A veces la poesía es tan precisa que no sé si me da consuelo o miedo.
Espejos enfrentados
[...]
No lo puedo aceptar
si así también nosotros.
No lo puedo aceptar
pero lo acepto,
¿pues qué merecimiento hemos tú y yo obtenido
para encontrarnos?
¿Qué viaje inconcebible
a través de las masas y del tiempo
nos ha traído aquí,
frente a frente mirándonos,
restituyéndonos?
Cuando de esta velada de interior
ni una memoria quede
- un déjà vu genético
en los que vendrán -,
cuando se pierda al fin y para nunca
habernos celebrado,
¿con qué nombre llamar
a lo que ya no exista?
¿Qué va a significar esta pregunta?
Te irás, ya pronto
tu materia querrá cambiar de estado,
descansar de la tara de una vida.
Y me abrirás camino,
y al final del camino
no estarás,
como tampoco yo
podré ir a buscarte.
Nunca más estaremos como ahora,
nunca más.
Es esto lo que quería decirte.
Perdona mis palabras
si te traen nubes sucias.
Quedémonos un poco todavía
aquí; aunque el sol se ha escondido
aún hay algo de luz
para que tiritemos
de puro fantasmales.
[Rafael Espejo]