Menudo paso, Mane, el que me has hecho dar
![Razz :P](./images/smilies/icon_razz.gif)
Y es que tenía bajado el "Ragged glory" de Neil Young & Crazy Horse y fue leer tu mensaje y escucharlo y uffff tremendo pisotón. Glorioso. ¿Y ese disco es del año 90? Qué pasada. Desde el comienzo con la deliciosa "Country Home" (7 minutos eléctricos con unos coros y una voz impresionantes, auténtico country-rock), para seguir ya perdidamente la "línea blanca" hasta llegar al apoteosis con "Farmer John" (increible cómo se te clavan las guitarras mientras te dejas llevar por una voz totalmente fusionada con la música y unos coros... una segunda voz de fondo que da réplica en todo momento al solista... en fin, bestial, alucinante) y ya definitivamente entregados llegar a la "Mansion on the Hill" que al instante se te graba como canción que ya nunca olvidarás y que quizás por eso sientas que ya la has escuchado antes porque no te cansarías nunca de hacerlo, pegadiza a más no poder y otra vez las voces formando un todo, y un sonido global genuinamente eléctrico... demasiado, y eso que aún quedan más canciones para terminar con 10 minutos de "Love and only love" y ¿qué decir de la última? "Mother Earth", sorpresa total, que ese primer minuto se convierta en lo que se convierte luego... magistral es decir poco. Y claro, así se te queda luego esta sonrisa de idiota y vuelves a poner otra vez el disco al instante como acabo de hacer ahora y comienza todo de nuevo.
En fin, que ya estoy bajando el "Live Rust" y no veo la hora de hincarle el diente xD
Y tengo pendiente el "Fire and water" de Free pero me tengo que pelear con los archivos *.mpc y todavía no me he puesto a ello
![Evil or Very Mad :evil:](./images/smilies/icon_evil.gif)
Pero con lo que sigo deleitándome es con el "Stupidity" de Dr. Feelgood
![Very Happy :D](./images/smilies/icon_biggrin.gif)
Y como a Lee Brilleaux lo teníamos pendiente, no me resisto a copiar este increíble artículo que descubrí hace un par de días sobre los "doctores del rock"
-Dr. Feelgood- Diario Granada Hoy. Sección cultura. Notas al margen por J.I Lapido 30/01/2005
No quería que terminara enero sin dedicar un Notas al margen a una banda que en su momento fue crucial para muchos, en particular para mí. Y quería hacerlo ahora porque fue un mes de enero de 1975 cuando Dr. Feelgood editó su primer álbum, el glorioso
Down by the Jetty. Es decir, se cumplen 30 años de la puesta de largo discográfica de la que ha sido denominada por algunos como la mejor banda de R&B de todos los tiempos, con permiso de tantos y tantos. Señoras y señores, con ustedes…
MEDICINA ALTERNATIVA Dr. Feelgood pertenece a esa clase de grupos a los que la historiografía 'oficial' del rock no suele concederles la importancia que en verdad tienen. En realidad, exceptuando el número 1 conseguido con
Stupidity en 1976, nunca estuvieron de moda. Era un grupo que no inventaba nada. Rock básico, viejos blues electrificados y acelerados, los mismos tres acordes de siempre pasados por la turmix: una vuelta a las raíces; por eso mismo significaron un revulsivo para la decadente escena de mediados de los setenta, cuando las grandes estrellas iban de estadio en estadio desgranando letanías teñidas de esoterismo barato y de hotel en hotel haciendo el tedioso numerito de destrozar habitaciones. Ellos eran reales; su sudor era el mismo que el de su público: clase obrera. Antes de que el punk pusiera todo patas arriba ellos dieron una urgente y necesaria llamada de atención al star system del rock:
"Eh, os estáis yendo por las ramas; volved al mundo real". Cuando
Pink Floyd se tiraban un año completo metidos en el estudio intentando acabar
Wish you were here, Dr. Feelgood volvían al sonido monoaural y a la foto en blanco y negro en la portada. Grupos como
Sex Pistols y The Clash vieron en aquella puesta al día de las esencias del rock'n'roll el camino a seguir. Cuando, en 1976, los Feelgood cruzaron el Atlántico y debutaron en el Bottom Line de Nueva York, los
Ramones fueron sus teloneros. Joey Ramone reconoció más tarde la gran influencia que para ellos supuso presenciar en vivo la descarga anfetamínica del cuarteto de Canvey Island.
En España tuvieron gran aceptación y a su rebufo nacieron bandas como
Mermelada, que compartían con ellos la misma pasión por el rock más visceral. En la actualidad se puede apreciar la innegable marca de los Feelgood en bandas como
The Hives o
Mooney Suzuky.
RECUERDOS PERSONALES. Posiblemente sería muy exagerado decir que tres notas cambiaron mi vida, seguro que sí, pero algo tan simple como un repetitivo tresillo ascendente (Mi-Sol-La) que empieza en 4/4 y luego se desdobla en un enloquecido 2/4 puede ayudarte a pasar mejor los inciertos años de la adolescencia. Eso es lo que me pasó a mí cuando escuché
Roxette, la primera canción que
Dr. Feelgood editó en single a finales de 1974, aunque yo la oí por primera vez un par de años después. Esta canción tenía los ingredientes necesarios para convertirse en la invitación perfecta para coger una guitarra e intentar desentrañar sus secretos. A otros muchos esa llamada iniciática les llegó con
Satisfaction de los
Stones o
Smoke on the water de
Deep Purple. Todas esas tonadillas tenían en común una cosa: se trataba de variaciones pentatónicas de tres notas, lo máximo que un guitarrista principiante puede tocar sin cagarla. ¡Perfecto!
Pero mi historia de amor con Dr. Feelgood no cuajó hasta 1977, cuando cayó en mis manos esa obra cumbre del rock en directo que es
Stupidity. Ya no quedó más remedio que levantar los brazos y decir: "Me rindo". Era dinamita pura, yo tenía 16 años y a esa edad se es demasiado voluble como para decir 'no' a una proposición tan tentadora.
La banda de
Lee Brilleaux fue también la primera de origen foráneo que un servidor vio en directo. Fue un 22 de septiembre de 1979 en ¡Antequera! Sí, es cierto, –todavía conservo el panfleto publicitario–: en la plaza de toros de esa localidad malagueña ví en acción por primera vez a Dr. Feelgood, ya con
Gypie Mayo como guitarrista. Un concierto increíble; llegaron los doctores, dijeron 2 + 2= 4 y arrasaron. Eso es el rock'n'roll: no hay que darle más vueltas. Después vi un par de veces más al Doctor en escena, incluso, poco antes de que
Lee Brilleaux muriera, tuve la suerte de compartir escenario con ellos. Todo un honor.
LEE BRILLEAUX. Cantante, armonicista y guitarra slide. Un tipo con pinta de cobrador de deudas de juego. Lo más alejado a una rock star de los 70 que uno pueda imaginar. Nada de lentejuelas ni melenas leonadas. Nada de impostura: un tipo con chaqueta y corbata pasadas de moda, pelo grasiento, un cigarrillo en una mano y una armónica de blues en la otra, voz cazallosa y cara de pocos amigos. Alma mater de la banda, un auténtico trabajador del rock.
WILKO JOHNSON. Guitarrista y compositor. Si tuviera que elegir a mi guitarrista preferido de toda la historia del rock tal vez
Wilko Johnson tendría muchas papeletas para ser el elegido. Está muy vista la siguiente analogía pero es totalmente cierta: en sus manos, la guitarra (Telecaster negra con golpeador rojo) se convierte en un arma; una metralleta con la que barre las cabezas de su público a base de riffs incendiarios. Ya antes de conseguir fama internacional se había hecho de una reputación en el circuito de pubs londinenses; incluso los
Rolling Stones pensaron en él para sustituir a
Mick Taylor cuando éste los dejó plantados en 1975 pero desecharon la idea: "Está demasiado chiflado para los Stones" dicen que comentó
Keith Richards al respecto.
Wilko es un guitarrista singular, influenciado por
Mick Green (guitarrista de
Johnny Kidd & The Pirates), no usa púa y tiene una técnica muy parecida, salvando las distancias, a la de los guitarristas flamencos; es decir: utiliza su dedo pulgar para hacer los bajos golpeando los bordones y con los otros dedos rasga con desenfreno las cuerdas más agudas. Apenas hace solos, pero su endiablada rítmica lo enmarca en la tradición de figuras como
Bo Diddley. En escena es salvaje: saltos, frenéticos paseos, miradas asesinas; doy fe de ello: lo he visto en directo al menos cuatro veces, una de ellas en Londres, a mediados de los ochenta en el famoso Dingwalls de Camdem Town, cuando, para nuestra desgracia, aquella memez de los Nuevos Románticos acaparaba la atención de público y medios. Después de acabar la actuación pensé: "No todo está perdido".
BREVE HISTORIA. Año 1971, Lee Brilleaux, Wilko Johnson, The Big Figure y John Sparks, se dedican a recrear clásicos del R&B por todos los pubs y garitos de mala muerte que tienen a bien contratarlos para solaz de borrachos y gentes de mal vivir. Así siguen hasta que en 1973 el cazatalentos Andrew Lauder los ficha para United Artists. A finales de año, producidos por el providencial y efectivo Vic Maile, editan un single con
Roxette en la cara A y el clásico de Berry
Route 66 en la B. Con esa formación graban la trilogía inicial con la que se fragua la leyenda y con la que obtienen sus mayores éxitos.
Down by the Jetty (75), Malpractice (75) y Stupidity (76), que como hemos señalado antes, alcanzó el número 1 en UK.
En 1977
Wilko deja la banda para formar
Solid Senders y, más tarde, entrar en la formación de
Ian Dury & the Blockheads. Es sustituido por
Gypie Mayo, magnífico guitarrista que grabará álbumes notables como
Private practise, que contenía
Down at the doctor, otro clásico del grupo que subió alto en las listas. En 1981
Johnny Guitar, procedente de
The Bishops, sustituye a Mayo y un año después éste es reemplazado por
Gordon Russell, que junto a Phil Michel, Kevin Morris y el incombustible Brilleaux compondrán esta renovada formación, que graba entre otros el álbum
Mad man blues, producido por el histórico
Mike Vernon (
Fleetwood Mac). A partir de 1989 Steve Walwyn, que viene de acompañar al gran Steve Marriott, ocupa el movedizo puesto de guitarrista. En 1994 muere Lee Brilleaux de cáncer. El grupo, convertido en una especie de franquicia, continúa en activo sin ninguno de sus miembros originales.
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Bueno, ya quedan menos pendientes aunque afortunadamante a la vez vayan surgiendo muchos más. ¿Quién será el próximo?
Saludetes,
"He visto tu cara ardiendo en un lienzo de agua, y me he sumergido en un sueño sin poderte tocar, formando un mosaico de sombras, buscando a ciegas lo que sé que no está."