A mí sin embargo la primera hora me parece brillante, y esa espera tensa de la eclosión a la que haces referencia me resulta motivadora.
Si por algo no considero gratuita ninguna provocación es porque veo
Anticristo como la película más personal de von Trier, la más profunda y onírica, donde por fuerza han de convivir esos elementos y símbolos pesadillescos: esos animales, esas bestias, esas mutilaciones (surrealismo, la escena del ojo de
Un perro andaluz)...
Ulo wrote:Además, creo que no acaba de explicar bien la locura de la protagonista... Simplemente la semilla del mal está en la mujer?
Tapo para no destripar nada:
A mí modo de ver la película propone dos enfrentamientos simultáneos: el del sexo femenino contra el masculino (mujer contra hombre) y el de la naturaleza racional frente a la irracional (humano frente al bosque, animales, miedos...). Lo que no entiendo es cuál de los dos enfrentamientos cobra más importancia, si es que ha de hacerlo uno de ellos. En cualquier caso, y por seguir con tu cita, no creo que von Trier se quede en lo que afirmas. La historia está contada desde una visión claramente masculina, casi misógina, que partiendo de la Inquisición sitúa a la mujer como culpable de los males y distracciones del hombre. Fíjate que la mujer es en todo momento un personaje irracional, salvaje, que sólo sabe calmar su nervio mediante el sexo y otros instintos primarios como la violencia. Aparece la idea de la culpa ligada al sentimiento de suciedad (luego deriva en la famosa escena de la mutilación del órgano del placer), idea con la que irremediablemente ha de cargar la madre, ya que es quien podía haber evitado la muerte del hijo, y sin embargo mientras estaba follando. Pero lo más terrible de todo es que la mujer, lejos de rechazar estas convenciones y rebelarse, asume todas las responsabilidades como propias e irreversibles, y carga con esa idea freudiana a sus espaldas. En fin, que lejos de presentar al sexo femenino como culpable, más bien aparece como víctima. Y víctima, sobre todo, de la propia mujer, que casi nace predispuesta a ser mujer, y por tanto enemiga.