Hoy estoy triste, porque he comprendido que no me quiere, nunca me ha querido, y le da exactamente igual que me esté haciendo daño. Lo peor es la hipocresía de "la quiero mucho y no quiero hacerle daño".
Odio que busquen en mí madurez, y cuando la doy y pido una poca de la otra parte, se me niegue. Odio que, a pesar de todo, le sigo queriendo como a nadie he querido. Odio haberme enamorado de la persona equivocada y en el momento equivocado. Odio no haber podido controlar mis sentimientos, cuando siempre lo había hecho. ¿Acaso esta vez si me he enamorado de verdad? Odio sonreir pensando que lo veré en pocos días, y pasar al llanto en un segundo porque no lo podré besar. Odio no quitarmelo de la mente ni un segundo, odio no ser completamente feliz sin él, odio quererle tanto, y odio pensar que una vez me dijo que era lo más especial en su vida.
