-RENÉ DESCARTES- (1596-1650)
Se recuerda sobre todo a este francés extraordinario por su invención de la Geometría Analítica. Quién no ha representado alguna vez un punto o una función en un "eje cartesiano", logrando así una mayor comprensión de la interacción de dos variables(como podrían ser el espacio-tiempo). Hay quien dice que su logro más notable fue la reducción de la Naturaleza a leyes matemáticas:
"Consideraría que no sé nada de Física si tan sólo fuese capaz de expresar cómo deben ser las cosas, pero fuese incapaz de demostrar que no pueden ser de otra manera. No obstante, habiendo logrado reducir la Física a las Matemáticas, la demostración es entonces posible, y pienso que puedo realizarla con el reducido alcance de mi conocimiento." René Descartes.
Con estas palabras, René Descartes contraponía la "idea clara y fundamental" de que el mundo físico no es más que un puro mecanismo a
las "formas" y las "cualidades" de la Física Aristotélica, que habían resultado ser un callejón sin salida. En Geometría Analítica, Descartes creó una técnica que le permitía expresar las leyes de la Mecánica , que constituían las leyes últimas de la Naturaleza, mediante ecuaciones algebraicas.
Y entonces propuso el programa ideal de toda ciencia teórica: construir, con un mínimo número de principios, un sistema que diese razón de todos los hechos conocidos y que permitiese descubrir hechos nuevos. Toda la Física Teórica subsiguiente se ha planteado como objetivo la consecución de este ideal. Podemos afirmar que, en el siglo XVII, Blaise Pascal e Isaac Newton lograron llevar a cabo el programa cartesiano, que consiste en ofrecer la explicación del mundo físico en función de su mecanismo.
No sólo ponía de manifiesto las limitaciones de la Filosofía de los antiguos , sino que, "
en su lugar, ofrece causas comprensibles de todo lo que existe en la Naturaleza". Como suele ocurrir con frecuencia con las teorías revolucionarias, el legado de Descartes no fue sólo un logro, sino también una profecía y una visión.
Pero, el propio Descartes se vio obligado a reconocer que
su ideal matemático de la ciencia, puramente deductivo, había fracasado ante las complejidades de la Naturaleza y los enigmas de la materia. Este fracaso era especialmente evidente en Fisiología, el campo en el que se había aventurado con mayor osadía. No obstante, de su fracaso y compromiso Descartes extrajo otra contribución para el pensamiento científico, en muchos aspectos tanto o más importante que el propio programa teórico.
A raíz de éstos estudios sobre fisiología llegamos a el mejor legado de Descartes:
La dualidad entre mente y cuerpo:
La primera de sus obras relacionadas con la dualidad fué
De homine, terminada en Holanda sobre 1633, la época de condena de
Galileo. Cuando un buen amigo le escribió sobre el destino sufrido por Galileo a manos de la Inquisición, Descartes escondió inmediatamente su tratado por lo que
el primer extenso tratao sobre psicología fisiológica no fue publicado hasta años después de su muerte.
A pesar de que una amplia discusión acerca de la ruptura metafísica entre la mente y el cuerpo no aparece hasta las Meditationes de Descartes, su De homine esboza estas opiniones y provee la primera explicación del interaccionismo mente/cuerpo, la cual produjo una fuerte reacción de respuesta en los pensadores posteriores. Según la concepción de Descartes, el alma racional, una entidad distinta del cuerpo y puesta en contacto con el mismo por la glándula pineal, puede o no puede darse cuenta de las emanaciones diferenciales que los espíritus animales traían a su alrededor a través de la reordenación de los espacios interfibrilares.
Cuando tales percepciones ocurren, sin embargo, el resultado es la sensación consciente -el cuerpo afecta a la mente. A su vez, en la acción voluntaria, el alma puede por sí misma iniciar una emanación diferencial de espíritus animales. La mente, en otras palabras, puede también afectar al cuerpo.
Para Descartes, hay dos sustancias creadas diferentes, el cuerpo y el alma (a la que también denomina 'mente'). La esencia del cuerpo es la extensión; mientras la del alma o mente es el pensamiento. El cuerpo es espacial, el alma no tiene extensión. El cuerpo es un mecanismo que puede ejecutar muchas acciones sobre sí mismo sin la intervención del alma; el alma es pura sustancia pensante que puede, pero no siempre, regular el cuerpo. Cómo el cuerpo espacial puede afectar o ser afectado por la mente no extensa no puede ser comprendido, para Descartes, ni en términos espaciales ni no espaciales. Está más allá de nuestra capacidad de comprender cómo el cuerpo y la mente están unidos, o, en el mejor de los casos, estamos forzados a regresar a la concepción de sentido común de su mutua interacción. En 1965, Vesey, denominó éste dilema como "punto muerto cartesiano".
El
dualismo sustancial de Descartes tiene importantes consecuencias:
1) Hace posible una explicación mecanicista del Cosmos, independiente por completo de la religión. La regularidad mecánica de los fenómenos naturales hace posible su conocimiento científico.
2) Afirma la total libertad del pensamiento humano, ya que al ser la mente una sustancia totalmente distinta del cuerpo, no está sometida a las leyes mecánicas.
3) Se hacía posible el estudio autónomo de la mente humana, ya que los fenómenos mentales no podían ser explicados como los fenómenos físicos y la introspección es el único acceso posible a los contenidos de la conciencia.
Pero la separación radical entre mente y cuerpo que hacía posible la nueva ciencia introducía un problema de difícil solución: Si alma y cuerpo son dos sustancias enteramente distintas, ¿cómo las afecciones del cuerpo pueden producir las ideas de la mente y cómo las ideas de la mente pueden producir acciones del cuerpo?
El problema de la relación entre la mente y el cuerpo sólo surge en los seres humanos, ya que, según Descartes, la única evidencia de que algo tiene mente es la posesión de lenguaje, por lo que ni los animales ni las máquinas tienen mente.
El problema de las relación entre la mente y el cuerpo que surge del planteamiento cartesiano fue objeto de discusión durante los siglos siguientes y dista aún hoy de estar resuelto. Para resolver este problema, Descartes propuso la existencia de un punto en el cerebro humano (la glándula pineal, que Descartes consideraba erróneamente que sólo se encontraba en los seres humanos) donde se establecería esta comunicación. Pero esta solución era totalmente inaceptable ya que suponía la afirmación de una sustancia que sería pensante y extensa a la vez lo que era contradictorio con la propia definición cartesiana de la sustancia.
Algunos filósofos racionalistas trataron de resolver el problema que presentaba el dualismo mente-cuerpo, manteniendo la noción de sustancia de Descartes: los fenómenos físicos y los fenómenos mentales son totalmente diferentes, pero ni los procesos psíquicos causan los físicos ni viceversa, aunque hay una correspondencia estricta entre unos y otros. Los principales intentos de solución a este problema fueron los siguientes:
1) El ocasionalismo de
Malebranche: Cada vez que se produce un movimiento en el alma, Dios interviene para producir el correspondiente movimiento en el cuerpo, y viceversa.
2) El monismo de
Spinoza: Extensión y pensamiento no son propiamente sustancias sino dos de los atributos de una única sustancia infinita: Dios o Naturaleza. Las ideas y las cosas serían modos de esa sustancia y se corresponderían estrictamente como las dos caras de una misma realidad.
3) La armonía preestablecida de
Leibniz:
En el momento de la creación, Dios ha establecido una perfecta armonía entre las dos sustancias, como si se tratara de dos relojes perfectamente sincronizados que dan la misma hora.
El dualismo sustancial de Descartes fue puesto en cuestión por una serie de filósofos posteriores, llegando estas disconformidades hasta nuestros días. De todas las teorías lanzadas, (empirismo, positivismo, evolución, etc), quizás
Freud fue quien logró poner en cuestión la identidad de la mente con la conciencia al afirmar la existencia de pensamientos y sentimientos inconscientes que actúan sobre la conducta.
Según el psicoanálisis, la vida psíquica del individuo está dominada por tres instancias distintas:
a) el
Ello: masa de impulsos sexuales y agresivos, dominadas por el principio de placer (egoísta, acrítico e irracional), al margen de las normas sociales y totalmente inconsciente. Aquí influye directamente el cuerpo.
b) el
Yo: Trata de satisfacer las necesidades instintivas pero adaptándose a las normas sociales, por lo que reprime los impulsos del Ello y los canaliza de modo socialmente aceptable. Sólo una pequeña parte del Yo es consciente, siendo en su mayor parte inconsciente. Punto de fusión entre cuerpo-mente.
c) el
Super-Yo: Se forma en el proceso de socialización a través del cual el individuo interioriza una serie de prohibiciones para la satisfacción de las tendencias instintivas y una imagen ideal a la que debe ajustarse su comportamiento. Constituye, pues, la conciencia moral, que controla las actividades del yo y crea un sentimiento de culpabilidad cuando sus exigencias no son atendidas. Es parcialmente inconsciente. estaríamos hablando de la mente.
El Yo se encuentra, pues como instancia mediadora entre el Ello, el Super-Yo y el mundo exterior tratando de conciliar las exigencias de todos ellos.
Estos descubrimientos ponen de manifiesto ante todo lo mucho que queda por conocer en torno al cerebro humano, pero han sido suficientes para replantear el problema clásico de la relación entre el cuerpo y la mente o alma en términos de la relación entre el cerebro, en cuanto centro que recibe los estímulos del medio, los integra con la experiencia acumulada y diversas estructuras, produciendo las respuestas correspondientes, y la mente, como conjunto de los procesos de recepción y procesamiento de información y de la ejecución o inhibición de las respuestas.
La estructura del problema, sin embargo, sigue siendo básicamente la misma:
¿Son los procesos mentales distintos o idénticos a los procesos cerebrales? Si son idénticos, ¿cómo los procesos cerebrales producen los procesos mentales? Si mente y cerebro son realidades distintas, ¿cómo interactuan entre sí?
Se desarrollan a partir de entonces todo un cúmulo de teorías: el monismo, el conductismo, la identidad mente-cuerpo, meterialismo eliminativo, dualismo neurofisiológico, funcionalismo, emergentismo, etc, etc.
Sin duda René Descartes abrió la caja de pandora cuando proclamó
" de una parte no somos, pero tampoco de muchas, o quizás si, pero dos partes definen al hombre como tal. Dos partes imbrincadas y relacionadas entre sí que dan paso a una naturaleza compleja y digna de estudio"
(Información recopilada del "Tratado sobre mente y cuerpo: de Descartes a nuestros días" de Robert H. Wozniak)
Dejo aparte un enlace donde se pueden encontrar un par de juegos para probar los conocimentos sobre la amplía filosofía de Descartes recomendado el juego 2, tipo ahorcado):
http://www.cibernous.com/autores/descartes/