Muere un detenido en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas
Sufrió un ataque al corazón
Un hombre de 39 años, detenido por la Guardia Civil por alterar el orden público, desobediencia y resistencia grave a los agentes de la autoridad, falleció en el Cuartel de Roquetas de Mar, por un paro cardíaco, según informó hoy en un comunicado el Instituto Armado.
La víctima, natural de este municipio, se había personado sobre las 16.30 en las dependencias del cuartel, tras haber tenido un accidente y ser perseguido por el otro vehículo, con cuyo conductor había discutido, y "según su propia manifestación porque había estado ingiriendo droga desde el día anterior", según la nota.
Una vez aclarados los hechos relativos al accidente de tráfico, una de las partes se ausentó del acuartelamiento, mientras continuaron las diligencias con la otra, para lo cual se requirió la presencia de la Policía Local a fin de efectuarle la prueba de alcoholemia.
Según la Guardia Civil, al personarse los agentes locales, el hombre se alteró emocionalmente con una crisis nerviosa y reaccionó con signos de violencia contra los componentes del cuerpo, por lo que tuvo que ser reducido y detenido. Acto seguido, cuando iba a ser introducido en el vehículo oficial para trasladarlo al arresto municipal, en el patio del cuartel, volvió a alterarse y entró en una nueva crisis nerviosa, "siendo preso al parecer de un infarto de miocardio".
Los agentes trataron de reanimarlo, y aunque en pocos minutos acudió la asistencia médica, sólo se pudo certificar su fallecimiento.
En el forcejeo con el detenido resultaron lesionados con heridas tres agentes de la Guardia Civil del puesto de Roquetas, por lo que tuvieron que ser atendidos en el centro hospitalario de Almería, a causa de mordeduras, fracturas en dedos de la mano y diversas heridas.
Personada la Comisión Judicial en funciones de la Guardia Civil de Roquetas de Mar, se procedió al levantamiento del cadáver, "apreciando la médico forense en principio, que el fallecimiento ha podido originarse a consecuencia de un paro cardíaco", por lo que está previsto que hoy se le practique la autopsia.
Sólo he leído la noticia en Internet y no se lo que estarán diciendo los periódicos y la tele, pero todo esto es una puta mentira. El hombre murió de un infarto porque los civiles le pegaron con unas porras eléctricas que están prohibidas. Algunas pequeñas que dan poca descarga son legales, pero usaron las grandes. De hecho el cadáver del hombre está lleno de quemaduras y tiene parte de la cara desfigurada.
¡ASESINOS!