en los últimos tiempos... tan sólo una, ayer.
Entonces sí que me puse de mala leche, ¿cómo se podía ser tan tonto? Si es que la tenía que haber visto venir, se la veía la pinta de guarra a una legua; bueno, atormentarme no me iba a servir de nada, tenía que encontrarla, deseaba encontrarla, aunque quizá no solo me movía el asunto de la droga, ahora deseé con más fuerza que no hubiese sido capaz de decirla que no volviese a pisar por el bar de Poli, era el único sitio donde podría encontrarla, era mi única pista.
Llegué al bar alrededor de las tres, estaba lleno de gente que engullía rápidamente el menú del día, yo no tenía cuerpo para comer así que me pedí lo de siempre, un cubata. Las horas pasaban y ella no aparecía, cada vez me ponía más nervioso y eso hacía que bebiese más (realmente nunca había necesitado motivos para beber, lo hacía porque me apetecía), quería marcharme de aquel lugar pero no podía hacerlo, era el único sitio donde tenía esperanzas de encontrarla, aunque esas esperanzas se disiparan a pasos agigantados. Cada vez que oía abrirse la puerta mi corazón daba un vuelco, ni siquiera había pensado en lo que la diría, aguanté hasta que cerraron el bar; cabizbajo me fui hacia casa, estaba totalmente desesperado, y no era para menos, me habían robado medio kilo, ¡medio kilo de pesetas, por imbécil!
Demoré todo lo que pude mi llegada a casa, hasta que ni siquiera me aguantaba el alma como para seguir en la calle, además mañana tendría que ir a trabajar, ahora sí que no me podía permitir el lujo de que me echasen del trabajo.
Pero el día todavía me deparaba una pequeña sorpresa, me topé con ella al abrir la puerta.
Era un sobre pequeño, de esos que sirven para enviar cartas normales y corrientes, dentro había un sobrecito de plástico con unos gramos y una carta escrita a ordenador, decía así:
“Mañana, a las once, en el banco de madera de la calle Mountaner, será mejor que no faltes, espero que haya algo que se te de mejor que el sexo.”
Así que no había cumplido como me hubiese gustado, además de tonto gilipollas. Me fui a la cama, ni siquiera cené. No dormí en toda la noche, últimamente no dormía muy bien y encima mañana tampoco podría ir al trabajo. Mañana tampoco iría a visitar a mi madre.
A las ocho ya estaba duchado, vestido y con el primer cubata en el cuerpo, más que nada para entonar, pero entre unas cosas y otras al final me retrasé y me tocó correr un poco para intentar conseguir no llegar demasiado tarde; cuando llegué mi sorpresa fue aún mayor, ella no estaba sola, estaba con mi madre.
Decidí no escribir más, la historia ya estaba bastante avanzada así que la terminaría más tarde, además estaba un poco atascado, tenía a los tres personajes juntos pero ¿y ahora qué? Necesitaba ideas frescas, me iría al cine con Bea, eso me ayudaría para poder terminar el libro a tiempo.
FIN.
Ayer por la noche no me podía dormir, no sé que es lo que me atormentaba, pero no me podía dormir. Empecé a pensar en nimiedades, empecé a dar vueltas en la cama y a agobiarme con ese calor pegajoso del mes de Septiembre. No recuerdo cuando me dormí pero sé que permanecí despierto mucho tiempo. Por la mañana el despertador me pareció más odioso que otros días y el café frío de la noche anterior acabó por deprimirme; ¿hacia dónde iba mi vida encauzada? ¿Qué sería de mí dentro de un mes? ¿O peor, dentro de dos meses?
Sabía que atormentarme con esas cosas no me iba a hacer sentir mejor, mis sentimientos nunca me habían servido así que no lo iban a hacer entonces. Me duché rápidamente y decidí que ese día tampoco iba a ir a visitar a mi madre, simplemente me limitaría a hacer lo que todos los días, soportar al imbécil de mi jefe y a los desgraciados de mis compañeros; un maravilloso día me esperaba al otro lado de la puerta o eso creía yo.
Barcelona estaba vacía en el mes de Septiembre y eso no me gustaba, si me había ido a vivir allí era por el bullicio de personas alrededor de las Ramblas los lunes por la mañana, por el griterío de los gitanos vendiendo sus cacharros y también, porque negarlo, por la jauría de marujas que se agolpaban desde primera hora en el mercado de la calle de Aribau. Esas mujeres enfervorizadas cada mañana eran más o menos el calor de mi existencia; siempre que pasaba por allí me fijaba en alguna de ellas, hasta que un buen día me di cuenta de que había llegado a imaginar una vida para cada una.
El día se me estaba haciendo pesado como una tableta de chocolate negro, más o menos a las diez decidí que me merecía un descanso, el ambiente tabacalero de la oficina me estaba ahogando la existencia así que me fui al bar, delante de un cubata podría despejar mejor mis dudas.
El bar estaba a rebosar de jovencitos y el pobre Poli no daba abasto, me acinqué en la esquina del fondo, el mejor sitio para mirar sin ser visto, y esperé pacientemente a que los niñatos volvieran a recluirse en las aulas. El Perico no tardó en aparecer por allí, realmente estaba demacrado no era mentira lo que se comentaba por el barrio, bueno y a mí qué, cada de uno que se ocupe de sacarse las castañas del fuego; yo tenía lo que él quería y él lo sabía así que no tardó en aproximarse hasta mi preciada esquina. No tardamos más de cinco minutos en hacer el negocio, sabía que lo que le estaba vendiendo no era de buena calidad pero el mono es el mono, así que no puso mucha resistencia y se dejó convencer de que el precio era el adecuado, tal y como estaban las cosas últimamente él sabía que era muy chungo encontrar farlopa. La policía no solo había decidido acabar con el botellón sino que también quiso acabar con el consumo de estupefacientes y eso para gente como el Perico significaba el caos absoluto en su diminuta existencia; yo sabía que todo era culpa de las jodidas mafias suramericanas pero que iba a hacer, durante un tiempo tan sólo aspiré a conservar el cincuenta por ciento de mis clientes aunque al final todos acababan volviendo a mí. En cuanto acabé el negocio con el Perico volví a subir a la oficina, no pensaba que me estuviesen esperando, pero por lo menos, y ya que no hacía nada, que mínimo que el acto de presencia. El día acabó siendo igual de aburrido que los otros anteriores, papeles, papeles y más papeles, menos mal que mi “jornada laboral fructífera” acababa a las siete dándome el tiempo suficiente para volver a pasar por el bar antes de que se llenase.
El bar estaba más lleno de lo que habría cabido esperar, pero mi mayor sorpresa no fue esa sino el ver que mi esquina estaba ocupada. Tuve que aproximarme un poco para poder ver que quién me había robado la esquina era una mujer, pero no una mujer cualquiera, era una mujer embutida en un traje de cuero negro que parecía esperar impaciente delante de un botellín mientras fumaba ducados, encima fumaba ducados. Estaba tan desconcertado que no sabía ni donde ponerme, acabé por sentarme en una mesa al lado de la ventana, lo suficientemente cerca como para poder observarla; no me había equivocado, realmente estaba esperando a alguien. Si me había sentado mal que ocupase mi esquina, me sentó como una patada en los huevos descubrir que hacía allí; esa cualquiera estaba allí para robarme el trabajo. Contoneando sus caderas se dedicó durante una hora a vender su mercancía a todos los críos estúpidos que pasaron por allí.
No lo podía soportar, realmente me estaba poniendo enfermo, pero aún así no podía evitar el sentir una atracción desmesurada hacia ella que se iba incrementando según iba yo bebiendo. Finalmente, alrededor de las diez me decidí a ir a hablar con ella, había notado que en cierta forma mi atracción había sido correspondida, pero yo no buscaba sexo, quería que esa no volviese a pasar por ahí.
¿Qué había pasado?, yo creo que eso fue lo primero que me pregunté cuando abrí los ojos. Estaba tumbado en mi cama totalmente desnudo con un fuerte dolor de cabeza. El dolor de cabeza sin duda era a causa del alcohol y no tardé en descubrir porque me encontraba desnudo. Ahora no tenía más remedio que reconocer que ese traje negro verdaderamente me ponía, por lo menos espero que fuese capaz de decirla que no volviese a pisar por el bar de Poli. ¿Qué tal habría estado? Supongo que dejé saciado su apetito sexual, aunque realmente no me acordaba de nada. Decidí levantarme para desayunar algo, hoy no iría a trabajar, llamaría y diría que estaba enfermo, ayer a la larga no pude vender nada así que hoy me tocaba jornada doble, hoy tampoco iría a visitar a mi madre. La ducha me despejó un poco aunque las punzadas de la cabeza no cesaron, eran las doce, buena hora para salir a la calle. Me cagué en todo cuando abrí el cajón para coger la farlopa, ¿dónde estaba? La farlopa puede hacerte ver duendes pero desde luego no anda, ¿dónde la había metido? Llevaba toda la vida guardándola en el mismo lugar, no era posible que fuese tan imbécil como para haber perdido medio kilo en droga, no podía ser tan imbécil.
Estuve durante dos horas rebuscando por toda la casa, encontré cosas que ni siquiera recordaba haber comprado, trastos inútiles y souvenirs baratos, pero ni rastro de la farlopa. A medida que pasaba el tiempo me iba poniendo cada vez más nervioso, ya no sabía ni donde buscar hasta que de repente di con una cosa que me hizo pensar, encontré una horquilla. ¿De quién sería?, pocas mujeres habían pasado por mi casa y en los últimos tiempos... tan sólo una, ayer.
Entonces sí que me puse de mala leche, ¿cómo se podía ser tan tonto? Si es que la tenía que haber visto venir, se la veía la pinta de guarra a una legua; bueno, atormentarme no me iba a servir de nada, tenía que encontrarla, deseaba encontrarla, aunque quizá no solo me movía el asunto de la droga, ahora deseé con más fuerza que no hubiese sido capaz de decirla que no volviese a pisar por el bar de Poli, era el único sitio donde podría encontrarla, era mi única pista.
Llegué al bar alrededor de las tres, estaba lleno de gente que engullía rápidamente el menú del día, yo no tenía cuerpo para comer así que me pedí lo de siempre, un cubata. Las horas pasaban y ella no aparecía, cada vez me ponía más nervioso y eso hacía que bebiese más (realmente nunca había necesitado motivos para beber, lo hacía porque me apetecía), quería marcharme de aquel lugar pero no podía hacerlo, era el único sitio donde tenía esperanzas de encontrarla, aunque esas esperanzas se disiparan a pasos agigantados. Cada vez que oía abrirse la puerta mi corazón daba un vuelco, ni siquiera había pensado en lo que la diría, aguanté hasta que cerraron el bar; cabizbajo me fui hacia casa, estaba totalmente desesperado, y no era para menos, me habían robado medio kilo, ¡medio kilo de pesetas, por imbécil!
Demoré todo lo que pude mi llegada a casa, hasta que ni siquiera me aguantaba el alma como para seguir en la calle, además mañana tendría que ir a trabajar, ahora sí que no me podía permitir el lujo de que me echasen del trabajo.
Pero el día todavía me deparaba una pequeña sorpresa, me topé con ella al abrir la puerta.
Era un sobre pequeño, de esos que sirven para enviar cartas normales y corrientes, dentro había un sobrecito de plástico con unos gramos y una carta escrita a ordenador, decía así:
“Mañana, a las once, en el banco de madera de la calle Mountaner, será mejor que no faltes, espero que haya algo que se te de mejor que el sexo.”
Así que no había cumplido como me hubiese gustado, además de tonto gilipollas. Me fui a la cama, ni siquiera cené. No dormí en toda la noche, últimamente no dormía muy bien y encima mañana tampoco podría ir al trabajo. Mañana tampoco iría a visitar a mi madre.
A las ocho ya estaba duchado, vestido y con el primer cubata en el cuerpo, más que nada para entonar, pero entre unas cosas y otras al final me retrasé y me tocó correr un poco para intentar conseguir no llegar demasiado tarde; cuando llegué mi sorpresa fue aún mayor, ella no estaba sola, estaba con mi madre.
Decidí no escribir más, la historia ya estaba bastante avanzada así que la terminaría más tarde, además estaba un poco atascado, tenía a los tres personajes juntos pero ¿y ahora qué? Necesitaba ideas frescas, me iría al cine con Bea, eso me ayudaría para poder terminar el libro a tiempo.
FIN.
Todo es posible si uno no sabe de qué está hablando.
"Los dos sabiamos que aquel era nuesto adios:nuestra absurda despedida, tan irreal como nuestro encuentro; pero no hicimos nada. Intentabamos retener el tiempo con el silencio, sellando los labios en un ultimo beso, alejandonos de la propia realidad que venia a llevarse nuestra momentanea felicidad. Ajenos al olor a tabaco y alcohol, a nuestro alrededor mezclado de sudor y gente,musica y risas; ausentes de todo aquello que, en resumen, pudiera romper nuestro instante ultimo de infinita intimidad."
Odiosa realidad!
______________________
"..amor se llama el juego en el q un par d ciegos juegan a hacerse daño.."
Odiosa realidad!
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"..amor se llama el juego en el q un par d ciegos juegan a hacerse daño.."
weno aora os cuelgo una paranoia q la vomité ace algun tiempo:
kien es nuestro amigo dios o satan??
era una noxe trankila en la q despues d ver la tv m fui a dormir.
cnd m kedé dormido aparecioseme satan
-not asustes-me dijo mientras yo cn cara d sorprendido no podia ni moverme-es mentira lo q t an contado los curas d mi
-dejame-le contexté-conozco tus trucos y no podras engañarme cn tus trucos...
-el cielo q sueñas no es mas q un mundo de burgueses dond er proletario sufre.
al comienzo d los tiempos ubo una revolucion, unos angeles nos levantamos contra er poder absoluto d dios.
esa revolucion fue aplastada x el y cmo todo vencido conoci er exilio.
xo t aseguro d q aber ganadono abria existido ni cielo ni infierno, ni tuyo ni mio, ni diablo ni dios.
-yevame contigo-le supliké
de repente m desperté n mi cama sudando.
al dia siguiente conte lo sucedido y nadie m creyó...
dsde entonces bebo, mato casi x necesidad xq se q cnd muera mi dulce amigo satan estará esperandome n su acogedor infierno...
esto q te cuento te lo puede creer o no.
solo te digo una cosa no cierres la puerta de tu abitacion x si se os aparece algun dia mi gran amigo satan.
es mu malo xo weno...da q pensar sobre er poder absoluto d dios
agures
kien es nuestro amigo dios o satan??
era una noxe trankila en la q despues d ver la tv m fui a dormir.
cnd m kedé dormido aparecioseme satan
-not asustes-me dijo mientras yo cn cara d sorprendido no podia ni moverme-es mentira lo q t an contado los curas d mi
-dejame-le contexté-conozco tus trucos y no podras engañarme cn tus trucos...
-el cielo q sueñas no es mas q un mundo de burgueses dond er proletario sufre.
al comienzo d los tiempos ubo una revolucion, unos angeles nos levantamos contra er poder absoluto d dios.
esa revolucion fue aplastada x el y cmo todo vencido conoci er exilio.
xo t aseguro d q aber ganadono abria existido ni cielo ni infierno, ni tuyo ni mio, ni diablo ni dios.
-yevame contigo-le supliké
de repente m desperté n mi cama sudando.
al dia siguiente conte lo sucedido y nadie m creyó...
dsde entonces bebo, mato casi x necesidad xq se q cnd muera mi dulce amigo satan estará esperandome n su acogedor infierno...
esto q te cuento te lo puede creer o no.
solo te digo una cosa no cierres la puerta de tu abitacion x si se os aparece algun dia mi gran amigo satan.
es mu malo xo weno...da q pensar sobre er poder absoluto d dios
agures
El tiempo me enseño a no creer en el amor y no rezar a ningún Dios. Tan solo puedo ofrecerte la mejor de mis sonrisas y, a veces, algun puñado de versos manados de la tristeza de un corazón solitario
ezto...yo no es por joderte el relato e cantera,xo es q es como q casi igualito a una cancion d sabina "mi amigo satan":
"Las doce marcaba
el reloj de la sala
prendido de sueño la luz apagué
cuando oí una fuerte voz que me llamaba
y aparecióseme Lucifer
-"No tiembles de miedo"
me advirtió que es falso
"lo que te han contado los curas de mi"
-"conozco tus trucos" le dije al diablo
"búscate otro fausto y déjame dormir"
-"el cielo que sueñas" contesto enfadado
"es un club privado de gente formal,
yo vengo a llevarte de viaje conmigo
al país del que nadie a vuelto jamas".
Hizo un gesto con su mano
y en el espacio me encontré,
volando con alas de espuma
mirando la tierra a mis pies
Enjambres de estrellas cruzamos veloces
mientras en mi oído sonaba su voz:
-"Hace muchos siglos" me dijo
"en el cielo hubo una sangrienta revolución,
un grupo de ángeles nos levantamos
contra el poder absoluto de Dios,
como todo vencido conocí el exilio
la calumnia el odio y la humillación,
pero te aseguro que de haber ganado
ni muerte ni infierno
ni cinco ni dos,
ni tuyo ni mio
ni odio ni trabajo,
habrían existido,
ni diablo ni Dios"
- "Déjame vivir contigo,
demonio amigo" supliqué
"no me hagas volver a la vida
perdida ya mi antigua fe"
Escuchose entonces un bárbaro trueno
y en mi cama sudando debí despertar,
mi amigo el diablo se esfumó gritando
-"Cuenta lo que sabes a la humanidad"
Desde entonces robo, bebo, mato, arrastro
una miserable vida criminal,
pues se que a la muerte me estará esperando
en el dulce infierno mi amigo Satán.
Sí, esto que les cuento es una historia cierta,
ustedes si quieren me creen o no,
pero no le cierre la puerta al diablo
si llama una noche a su habitación"
ala un bso a todos!
"Las doce marcaba
el reloj de la sala
prendido de sueño la luz apagué
cuando oí una fuerte voz que me llamaba
y aparecióseme Lucifer
-"No tiembles de miedo"
me advirtió que es falso
"lo que te han contado los curas de mi"
-"conozco tus trucos" le dije al diablo
"búscate otro fausto y déjame dormir"
-"el cielo que sueñas" contesto enfadado
"es un club privado de gente formal,
yo vengo a llevarte de viaje conmigo
al país del que nadie a vuelto jamas".
Hizo un gesto con su mano
y en el espacio me encontré,
volando con alas de espuma
mirando la tierra a mis pies
Enjambres de estrellas cruzamos veloces
mientras en mi oído sonaba su voz:
-"Hace muchos siglos" me dijo
"en el cielo hubo una sangrienta revolución,
un grupo de ángeles nos levantamos
contra el poder absoluto de Dios,
como todo vencido conocí el exilio
la calumnia el odio y la humillación,
pero te aseguro que de haber ganado
ni muerte ni infierno
ni cinco ni dos,
ni tuyo ni mio
ni odio ni trabajo,
habrían existido,
ni diablo ni Dios"
- "Déjame vivir contigo,
demonio amigo" supliqué
"no me hagas volver a la vida
perdida ya mi antigua fe"
Escuchose entonces un bárbaro trueno
y en mi cama sudando debí despertar,
mi amigo el diablo se esfumó gritando
-"Cuenta lo que sabes a la humanidad"
Desde entonces robo, bebo, mato, arrastro
una miserable vida criminal,
pues se que a la muerte me estará esperando
en el dulce infierno mi amigo Satán.
Sí, esto que les cuento es una historia cierta,
ustedes si quieren me creen o no,
pero no le cierre la puerta al diablo
si llama una noche a su habitación"
ala un bso a todos!