Angela, cuando el señor Gonzalez se vaya a pasar el resto de su vida a su lado, me llamas. Para pasar alguna noche al lado de las vuestras...
xD
Yo sigo:
Días que se escapan de las manos
Ahora da igual subir,bajar,estar parado
viendo pasar aviones blancos desde aquí
sensacional huida en plano largo
y yo que me creía Steve Macqueen
La destreza de tus manos lentas
entre las sombras de un hotel barato
Intenté borrar todas mis huellas
Sólo quería mantenerme a salvo en
días que se escapan de las manos
noches en colchones prestados
Días que brillan sobre el piso mojado
Me daré una vuelta para verte un rato
bajo la tormenta
Ahora da igual volver,rugir,pasar de largo
coleccionar retratos que viví
emocional sentida en un impacto
la vida es un extracto que perdí
Alegría de tus manos lentas
son expertas en coches usados
Intenté volar todos los puentes
Sólo quería mantenerme a salvo en
días que se escapan de las manos
corren como coches robados
Días que brillan sobre el piso mojado
me daré una vuelta para verte un rato
bajo la tormenta
La destreza de tus manos lentas
entre las sombras de un hotel barato
yo que intenté cruzar todos los puentes
sólo quería mantenerme intacto en
días que se escapan de las manos
noches en colchones prestados
días que brillan sobre el piso mojado
me daré una vuelta para verte un rato
bajo la tormenta
Vidas Cruzadas
Al arder la rama
Las estrellas ardieron también
Y una vez en calma, me largué
Quiero amanecer mañana
Como un loco después de las seis
En un hotel sin dramas, ésta vez
Vidas que dejé cruzadas
vienen encendiéndose
Vidas que dejé cruzadas
vienen persiguiéndome
Llevo todo el día en cama
Con el volumen de la tele al tres
Viendo caras largas de john wayne
Vidas que dejé cruzadas
Vienen encendiéndose
Vidas que dejé cruzadas
Vienen persiguiéndome
Lucha con un movimiento
Una luciérnaga azul y tú
para ya, ¿no ves que hay una luz
en el fondo de mi corazón?
Vidas que dejé cruzadas
vienen encendiéndose
Vidas que dejé cruzadas.
vienen persiguiéndome
Lucha, con un movimiento
Una luciérnaga azul y tú,
Para ya,¿no ves que hay una luz
en el fondo de mi corazón?
y por último
salitre
Te acariciaba el viento de poniente
te llevó a la arena bañada en salitre
te acariciaba un marinero en tierra
pero ésta vez no era yo.
Te conocí en Conil de la Frontera
nunca es primavera donde tú creciste
sigues teniendo carita de pena
pero no me miras con tus ojos tristes.
Bañada en salitre
flota en la memoria de los días grises
fumo en la ventana
veo tu silueta sobre el arrecife
Algunas flores crecen en las dunas
sube la marea y se hacen invisibles
algunas duermen a la luz de la luna
persiguiendo sueños imposibles.
Bañada en salitre
flota en la memoria de los días grises
fumo en la ventana
veo tu silueta sobre el arrecife
Ahora tendré que salir a buscarme
alguien que me arranque de cuajo la pena
de alguna manera tendré que olvidarte...
Tengo que olvidarme de alguna manera.
Ahora doy paso a
Ismael Serrano, creo que estás dos canciones ya están colgadas, por mí o por otra persona, y si no es así, aquí estan.
Vine del norte
Vine del norte buscando una canción y una cruz,
y allí se cruzó un cometa, y en su estela estabas tú.
En Madrid seguiría lloviendo, triste como lo dejé,
y en Santiago con tus luces y su noviembre me quemé.
Y fue después de un concierto, una noche en tu universidad,
allí te encontré de nuevo, "Hoy te invito a carretear".
"Acepto gustoso tu oferta, sólo con una condición:
que no se acabe esta noche y que no me enamore yo".
Andando por La Alameda, tú me empezaste a contar
causas, azares y luchas, en estos días y al pasar
por delante de La Moneda, tú tarareaste a Jara.
Me miraste, "Así tan duro, tienes un aire a guevara".
Y entramos en un bareto, y allí alguien cantaba a Fito.
"A este paso me enamoro, sólo me falta otro pisco".
"Déjate de historias, súbete ahí, y cántame una de Silvio".
"Sólo si me das un beso", y todos cantaron conmigo.
Salimos del bar borrachos, agarrados de la mano,
y en la calle como siempre jodiendo andaban los pacos.
Tú les gritaste "¡Asesinos!", y los dos echamos a correr.
Tú reías, y en tu risa yo me veía caer.
Pero, "¿Dónde has estado este tiempo? Se hace tarde, vete a casa",
y en tu abrazo a lo lejos, creí oír a los Parra,
cantando para nosotros. Será mejor que me vaya.
Ahí quedé, solo, gritando, sin ti, "Te recuerdo, Amanda".
"Te recuerdo, Amanda".
Al tiempo llegué a mi norte, con una canción y una cruz,
con la estela de un cometa, con tu mentira y con tu luz.
En Madrid seguía lloviendo, tal y como lo dejé,
y en Santiago tantas cosas, hoy me muero por volver.
Hoy me muero por volver.
La Huida
Ella tiene quince primaveras, pocas mentiras que contar,
dos pendientes de primero y aún no ha visto el mar.
Mientras lo espera sobre la acera, se derrumba el mundo.
Él tiene dieciseis agostos y una nube que robó,
y versos de Extremoduro volando en la habitación.
Mientras la sueña copia un poema que luego hará suyo.
Y como cada tarde, la ciudad se detiene en el instante
en el que él la pasa a recoger.
"¿Qué tal en clase?". "Llegaste tarde". "No me riñas, ven".
Y ella aprieta contra el pecho la carpeta, y en el cielo
anémonas de humo, antenas de coral.
"Si quieres, mi vida, te rapto yo un día, te llevo a ver el mar".
Una tarde como otra cualquiera él la pasará a buscar
con el alma en un pañuelo, con el coche de papá.
"Sube al barco, niña. Ésta es la huida que te prometí".
Ojalá que tengan suerte, tal y como lo soñamos,
y al paraíso les lleve la Nacional 4.
"Amor, ¿por qué lloras? ¿Qué es lo que te pasa?" "Será que soy feliz".
Y nada más pasar Despeñaperros se les echa encima el sueño
y las ganas de compartir sudores.
"Paro y nos dormimos". Fuera queda el frio con la oscura noche.
Al rato, el coche queda lleno de vahos y de vuelos,
en playas infinitas, carretera sin fin.
Arenas desiertas, mil atardeceres que acaban en ti.
No será la luz del alba lo que los despertará,
ni una gran ola rugiendo, no será el olor a sal:
una pareja de picoletos pegándoles voces.
Como el cristal de los sueños, de camino al cuartelillo.
Se han quebrado un par de vidas entre broncas y gritos.
¿A quién se le ocurre? Se deshace una nube y una ola se rompe.
Y ya de vuelta a la ciudad, donde nunca sabe a sal,
la piel y la lluvia, que a veces te besa,
se van para casa, escuchan aullidos, golpes que no cesan.
Los viejos les prohibieron la salida, el tiempo fue arando sus vidas,
quemando poemas, carretera sin fin.
De vuelta hacia casa mil atardeceres que acaban sin ti.
La ciudad se siguió derrumbando, en la acera mientras tanto
anémonas de humo, antenas de coral.
Él se pierde en la bruma, ella sólo recuerda cuando mira el mar.
Le asalta la duda de estar viva y recuerda alguna huida
cuando aún no sabía mentir.
"Amor, ¿por qué lloras? ¿Qué es lo que te pasa?" "Será que soy feliz".
perdonen la molestia por tanta letra....