Si alguien kisiera leer algo largo y decirme ke tal?
Posted: 20 May 2004, 23:52
Kaixo, es ke ando escribiendo un libro y me gustaria que alguien lo leyese y me dijese ke le parece si les gusta, sino y cosas asi. Se agradecería todas las criticas Acias x adelantado os aconsejo k lo corteis y pegueis en el word y si alguien kiere k siga poniendo mas pues ke me diga
PRÓLOGO
Creo que ha llegado la hora de relatar la otra versión de la historia, ahora, que apenas queda gente para combatir a la oscuridad. Debéis conocer la verdad.
Mucha gente pensó, al igual que la mayoría que estáis leyendo ahora mismo estas líneas, que todas las acciones acontecidas en los últimos años fueron en realidad ataques terroristas para sembrar el caos y la destrucción. Crear el caos mundial, cuando en realidad ha sido y será un intento casi desesperado por salvar a la raza humana.
Eso es lo que él ha querido que creáis, tras esa pantalla de humo se esconde una mortífera conspiración cuya única finalidad es la esclavitud y devastación de toda la raza humana. Sé que esto os parecerá una locura pero yo lo he visto con mis propios ojos, yo lo he sufrido.
Pero el mal sigue escondido entre vosotros, fuera del alcance de vuestros ojos como estuvo fuera de los mios. Esperando el momento idóneo para su ataque final y ahora sin resistencia ninguna, lamento que conseguirá llevar a cabo su nefasto fin, nuestra total aniquilación.
Su objetivo primordial ha sido y será crear la noche eterna. Gobernarnos para poder colmar su sed y la de sus oscuros seguidores como si de simples animales de granja nos tratasemos.
Pensarás que estoy loca, que soy un paranoica o peor aun una demente peligrosa como la prensa mundial ha etiquetado a todo aquel descubre la verdad. No te niego que no haya perdido la cordura porque después de haber visto y sentido lo que yo, te aseguro que seria extraño no perderla.
Lo que a continuación os relato todo lo ocurrido lo mas cercano posible a como ocurrió, una historia difícil de creer, lo se. Yo quisiera no creer pero sobre mi espalda siento el peso de la muerte de demasiados seres queridos, algunos a los que apenas conocí, como para dejar que su sacrificio quede en el olvido. Por ello dedico estas lineas a todos aquellos que murieron por esta lucha, a los que me dieron apoyo en estos días oscuros.
Ante todo he de pediros perdón, sé que estas lineas no son muy buenas pero jamás fui escritora ni pretendí serlo, aunque tampoco imaginé que la vida me tendría preparado este destino. Ya nada puede remediar este hecho así que prefiero no recordarlo más tiempo del necesario y pensar que simplemente ocurrió lo que tenía que ocurrir.
Debo empezar por el principio, mi tutor me contó hace unos años una historia que cambiaría la forma de ver la vida. Hace dos décadas se elegió a ocho jóvenes para realizar una importante misión, debían combatir y acabar con los moradores de la noche o eso fue lo que me hicieron creer. Todos ellos cayeron en una mentira en la que fueron atrapados, incluso su maestro aquel que les enseñó a ser lo que fueron, fue el peor parado. Lamentablemente nadie se dio cuenta del engaño hasta que todo fue demasiado tarde.
Me imagino que llegado este punto vuestras opiniones hacia mi no serán nada favorables y que mi veracidad estará siendo puesta en entredicho, sinceramente no me importa.
Sé que estoy a punto de emprender una nueva lucha, ahora que he causado una gran derrota a mis enemigos, ellos contratacaran con rabia y yo les estaré esperando. He vengado la memoria del ser que mas he querido y respetado, mientras yo viva su sacrificio no habrá sido en vano.
Ese fue el precio que tuvo que pagar y ahora sólo necesito evadirme de esta sensación de vacío que se apodera lentamente de mí, sentirme que seré digna de su mirada. Allí donde este que vea mis actos y se sienta orgullosa de mi. Siempre luchare en su nombre y vuestra opinión no será lo que acabe con ella.
Pero si algo he aprendido entre tanta destrucción y mentiras, es a tener esperanza. Aun después de que te arrebaten hasta tu propio corazón siempre se debe tener esperanza, ahora mientras veo otro amanecer me doy cuenta de que todavía hay algo por lo que luchar.
Cuando yo deje este mundo, alguien cogerá mi testigo y cuando aquel también expire serán otros los que lucharán hasta que esta plaga sea totalmente erradicada de la faz de la tierra.
Sólo espero y deseo que este libro os abra los ojos a muchos de vosotros, que veáis que el peligro está mucho más cerca de lo que en realidad creéis y lucheis para no caer en la misma oscuridad que ha hecho caer a tantos.
PARTE 1: SOCIEDADES EN LA OSCURIDAD
Hay gente que opina que es el destino el que marca tu camino que tu vida es como un rio donde tienes que navegar sobre un trazado ya descrito desde tu nacimiento, yo no lo creo asi.
No creo en ese destino que todo el mundo me inst ya que de lo contrario debía de ser realmente cruel para tenerme preparado algo asi para mi. Separarme de mis amigos, mi familia y sobre todo separarme de la persona mas apegada a mí. No podía ser obra de algo al azar y como posteriormente pude descubrir estaba en lo cierto
Aunque en un primer momento me escudé en la creencia que no había otra solución, ahora mientras recapacito sobre la decisión que tome no lo veo tan claro. Creo que mi marcha no se debió hecho de intentar proteger a mis seres queridos sino algo mas profundo. Pienso que el poder que dormía en mis entrañas fue el verdadero motivo de mi marcha, quería salir y aquella era su oportunidad, ellos lo planearon así.
Cada uno de mis pasos, decisiones o dudas habían sido medidas al milimetro tanto por mis aliados como por mis enemigos. Tanto unos como otros esperaban sacar el máximo provecho de un joven al que se le ofrecía un futuro muy diferente del que me había imaginado.
Pero no me interpreteis mal, creo en el azar porque tengo claro que fue pura casualidad encontrarme en aquel sitio para convertirme en lo que acabe siendo, su arma.
Por otro lado he de decir a favor de todo lo acontecido que tomar aquella decisión, aparte de todos los sacrificios me hizo encontrar tambien cosas importantes. Allí encontre a un grupo de jóvenes extraordinarios, ellos me ayudaron a sobreponerme a la perdida de mi antigua vida y crear asi una nueva familia, así como una figura paternal que tanto apoyo me mostro durante el tiempo que permanecí lejos de mis seres mas queridos.
Cada uno de ellos busco en mi algo que les faltaba y yo en ellos algo que necesitaba haciendo nuestro vinculo tan fuerte que su mera ausencia ahora me llena de dolor y nostalgia.
Ellos hicieron de mi una persona mejor y así poder dominar el monstruo que dormía en mí.
Xabier
1.- PRIMEROS AUGURIOS
Eran las tres de la madrugada y como venía repitiéndose desde hacía más de un mes, despertó sobresaltado de una de sus continuas pesadillas.
Xabier se incorporó en la cama, su desorientación era total y por mas que miraba a su alrededor no conseguía saber donde demonios se encontraba. Le costó unos segundos situarse, tras respirar hondo varias veces y mirar una vez mas a lo que le rodeaba comprendió que no se había movido de su habitación.
Como cada noche volvió a sentir ese maldito malestar, ese intenso dolor que se originaba en mitad de la espalda y le hacía tan trabajoso el respirar. Sentía como si una aguja le estuviese perforando sin descanso su ya maltrecho cuerpo, sintiéndose totalmente debilitado. Aquella falta de sueño acabaría haciendo que enfermase.
Al final tendría que ir al médico a causa del dichoso tatuaje. Lo mas probable era que tendría que desacerse de él, o por lo menos eso le había dicho un amigo. Al conocer su estado, le comento que los dolores podían ser causados por una infección por usar tinta en mal estado en cuyo caso tendrían que usar cirugía para extraérsela.
Xabier no quería llegar a ese extremo ya que había cogido mucho cariño al tatuaje, este era como una seña de identidad ya que estaba seguro que desde hacía siglos nadie había visto ese símbolo. Se trataba de un dibujo celta circular dividido en siete partes iguales y cuyo interior estaba decorado con multitud de pequeños detalles que lo rellenaban dándole un aspecto realmente magnifico. Aunque no tenía ni idea que demonios podían significar todos aquellos símbolos.
El joven lo había encontrado por casualidad mientras curioseaba, sin mucho interes, entre libros de segunda mano en una librería. El manuscrito estaba entre las hojas de una vieja novela sobre ordenes religiosas de la antigüedad. Al preguntarle al dueño de la tienda sobre la procedencia de la hoja, este, se limitó a contestarle que probablemente esa hoja se hubiese quedado traspapelada hacía años en aquel viejo libro. Según vió el dibujo supo que aquel sería su tatuaje.
Tuvo que insistir mucho para que alguien se atreviese a tatuárselo ya que la complicación del mismo hacía muy difícil que quedara bien una vez tatuado, finalmente lo consiguió y el trabajo fue excelente.
En un principio había curado sin problemas pero hacía poco mas de un mes empezaron los dolores.
Primero eran pinchazos que simplemente le causaban un pequeño malestar, que enseguida achacó al estrés al que estaba sometido debido a la proximidad de los examenes. Pero la última semana se convirtieron en dolores inaguantables que hacían que incluso su temperatura corporal subiese de manera alarmante. Muchas veces le impedían conciliar el sueño y para cuando lo conseguía no lograba descansar. Aquellas malditas pesadillas se repetían en su cabeza una y otra vez.
Sabía que ya no se volvería a dormir y eso implicaba para él no estar descansado para el importante examen que tenía al día siguiente. Así que decidió recostarse en la cama e intentar por lo menos recordar algo de su último sueño, sabía que no había sido nada agradable aun así quería saber que le había despertado.
Como siempre nada, tras estar un buen rato intentando recordar lo único que su mente logró dibujar fueron unos borrosos ojos rojos que lo observaban a través de una especie de niebla sobrenatural, aquellos ojos solo expresaban un sentimiento, un odio infinito.
Nada mas pudo recordar solo aquella mirada grabada que hacía que el mero hecho de recordarla le llenara de un temor indescripcible, hecho totalmente estupido ya que como se repetía una y otra vez simplemente se trataban de estupidas pesadillas motivada por malas jugadas de su propia mente, con esos pensamiento se volvió a tumbar en la cama.
Poco tiempo tadaría en darse cuenta que no se trataban simplemente de estúpidas pesadillas.
Como era costumbre, llegó tarde a la universidad pero no le importó ya que era el último día antes de las vacaciones de verano, quedar con sus amigos y olvidar las pesadillas que noche tras noche le atormentaban. El día transcurrió sin novedad, estaba ansioso por que tocara la campana para poder salir y despejarse, empezaba a sentirse bastante agobiado después de haber hecho el último de los exámenes pero por fin había acabado. Tenía todo un fin de semana por delante para relajarse y no pensar en otra cosa que en disfrutar.
Cuando salió al exterior el sol empezaba a ocultarse por detrás de los edificios, le encantaba ese momento de la tarde era el momento del día mas especial para él, era el momento en que hasta la ciudad descansaba y sus ruidos disminuian hasta convertirse en un leve murmuro apenas audible.
Sin la menor prisa se dirigía hacia casa, este momento le aportaba paz y tranquilidad que el necesitaba.
De repente todo eso cambió, empezó a sentir una sensación rara. Un calor empezó a invadir todo su cuerpo y la espalda le volvía a doler con tal intensidad que no pudo reprimir una mueca de dolor. Sus sentidos se agudizaron de manera espectacular y le pareció que todo a su alrededor se movía mucho más lento de lo normal, como sí sus percepciones de la realidad fueran más rápido que el propio tiempo.
Era como si su cuerpo le quisiera avisar de algo, le aterraba esa sensación se sentía completamente fuera de lugar y totalmente vulnerable. Aunque fue otra cosa lo que realmente le preocupaba al agudizar sus sentidos tuvo la sensación de estar siendo observado, aunque por mas que miraba a su alrededor no consiguió consiguió encontrar a nadie, estaba solo en la calle.
La sensación duró apenas unos segundos, luego todo volvió a la normalidad, el dolor remitió y todo lo que le quedó fue una leve sensación de mareo y desorientación.
<<Necesito dormir>>.- Pensó, y siguió caminado hacia la estación de tren.
Al doblar la esquina, un mercedes negro que aparentemente estaba aparcado salió calle abajo.
Por primera vez en un mes esa noche durmió sin sobresaltos, no hubo ojos que le despertaran en mitad de la noche.
La pesadilla que tantas noches le había quitado el sueño, desapareció como si nunca hubiese existido, eso le extrañó bastante. Luego pensando friamente compredió que todo había sido debido al estrés que le causaban tener los exámenes del cuatrimestral tan cerca y una vez acabados podía volver a dormir y relajarse.
Al levantarse comprobó que se encontraba totalmente descansado y su humor había mejorado considerablemente. Lamentablemente lo que no remitió fue el dolor de la espalda pero había llegado un momento en que se había acostumbrado a él, así que decidió que eso no le arruinaría el día.
Se duchó, saludó a sus padres, salió de su piso a todo correr y sin perder el tiempo fue a llamar a su novia, por primera vez desde hacía mucho tiempo se sintió bien.
Como todos los sábados, cuando Xabier llegó ella todavía estaba en la cama, así que tras despertarla se fue a desayunar. Sabía que tenía unos veinte minutos para desayunar tranquilamente antes de que ella estuviese lista, así que se tomó su café sin prisas mientras leía el periodico.
Le volvió a ocurrir, justamente antes de pagar el desayuno volvió a tener esa sensación, alguien le observaba pero por mas que se giró y miró alrededor no encontró a nadie sospechoso.
La cafetería donde había desayunado daba a un pequeño parque cuadrado con apenas un par de bancos para sentarse y donde a esas horas de la mañana solamente había unos cuantos niños correteando y jugando ruidosamente.
Ninguna persona que resultase fuera de lugar, aquello le frustró notariamente ya que estaba seguro que alguien iba tras él. No sabía porque pero estaba seguro que sus sentidos no estaban equivocados aunque era incapaz de encontrar a su perseguidor.
Pagó y salió en busca de su novia, no sin antes girarse una vez más en busca de su vigilante, mas no encontró a nadie. Se dio la vuelta y tomo dirección a casa de Rakel .
Llevaba con ella algo más de un año y aunque habían tenido sus diferencias Xabier sabía que nadie le comprendía en el mundo como ella, todavía se preguntaba como una chica tan guapa se podía haber fijado en él.
Mientras iba caminado hacia su casa recordó como la había conocido y esbozó una sonrisa, fue en Nochevieja.
Estaba en un bar celebrando con sus amigos la llegada del nuevo año y entonces la vio, no supo nunca como pero reunió todo el valor que tenía en ese momento y se acercó a ella, según empezaron a hablar el joven descubrió que era una de las personas más encantadoras que había conocido. Ambos siguieron charlando durante horas y sin darse cuenta el día se les hecho encima. Cuando aquella mañana se despidieron creyó que nunca mas la volvería a ver pero cual fue su sorpresa cuando recibió un mensaje a su móvil a los pocos días diciendo si quería quedar con ella para tomar algo y así empezó todo.
De un metro setenta Rakel era verdaderamente una belleza, aquellos grandes ojos verdes te penetraban hasta lo mas profundo de tu corazón y pocas veces dejaban a uno indiferente, Xabier lo sabía muy bien. Su cara redondeada y nariz de botón le daban un aire a niña buena que sabía explotarlo a la perfección cuando lo necesitaba, pero sin duda su carácter era lo que mas llamaba la atención.
Por un lado podía ser la joven mas compresiva del mundo, siempre dispuesta a ayudar y ha hechar una mano cuando el la necesitaba, se convertía en la peor de las enemigas cuando alguien conseguía sacarla de quicio. Cuando sus mofletes se enrojecían y se hinchaban, era mejor estar a una distancia de ella, de lo contrario podrías acabar inmerso en mitad de la tormenta y Xabier había aprendido que aquello era verdaderamente peligroso.
Por lo que Rakel no era solo una chica guapa sino que ademas tenía un marcado carácter, para bien o para mal.
Sumido en sus recuerdos no se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde, sus sentidos se volvieron a agudizar por segunda vez en pocos minutos y le sobrevino el mareo.
Miró alrededor buscando el causante de esas raras sensaciones, y esta vez consiguió verle.
Sabia que le observaban, que no era ninguna paranoia suya, una sombra se movía rápidamente entre los árboles cercanos. No quería perder el tiempo y sobreponiéndose a los mareos se dispuso a correr tras la sombra sin pararse siquiera a pensar como demonios alguien había conseguido trepar hasta la copa de aquel arbol y conseguía moverse con tanta rapidez. Una mano le impidió hechar a correr, era Rakel
-¿Qué estás haciendo?- Le preguntó con cara de sorprendida, al verle tan tenso.
- Nada, no te preocupes es que hoy no he dormido muy bien, es sólo eso.
- Chico cada día eres mas raro.- Le contesto la joven esbozando una sonrisa
La besó y se alejaron de allí aunque mantuvo la vista fija en el el sitio donde hacía unos instantes había visto la sombra. Había perdido la oportunidad de saber que estaba ocurriendo.
Pasó todo el día con ella, fueron a comer juntos y después tomaron un café y hablaron durante horas, era otra cosa que le encantaba. Con ella se podía hablar sobre cualquier tema sin que temer una crítica por parte de ella simplemente se limitaba a dar su opinión sobre el mismo sin realizar juicio alguno sobre las ideas de los demas, era una gran tertuliana y las horas pasaban a su lado como si de minutos se tratara.
Cada vez que la miraba le parecía más hermosa, se acababa de teñir el pelo de negro y le daba un toque muy provocador.
Eran las ocho de la tarde cuando dejó a su novia con sus amigas se despidió de ella con un beso y se dirigió donde había quedado. Un par de amigos le recogerían para ir a tomar algo, hacía mas de un mes que no salía con sus amigos y tenía ganas de desconectar por completo, celebrar que se hubiesen acabado los examenes y sus amigos eran unos expertos en eso.
Mientras esperaba a sus amigos Xabier se encendió un cigarrillo y empezó a pensar en las pesadillas, en las sombras que veía y si todo ello tenía alguna relación, era algo que escapaba a su comprensión.
Él era un chaval normal, no había destacado en nada ni tenia ningún don especial, no entendía por que le andaban buscando precisamente a él. De repente, un claxon lo sacó de sus pensamientos, cuando levantó los ojos estaban allí sus amigos esperándole, tiró el cigarrillo y montó en el coche.
La noche transcurrió tranquila dentro de lo que cabe, lo que iban a ser un par de copas acabaron siendo media docena. Inconscientemente eso era lo que buscaba Xabier ahogar todas sus preocupaciones en alcohol. Durante poco más de tres horas se olvidó de todo, de los sueños, los ojos o de las sombras que le acechaban, el alcohol narcotizó todos sus problemas, incluso los dolores parecieron desaparecer pero nada mas lejos de la realidad, aquello fue el principio del caos.
Lo siguiente que ocurrió nunca logró recordarlo de todo, charlaba distendidamente con un amigo cuando de forma casual la mirada se le desvió hacia una mujer, ella tenía clavado sus enormes ojos en él. La miró y pudo dejar de observarla.
Era muy hermosa, su figura era perfecta, sus curvas quedaban resaltadas gracias a un vestido que no las escondía sino que las resaltaban de manera exagerada de forma provocativa. Un cabello rubio caía en cascada por los hombros hasta mas debajo de la cintura pero fue sin duda sus ojos lo que de verdad le cautivo. Eran increíbles, negros, enormes y los tenia clavados en él, ella le estaba buscando y le había encontrado.
Cuando Xabier fijó su vista en ellos notó como si se hundiera en un vacío, esa era una sensación que no era nueva para él. Sintió que la había vivido antes y sabia donde, en sus sueños pero lo que de verdad le preocupó fue que una extraña sensación le volvió a avisar, sus sentidos se pusieron alerta.
Todas estas señales de alarma hicieron que tras mucho esfuerzo consiguiera deshacerse de la hipnotica mirada de la mujer, se dio cuenta de que alli corria peligro y que debía marcharse cuanto antes.
Se despidió de sus amigos y éstos se preocuparon por él al verle tan nervioso pero Xabier se deshizo de ellos contestandoles que no se encontraba bien y que había bebido demasiado, sin nada más que una precipitada despedida salió corriendo del bar.
Sabia que tenía que ir lo mas lejos posible de esos ojos, de esa mirada, corrió y corrió hasta que no pudo más y tuvo que descansar. Cuando miró alrededor, descubrió que aunque había estado muchas veces en aquella zona de la ciudad no conocía el barrio donde se encontraba, se había perdido.
En un principio se preocupó pero poco a poco dejó de importarle, lo que realmente necesitaba era descansar, olvidarse de esos ojos. Al llegara a casa todo se vería de distinta manera, o eso creía, además el exceso de alcohol podía hacerle exagerar las cosas. Seguro que la muchacha solo se había fijado en él por casualidad. Cuando al fin había conseguido recuperar el aliento y centrar su cabeza para que volviese a funcionar de manera racional, una voz femenina sonó a su espalda.
- ¿Tan mala te resultaba mi compañía que te has marchado sin ni siquiera despedirte?- le dijo con una voz que, aunque intentaba disimular dulzura, se podía apreciar que estaba llena de odio y maldad.
Deseaba que no fuese verdad, sabía de sobra de quién era esa voz aunque jamás la había oído. Se giró y allí estaba ella, con el mismo vestido, el mismo pelo, la misma mirada penetrante, hipnótica.
Entonces había sido ella, ella era la que le había estado persiguiendo, la que le acechaba incluso en sueños, solo había una cosa que no concordaba, esos ojos aunque similares a los de sus sueños eran negros no rojos.
-¿Quién demonios eres tú?- Le preguntó, armándose de valor mirándole a los ojos.
- Tu peor pesadilla.- Esa fue su única contestación, esbozando una cruel sonrisa.
Lo siguiente sucedió en poco más de un par de segundos, ese tiempo fue el que tardó la extraña chica en recorrer los veinte metros que separaban a ambos y colocarse a escasos centímetros de la cara de Xabier.
Le pareció que el tiempo se detenía por un instante, sus sentidos le volvieron a avisar, aunque esta vez el peligro estaba ya demasiado cerca como para poder esquivarlo. Su perfume penetró por sus fosas nasales, narcotizándole. Era excesivamente dulce, era el olor de la sangre.
Un intenso dolor le hizo volver a la realidad, le había golpeado en la boca del estomago con tal violencia que notó como se despegaba del suelo.
Entre el dolor y la sorpresa al ver que una chica con una complexión como la que se encontraba frente sí pudiese propinarle tal golpe, intento mantener el equilibrio pero finalmente sus piernas le fallaron y cayó de rodillas. Sin apenas tiempo para recuperarse del tremendo golpe, notó como una mano le agarraba el cuello y lo levantaba del suelo sin la menor dificultad.
En esos momentos Xabier no entendía nada, sólo sabía que estaba sintiendo la muerte muy de cerca y que no podría hacer nada por evitarla. Le quedaba la impotencia de mirar a los ojos de su asesino, a esos ojos negros que vistos de cerca carecían de pupilas, tan similares a los de sus sueños.
Notó cómo aquella mano apretaba más y cómo sus pulmones se quedaban sin oxígeno, su vista estaba fallando y ya no tenía fuerzas para intentar deshacerse de aquella fiera, poco a poco dejó de forcejear y viendo que aquel sería su final se dejó morir.
Fue justo en ese momento estando inmerso en esos ojos y apunto de perder el sentido a causa de la falta de aire, cuando la presión de la mano disminuyó de manera brusca, Xabier cayó al suelo totalmente desorientado. Tardó unos segundos en recuperarse, cuando finalmente logró ponerse de pie, pudo ver quién o qué le había salvado la vida.
Aún sin haber recuperado la vista completamente pudo distinguir una figura totalmente vestida de negro donde segundos antes se había encontrado la mujer.
Intentó fijarse en su rostro pero una capucha y las sombras de la zona hacía su trabajo perfectamente y lo mantenía perfectamente oculto. Pero un detalle que aquella capa no podía tapar era ni el tamaño ni la magnifica costitución de la persona que le acababa de salvar la vida.
Viendo que no iba a conseguir distinguir gran cosa de quien esperaba, sería su salvador, se centró en la que hacía menos de un minuto había intentado acabar con su vida, su sorpresa fue mayuscula. Esa mujer que antes le había parecido tan innatural, carente de sentimientos ahora no lo era, ahora su rostro reflejaba miedo, un miedo aterrador ante el ser que se encontraba frente a Xabier.
- Mi señor estará muy complacido cuando le lleve tu cabeza.- Aunque quería disimular el terror no era capaz de esconderlo.
La otra figura ni se molestó en contestarla, al sentir esa falta de respeto la mujer montó en cólera y atacó. El ataque fue tan veloz como el anterior y por segunda vez Xabier fue incapaz de seguir el movimiento. Aunque no lo suficiente como para sorprender a su nuevo enemigo.
Este la esperó y realizando un giro completo sobre si mismo evitó sin mayor dificultad el ataque, haciendo que la mujer cerrara sus manos en el aire sin encontrar a su presa. El encapuchado no perdió el tiempo y viendola vulnerable descargó su codo con una violencia sobrehumana sobre la nuca su enemiga, que aun no había conseguido parar su carrera. Esta perdió el equilibrio debido al violento impacto y cayó a los pies del encapuchado totalmente vencida.
Cualquier ser humano hubiese sucumbido ante un impacto así pero la mujer se levantó casi instantáneamente y pegó un salto de varios metros para alejarse de su agresor.
- Veo que no seras tan facil de vencer como pensé.- Habló la mujer ya sin esconder su miedo.
Por segunda vez el encapuchado hizo oidos sordos a las palabras de la cada vez mas aterrorizada mujer y tras darle un segundo de descanso fue el que atacó esta vez.
Atacó en zig-zag de izquierda a derecha y Xabier apenas podía ver al atacante, pero justamente cuando creía que no vería gran cosa sus sentidos se volvieron a poner en funcionamiento y el tiempo se relentizó haciendole ver mejor lo que a pocos metros de él ocurría.
La mujer lanzó sus garras buscando parar la peligrosa carga del encapuchado pero este la esquivó sin mayor problema agachándose en el último momento, ahora ya no quedaba defensa alguna entre el atacante y su victima o eso pensó Xabier.
Unos reflejos y una rapidez sacados del propio miedo a la muerte hicieron que la mujer lanzara otro ataque. Esta vez con la otra mano, de izquierda a derecha buscando perforar el cuello del atacante.
Este hecho pareció pillar por sorpresa al encapuchado y hubiese sido mortal si no llega a ser porque en el último momento se lanzase al suelo para rodar sobre si mismo y evitar así el fatal ataque.
Cuando su salvador se levantó estaba a unos tres metros de la mujer, Xabier pudo comprobar que parte de la capa que tapaba su hombro derecho estaba desgarrado. Al mirar la mano izquierda de la mujer y ver sangre en la misma, sus sospechas se confirmaron, había herido a su contrincante.
- Veo que puedes sangrar.- Le dijo mirándose la mano y con un tono de voz mas seguro.- Así que puedes morir.
Por tercera vez él no contesto a sus palabras pero esta vez pareció que entre las sombras de su capucha esbozaba una sonrisa.
Xabier no entedía porque el encapuchado sonreía hasta que el rostro de la mujer se contrajo de dolor.
Instintivamente poso sus manos sobre su pecho, al haberse parado justamente debajo de la luz de una farola Xabier pudo ver con toda claridad el motivo de tal drástico cambio.
Clavado en el pecho y a altura del corazón pudo ver una pequeña empuñadura de lo que presumía ser una daga.
Su asesina, tras emitir un grito tan carente de humanidad que le heló el corazón cayo de rodillas. Intentó en vano arrancar el puñal de su oscuro corazón pero todo esfuerzo fue inútil. Finalmente su cuerpo carente ya de vida se desplomo sobre el frio suelo .
El joven no daba credito a lo que veía. Su salvador no solo había conseguido eludir el ataque de la mujer, sino que se las había ingeniado para herirla mortalmente. Él ni siquiera le había visto sacar el arma, a pesar que gracias a su extraño poder había coseguído relentizar considerablemente el tiempo. Fue su último pensamiento.
Su cuerpo había sido expuesto a demasiadas emociones en tan poco tiempo para poder soportarlo, Xabier perdió el conocimiento.
PRÓLOGO
Creo que ha llegado la hora de relatar la otra versión de la historia, ahora, que apenas queda gente para combatir a la oscuridad. Debéis conocer la verdad.
Mucha gente pensó, al igual que la mayoría que estáis leyendo ahora mismo estas líneas, que todas las acciones acontecidas en los últimos años fueron en realidad ataques terroristas para sembrar el caos y la destrucción. Crear el caos mundial, cuando en realidad ha sido y será un intento casi desesperado por salvar a la raza humana.
Eso es lo que él ha querido que creáis, tras esa pantalla de humo se esconde una mortífera conspiración cuya única finalidad es la esclavitud y devastación de toda la raza humana. Sé que esto os parecerá una locura pero yo lo he visto con mis propios ojos, yo lo he sufrido.
Pero el mal sigue escondido entre vosotros, fuera del alcance de vuestros ojos como estuvo fuera de los mios. Esperando el momento idóneo para su ataque final y ahora sin resistencia ninguna, lamento que conseguirá llevar a cabo su nefasto fin, nuestra total aniquilación.
Su objetivo primordial ha sido y será crear la noche eterna. Gobernarnos para poder colmar su sed y la de sus oscuros seguidores como si de simples animales de granja nos tratasemos.
Pensarás que estoy loca, que soy un paranoica o peor aun una demente peligrosa como la prensa mundial ha etiquetado a todo aquel descubre la verdad. No te niego que no haya perdido la cordura porque después de haber visto y sentido lo que yo, te aseguro que seria extraño no perderla.
Lo que a continuación os relato todo lo ocurrido lo mas cercano posible a como ocurrió, una historia difícil de creer, lo se. Yo quisiera no creer pero sobre mi espalda siento el peso de la muerte de demasiados seres queridos, algunos a los que apenas conocí, como para dejar que su sacrificio quede en el olvido. Por ello dedico estas lineas a todos aquellos que murieron por esta lucha, a los que me dieron apoyo en estos días oscuros.
Ante todo he de pediros perdón, sé que estas lineas no son muy buenas pero jamás fui escritora ni pretendí serlo, aunque tampoco imaginé que la vida me tendría preparado este destino. Ya nada puede remediar este hecho así que prefiero no recordarlo más tiempo del necesario y pensar que simplemente ocurrió lo que tenía que ocurrir.
Debo empezar por el principio, mi tutor me contó hace unos años una historia que cambiaría la forma de ver la vida. Hace dos décadas se elegió a ocho jóvenes para realizar una importante misión, debían combatir y acabar con los moradores de la noche o eso fue lo que me hicieron creer. Todos ellos cayeron en una mentira en la que fueron atrapados, incluso su maestro aquel que les enseñó a ser lo que fueron, fue el peor parado. Lamentablemente nadie se dio cuenta del engaño hasta que todo fue demasiado tarde.
Me imagino que llegado este punto vuestras opiniones hacia mi no serán nada favorables y que mi veracidad estará siendo puesta en entredicho, sinceramente no me importa.
Sé que estoy a punto de emprender una nueva lucha, ahora que he causado una gran derrota a mis enemigos, ellos contratacaran con rabia y yo les estaré esperando. He vengado la memoria del ser que mas he querido y respetado, mientras yo viva su sacrificio no habrá sido en vano.
Ese fue el precio que tuvo que pagar y ahora sólo necesito evadirme de esta sensación de vacío que se apodera lentamente de mí, sentirme que seré digna de su mirada. Allí donde este que vea mis actos y se sienta orgullosa de mi. Siempre luchare en su nombre y vuestra opinión no será lo que acabe con ella.
Pero si algo he aprendido entre tanta destrucción y mentiras, es a tener esperanza. Aun después de que te arrebaten hasta tu propio corazón siempre se debe tener esperanza, ahora mientras veo otro amanecer me doy cuenta de que todavía hay algo por lo que luchar.
Cuando yo deje este mundo, alguien cogerá mi testigo y cuando aquel también expire serán otros los que lucharán hasta que esta plaga sea totalmente erradicada de la faz de la tierra.
Sólo espero y deseo que este libro os abra los ojos a muchos de vosotros, que veáis que el peligro está mucho más cerca de lo que en realidad creéis y lucheis para no caer en la misma oscuridad que ha hecho caer a tantos.
PARTE 1: SOCIEDADES EN LA OSCURIDAD
Hay gente que opina que es el destino el que marca tu camino que tu vida es como un rio donde tienes que navegar sobre un trazado ya descrito desde tu nacimiento, yo no lo creo asi.
No creo en ese destino que todo el mundo me inst ya que de lo contrario debía de ser realmente cruel para tenerme preparado algo asi para mi. Separarme de mis amigos, mi familia y sobre todo separarme de la persona mas apegada a mí. No podía ser obra de algo al azar y como posteriormente pude descubrir estaba en lo cierto
Aunque en un primer momento me escudé en la creencia que no había otra solución, ahora mientras recapacito sobre la decisión que tome no lo veo tan claro. Creo que mi marcha no se debió hecho de intentar proteger a mis seres queridos sino algo mas profundo. Pienso que el poder que dormía en mis entrañas fue el verdadero motivo de mi marcha, quería salir y aquella era su oportunidad, ellos lo planearon así.
Cada uno de mis pasos, decisiones o dudas habían sido medidas al milimetro tanto por mis aliados como por mis enemigos. Tanto unos como otros esperaban sacar el máximo provecho de un joven al que se le ofrecía un futuro muy diferente del que me había imaginado.
Pero no me interpreteis mal, creo en el azar porque tengo claro que fue pura casualidad encontrarme en aquel sitio para convertirme en lo que acabe siendo, su arma.
Por otro lado he de decir a favor de todo lo acontecido que tomar aquella decisión, aparte de todos los sacrificios me hizo encontrar tambien cosas importantes. Allí encontre a un grupo de jóvenes extraordinarios, ellos me ayudaron a sobreponerme a la perdida de mi antigua vida y crear asi una nueva familia, así como una figura paternal que tanto apoyo me mostro durante el tiempo que permanecí lejos de mis seres mas queridos.
Cada uno de ellos busco en mi algo que les faltaba y yo en ellos algo que necesitaba haciendo nuestro vinculo tan fuerte que su mera ausencia ahora me llena de dolor y nostalgia.
Ellos hicieron de mi una persona mejor y así poder dominar el monstruo que dormía en mí.
Xabier
1.- PRIMEROS AUGURIOS
Eran las tres de la madrugada y como venía repitiéndose desde hacía más de un mes, despertó sobresaltado de una de sus continuas pesadillas.
Xabier se incorporó en la cama, su desorientación era total y por mas que miraba a su alrededor no conseguía saber donde demonios se encontraba. Le costó unos segundos situarse, tras respirar hondo varias veces y mirar una vez mas a lo que le rodeaba comprendió que no se había movido de su habitación.
Como cada noche volvió a sentir ese maldito malestar, ese intenso dolor que se originaba en mitad de la espalda y le hacía tan trabajoso el respirar. Sentía como si una aguja le estuviese perforando sin descanso su ya maltrecho cuerpo, sintiéndose totalmente debilitado. Aquella falta de sueño acabaría haciendo que enfermase.
Al final tendría que ir al médico a causa del dichoso tatuaje. Lo mas probable era que tendría que desacerse de él, o por lo menos eso le había dicho un amigo. Al conocer su estado, le comento que los dolores podían ser causados por una infección por usar tinta en mal estado en cuyo caso tendrían que usar cirugía para extraérsela.
Xabier no quería llegar a ese extremo ya que había cogido mucho cariño al tatuaje, este era como una seña de identidad ya que estaba seguro que desde hacía siglos nadie había visto ese símbolo. Se trataba de un dibujo celta circular dividido en siete partes iguales y cuyo interior estaba decorado con multitud de pequeños detalles que lo rellenaban dándole un aspecto realmente magnifico. Aunque no tenía ni idea que demonios podían significar todos aquellos símbolos.
El joven lo había encontrado por casualidad mientras curioseaba, sin mucho interes, entre libros de segunda mano en una librería. El manuscrito estaba entre las hojas de una vieja novela sobre ordenes religiosas de la antigüedad. Al preguntarle al dueño de la tienda sobre la procedencia de la hoja, este, se limitó a contestarle que probablemente esa hoja se hubiese quedado traspapelada hacía años en aquel viejo libro. Según vió el dibujo supo que aquel sería su tatuaje.
Tuvo que insistir mucho para que alguien se atreviese a tatuárselo ya que la complicación del mismo hacía muy difícil que quedara bien una vez tatuado, finalmente lo consiguió y el trabajo fue excelente.
En un principio había curado sin problemas pero hacía poco mas de un mes empezaron los dolores.
Primero eran pinchazos que simplemente le causaban un pequeño malestar, que enseguida achacó al estrés al que estaba sometido debido a la proximidad de los examenes. Pero la última semana se convirtieron en dolores inaguantables que hacían que incluso su temperatura corporal subiese de manera alarmante. Muchas veces le impedían conciliar el sueño y para cuando lo conseguía no lograba descansar. Aquellas malditas pesadillas se repetían en su cabeza una y otra vez.
Sabía que ya no se volvería a dormir y eso implicaba para él no estar descansado para el importante examen que tenía al día siguiente. Así que decidió recostarse en la cama e intentar por lo menos recordar algo de su último sueño, sabía que no había sido nada agradable aun así quería saber que le había despertado.
Como siempre nada, tras estar un buen rato intentando recordar lo único que su mente logró dibujar fueron unos borrosos ojos rojos que lo observaban a través de una especie de niebla sobrenatural, aquellos ojos solo expresaban un sentimiento, un odio infinito.
Nada mas pudo recordar solo aquella mirada grabada que hacía que el mero hecho de recordarla le llenara de un temor indescripcible, hecho totalmente estupido ya que como se repetía una y otra vez simplemente se trataban de estupidas pesadillas motivada por malas jugadas de su propia mente, con esos pensamiento se volvió a tumbar en la cama.
Poco tiempo tadaría en darse cuenta que no se trataban simplemente de estúpidas pesadillas.
Como era costumbre, llegó tarde a la universidad pero no le importó ya que era el último día antes de las vacaciones de verano, quedar con sus amigos y olvidar las pesadillas que noche tras noche le atormentaban. El día transcurrió sin novedad, estaba ansioso por que tocara la campana para poder salir y despejarse, empezaba a sentirse bastante agobiado después de haber hecho el último de los exámenes pero por fin había acabado. Tenía todo un fin de semana por delante para relajarse y no pensar en otra cosa que en disfrutar.
Cuando salió al exterior el sol empezaba a ocultarse por detrás de los edificios, le encantaba ese momento de la tarde era el momento del día mas especial para él, era el momento en que hasta la ciudad descansaba y sus ruidos disminuian hasta convertirse en un leve murmuro apenas audible.
Sin la menor prisa se dirigía hacia casa, este momento le aportaba paz y tranquilidad que el necesitaba.
De repente todo eso cambió, empezó a sentir una sensación rara. Un calor empezó a invadir todo su cuerpo y la espalda le volvía a doler con tal intensidad que no pudo reprimir una mueca de dolor. Sus sentidos se agudizaron de manera espectacular y le pareció que todo a su alrededor se movía mucho más lento de lo normal, como sí sus percepciones de la realidad fueran más rápido que el propio tiempo.
Era como si su cuerpo le quisiera avisar de algo, le aterraba esa sensación se sentía completamente fuera de lugar y totalmente vulnerable. Aunque fue otra cosa lo que realmente le preocupaba al agudizar sus sentidos tuvo la sensación de estar siendo observado, aunque por mas que miraba a su alrededor no consiguió consiguió encontrar a nadie, estaba solo en la calle.
La sensación duró apenas unos segundos, luego todo volvió a la normalidad, el dolor remitió y todo lo que le quedó fue una leve sensación de mareo y desorientación.
<<Necesito dormir>>.- Pensó, y siguió caminado hacia la estación de tren.
Al doblar la esquina, un mercedes negro que aparentemente estaba aparcado salió calle abajo.
Por primera vez en un mes esa noche durmió sin sobresaltos, no hubo ojos que le despertaran en mitad de la noche.
La pesadilla que tantas noches le había quitado el sueño, desapareció como si nunca hubiese existido, eso le extrañó bastante. Luego pensando friamente compredió que todo había sido debido al estrés que le causaban tener los exámenes del cuatrimestral tan cerca y una vez acabados podía volver a dormir y relajarse.
Al levantarse comprobó que se encontraba totalmente descansado y su humor había mejorado considerablemente. Lamentablemente lo que no remitió fue el dolor de la espalda pero había llegado un momento en que se había acostumbrado a él, así que decidió que eso no le arruinaría el día.
Se duchó, saludó a sus padres, salió de su piso a todo correr y sin perder el tiempo fue a llamar a su novia, por primera vez desde hacía mucho tiempo se sintió bien.
Como todos los sábados, cuando Xabier llegó ella todavía estaba en la cama, así que tras despertarla se fue a desayunar. Sabía que tenía unos veinte minutos para desayunar tranquilamente antes de que ella estuviese lista, así que se tomó su café sin prisas mientras leía el periodico.
Le volvió a ocurrir, justamente antes de pagar el desayuno volvió a tener esa sensación, alguien le observaba pero por mas que se giró y miró alrededor no encontró a nadie sospechoso.
La cafetería donde había desayunado daba a un pequeño parque cuadrado con apenas un par de bancos para sentarse y donde a esas horas de la mañana solamente había unos cuantos niños correteando y jugando ruidosamente.
Ninguna persona que resultase fuera de lugar, aquello le frustró notariamente ya que estaba seguro que alguien iba tras él. No sabía porque pero estaba seguro que sus sentidos no estaban equivocados aunque era incapaz de encontrar a su perseguidor.
Pagó y salió en busca de su novia, no sin antes girarse una vez más en busca de su vigilante, mas no encontró a nadie. Se dio la vuelta y tomo dirección a casa de Rakel .
Llevaba con ella algo más de un año y aunque habían tenido sus diferencias Xabier sabía que nadie le comprendía en el mundo como ella, todavía se preguntaba como una chica tan guapa se podía haber fijado en él.
Mientras iba caminado hacia su casa recordó como la había conocido y esbozó una sonrisa, fue en Nochevieja.
Estaba en un bar celebrando con sus amigos la llegada del nuevo año y entonces la vio, no supo nunca como pero reunió todo el valor que tenía en ese momento y se acercó a ella, según empezaron a hablar el joven descubrió que era una de las personas más encantadoras que había conocido. Ambos siguieron charlando durante horas y sin darse cuenta el día se les hecho encima. Cuando aquella mañana se despidieron creyó que nunca mas la volvería a ver pero cual fue su sorpresa cuando recibió un mensaje a su móvil a los pocos días diciendo si quería quedar con ella para tomar algo y así empezó todo.
De un metro setenta Rakel era verdaderamente una belleza, aquellos grandes ojos verdes te penetraban hasta lo mas profundo de tu corazón y pocas veces dejaban a uno indiferente, Xabier lo sabía muy bien. Su cara redondeada y nariz de botón le daban un aire a niña buena que sabía explotarlo a la perfección cuando lo necesitaba, pero sin duda su carácter era lo que mas llamaba la atención.
Por un lado podía ser la joven mas compresiva del mundo, siempre dispuesta a ayudar y ha hechar una mano cuando el la necesitaba, se convertía en la peor de las enemigas cuando alguien conseguía sacarla de quicio. Cuando sus mofletes se enrojecían y se hinchaban, era mejor estar a una distancia de ella, de lo contrario podrías acabar inmerso en mitad de la tormenta y Xabier había aprendido que aquello era verdaderamente peligroso.
Por lo que Rakel no era solo una chica guapa sino que ademas tenía un marcado carácter, para bien o para mal.
Sumido en sus recuerdos no se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde, sus sentidos se volvieron a agudizar por segunda vez en pocos minutos y le sobrevino el mareo.
Miró alrededor buscando el causante de esas raras sensaciones, y esta vez consiguió verle.
Sabia que le observaban, que no era ninguna paranoia suya, una sombra se movía rápidamente entre los árboles cercanos. No quería perder el tiempo y sobreponiéndose a los mareos se dispuso a correr tras la sombra sin pararse siquiera a pensar como demonios alguien había conseguido trepar hasta la copa de aquel arbol y conseguía moverse con tanta rapidez. Una mano le impidió hechar a correr, era Rakel
-¿Qué estás haciendo?- Le preguntó con cara de sorprendida, al verle tan tenso.
- Nada, no te preocupes es que hoy no he dormido muy bien, es sólo eso.
- Chico cada día eres mas raro.- Le contesto la joven esbozando una sonrisa
La besó y se alejaron de allí aunque mantuvo la vista fija en el el sitio donde hacía unos instantes había visto la sombra. Había perdido la oportunidad de saber que estaba ocurriendo.
Pasó todo el día con ella, fueron a comer juntos y después tomaron un café y hablaron durante horas, era otra cosa que le encantaba. Con ella se podía hablar sobre cualquier tema sin que temer una crítica por parte de ella simplemente se limitaba a dar su opinión sobre el mismo sin realizar juicio alguno sobre las ideas de los demas, era una gran tertuliana y las horas pasaban a su lado como si de minutos se tratara.
Cada vez que la miraba le parecía más hermosa, se acababa de teñir el pelo de negro y le daba un toque muy provocador.
Eran las ocho de la tarde cuando dejó a su novia con sus amigas se despidió de ella con un beso y se dirigió donde había quedado. Un par de amigos le recogerían para ir a tomar algo, hacía mas de un mes que no salía con sus amigos y tenía ganas de desconectar por completo, celebrar que se hubiesen acabado los examenes y sus amigos eran unos expertos en eso.
Mientras esperaba a sus amigos Xabier se encendió un cigarrillo y empezó a pensar en las pesadillas, en las sombras que veía y si todo ello tenía alguna relación, era algo que escapaba a su comprensión.
Él era un chaval normal, no había destacado en nada ni tenia ningún don especial, no entendía por que le andaban buscando precisamente a él. De repente, un claxon lo sacó de sus pensamientos, cuando levantó los ojos estaban allí sus amigos esperándole, tiró el cigarrillo y montó en el coche.
La noche transcurrió tranquila dentro de lo que cabe, lo que iban a ser un par de copas acabaron siendo media docena. Inconscientemente eso era lo que buscaba Xabier ahogar todas sus preocupaciones en alcohol. Durante poco más de tres horas se olvidó de todo, de los sueños, los ojos o de las sombras que le acechaban, el alcohol narcotizó todos sus problemas, incluso los dolores parecieron desaparecer pero nada mas lejos de la realidad, aquello fue el principio del caos.
Lo siguiente que ocurrió nunca logró recordarlo de todo, charlaba distendidamente con un amigo cuando de forma casual la mirada se le desvió hacia una mujer, ella tenía clavado sus enormes ojos en él. La miró y pudo dejar de observarla.
Era muy hermosa, su figura era perfecta, sus curvas quedaban resaltadas gracias a un vestido que no las escondía sino que las resaltaban de manera exagerada de forma provocativa. Un cabello rubio caía en cascada por los hombros hasta mas debajo de la cintura pero fue sin duda sus ojos lo que de verdad le cautivo. Eran increíbles, negros, enormes y los tenia clavados en él, ella le estaba buscando y le había encontrado.
Cuando Xabier fijó su vista en ellos notó como si se hundiera en un vacío, esa era una sensación que no era nueva para él. Sintió que la había vivido antes y sabia donde, en sus sueños pero lo que de verdad le preocupó fue que una extraña sensación le volvió a avisar, sus sentidos se pusieron alerta.
Todas estas señales de alarma hicieron que tras mucho esfuerzo consiguiera deshacerse de la hipnotica mirada de la mujer, se dio cuenta de que alli corria peligro y que debía marcharse cuanto antes.
Se despidió de sus amigos y éstos se preocuparon por él al verle tan nervioso pero Xabier se deshizo de ellos contestandoles que no se encontraba bien y que había bebido demasiado, sin nada más que una precipitada despedida salió corriendo del bar.
Sabia que tenía que ir lo mas lejos posible de esos ojos, de esa mirada, corrió y corrió hasta que no pudo más y tuvo que descansar. Cuando miró alrededor, descubrió que aunque había estado muchas veces en aquella zona de la ciudad no conocía el barrio donde se encontraba, se había perdido.
En un principio se preocupó pero poco a poco dejó de importarle, lo que realmente necesitaba era descansar, olvidarse de esos ojos. Al llegara a casa todo se vería de distinta manera, o eso creía, además el exceso de alcohol podía hacerle exagerar las cosas. Seguro que la muchacha solo se había fijado en él por casualidad. Cuando al fin había conseguido recuperar el aliento y centrar su cabeza para que volviese a funcionar de manera racional, una voz femenina sonó a su espalda.
- ¿Tan mala te resultaba mi compañía que te has marchado sin ni siquiera despedirte?- le dijo con una voz que, aunque intentaba disimular dulzura, se podía apreciar que estaba llena de odio y maldad.
Deseaba que no fuese verdad, sabía de sobra de quién era esa voz aunque jamás la había oído. Se giró y allí estaba ella, con el mismo vestido, el mismo pelo, la misma mirada penetrante, hipnótica.
Entonces había sido ella, ella era la que le había estado persiguiendo, la que le acechaba incluso en sueños, solo había una cosa que no concordaba, esos ojos aunque similares a los de sus sueños eran negros no rojos.
-¿Quién demonios eres tú?- Le preguntó, armándose de valor mirándole a los ojos.
- Tu peor pesadilla.- Esa fue su única contestación, esbozando una cruel sonrisa.
Lo siguiente sucedió en poco más de un par de segundos, ese tiempo fue el que tardó la extraña chica en recorrer los veinte metros que separaban a ambos y colocarse a escasos centímetros de la cara de Xabier.
Le pareció que el tiempo se detenía por un instante, sus sentidos le volvieron a avisar, aunque esta vez el peligro estaba ya demasiado cerca como para poder esquivarlo. Su perfume penetró por sus fosas nasales, narcotizándole. Era excesivamente dulce, era el olor de la sangre.
Un intenso dolor le hizo volver a la realidad, le había golpeado en la boca del estomago con tal violencia que notó como se despegaba del suelo.
Entre el dolor y la sorpresa al ver que una chica con una complexión como la que se encontraba frente sí pudiese propinarle tal golpe, intento mantener el equilibrio pero finalmente sus piernas le fallaron y cayó de rodillas. Sin apenas tiempo para recuperarse del tremendo golpe, notó como una mano le agarraba el cuello y lo levantaba del suelo sin la menor dificultad.
En esos momentos Xabier no entendía nada, sólo sabía que estaba sintiendo la muerte muy de cerca y que no podría hacer nada por evitarla. Le quedaba la impotencia de mirar a los ojos de su asesino, a esos ojos negros que vistos de cerca carecían de pupilas, tan similares a los de sus sueños.
Notó cómo aquella mano apretaba más y cómo sus pulmones se quedaban sin oxígeno, su vista estaba fallando y ya no tenía fuerzas para intentar deshacerse de aquella fiera, poco a poco dejó de forcejear y viendo que aquel sería su final se dejó morir.
Fue justo en ese momento estando inmerso en esos ojos y apunto de perder el sentido a causa de la falta de aire, cuando la presión de la mano disminuyó de manera brusca, Xabier cayó al suelo totalmente desorientado. Tardó unos segundos en recuperarse, cuando finalmente logró ponerse de pie, pudo ver quién o qué le había salvado la vida.
Aún sin haber recuperado la vista completamente pudo distinguir una figura totalmente vestida de negro donde segundos antes se había encontrado la mujer.
Intentó fijarse en su rostro pero una capucha y las sombras de la zona hacía su trabajo perfectamente y lo mantenía perfectamente oculto. Pero un detalle que aquella capa no podía tapar era ni el tamaño ni la magnifica costitución de la persona que le acababa de salvar la vida.
Viendo que no iba a conseguir distinguir gran cosa de quien esperaba, sería su salvador, se centró en la que hacía menos de un minuto había intentado acabar con su vida, su sorpresa fue mayuscula. Esa mujer que antes le había parecido tan innatural, carente de sentimientos ahora no lo era, ahora su rostro reflejaba miedo, un miedo aterrador ante el ser que se encontraba frente a Xabier.
- Mi señor estará muy complacido cuando le lleve tu cabeza.- Aunque quería disimular el terror no era capaz de esconderlo.
La otra figura ni se molestó en contestarla, al sentir esa falta de respeto la mujer montó en cólera y atacó. El ataque fue tan veloz como el anterior y por segunda vez Xabier fue incapaz de seguir el movimiento. Aunque no lo suficiente como para sorprender a su nuevo enemigo.
Este la esperó y realizando un giro completo sobre si mismo evitó sin mayor dificultad el ataque, haciendo que la mujer cerrara sus manos en el aire sin encontrar a su presa. El encapuchado no perdió el tiempo y viendola vulnerable descargó su codo con una violencia sobrehumana sobre la nuca su enemiga, que aun no había conseguido parar su carrera. Esta perdió el equilibrio debido al violento impacto y cayó a los pies del encapuchado totalmente vencida.
Cualquier ser humano hubiese sucumbido ante un impacto así pero la mujer se levantó casi instantáneamente y pegó un salto de varios metros para alejarse de su agresor.
- Veo que no seras tan facil de vencer como pensé.- Habló la mujer ya sin esconder su miedo.
Por segunda vez el encapuchado hizo oidos sordos a las palabras de la cada vez mas aterrorizada mujer y tras darle un segundo de descanso fue el que atacó esta vez.
Atacó en zig-zag de izquierda a derecha y Xabier apenas podía ver al atacante, pero justamente cuando creía que no vería gran cosa sus sentidos se volvieron a poner en funcionamiento y el tiempo se relentizó haciendole ver mejor lo que a pocos metros de él ocurría.
La mujer lanzó sus garras buscando parar la peligrosa carga del encapuchado pero este la esquivó sin mayor problema agachándose en el último momento, ahora ya no quedaba defensa alguna entre el atacante y su victima o eso pensó Xabier.
Unos reflejos y una rapidez sacados del propio miedo a la muerte hicieron que la mujer lanzara otro ataque. Esta vez con la otra mano, de izquierda a derecha buscando perforar el cuello del atacante.
Este hecho pareció pillar por sorpresa al encapuchado y hubiese sido mortal si no llega a ser porque en el último momento se lanzase al suelo para rodar sobre si mismo y evitar así el fatal ataque.
Cuando su salvador se levantó estaba a unos tres metros de la mujer, Xabier pudo comprobar que parte de la capa que tapaba su hombro derecho estaba desgarrado. Al mirar la mano izquierda de la mujer y ver sangre en la misma, sus sospechas se confirmaron, había herido a su contrincante.
- Veo que puedes sangrar.- Le dijo mirándose la mano y con un tono de voz mas seguro.- Así que puedes morir.
Por tercera vez él no contesto a sus palabras pero esta vez pareció que entre las sombras de su capucha esbozaba una sonrisa.
Xabier no entedía porque el encapuchado sonreía hasta que el rostro de la mujer se contrajo de dolor.
Instintivamente poso sus manos sobre su pecho, al haberse parado justamente debajo de la luz de una farola Xabier pudo ver con toda claridad el motivo de tal drástico cambio.
Clavado en el pecho y a altura del corazón pudo ver una pequeña empuñadura de lo que presumía ser una daga.
Su asesina, tras emitir un grito tan carente de humanidad que le heló el corazón cayo de rodillas. Intentó en vano arrancar el puñal de su oscuro corazón pero todo esfuerzo fue inútil. Finalmente su cuerpo carente ya de vida se desplomo sobre el frio suelo .
El joven no daba credito a lo que veía. Su salvador no solo había conseguido eludir el ataque de la mujer, sino que se las había ingeniado para herirla mortalmente. Él ni siquiera le había visto sacar el arma, a pesar que gracias a su extraño poder había coseguído relentizar considerablemente el tiempo. Fue su último pensamiento.
Su cuerpo había sido expuesto a demasiadas emociones en tan poco tiempo para poder soportarlo, Xabier perdió el conocimiento.