Ya está. Ya nos hemos cargado al tío Abel.
Se veía venir desde el principio. Mis principales quejas son para la directiva y, especialmente, para el molón de Suso García Pitarch, que cobrará una pasta por no haber fichado a nadie y encima sólo le escucho declaraciones echando balones fuera, y dando a entender que él pasaba por ahí. Cómo se puede tener la poca vergüenza de argumentar que no se ficha porque no hay dinero para fichar lo que se quiere. Claro, a Kaka o a Terry también los sé fichar yo. De lo que se trata es de que haga un modelo al estilo del Sevilla, en el que una gran Secretaría deportiva ficha por cuatro duros a fulanos que no conocen ni en su casa, y luego encima los venden y sacan el doble. Pero como aquí ya todo el mundo está acostumbrado al esperpento, pues que siga el espectáculo.
Y desde luego, Abel, no ha sido un entrenador muy imaginativo. Su única propuesta aparente ha sido la de adelantar la defensa y poner a Ujfalusi de lateral, con el resultado que tenemos. A todos nos gusta el fútbol de ataque y presionante, pero si no tienes jugadores capacitados para ello, no te la fumes, copón.
Y ahora viene Quique. No es el fútbol que me gusta, pero creo que en la situación en la que está el equipo puede ser efectivo. Organización, trabajo táctico, rigor defensivo, y arriba los buenos que se las apañen.
A ver qué sale del circo éste...