![Wink :wink:](./images/smilies/icon_wink.gif)
XL–Blanca palidez
Vive de prestado porque todo lo limita a una dosis de blanca palidez.
Sus venas son espejos transparentes de esperanzas destruidas en coladores sin final, y en sus ojos la luz brilla ausente de sombras buscando la salida de un túnel construido sobre nubes de algodón.
Hace tiempo que la soledad le acompaña y él se esconde en el interior de su infierno personal reflejando una blanca palidez.
Todo tiene un precio en su consumo salvo la perdida libertad de sus acciones. Por eso, ausente de estímulos vitales, el mañana se presenta en su cerebro como un nuevo viaje sin retorno a un mundo donde la paz es el sacrificio inundado por una blanca palidez.
¿Qué hay detrás de sus ojos? ¿Qué esconde el tatuaje de su piel? ¿Qué demonios pueblan sus ocultas pesadillas?
Todo se condensa en una dosis de blanca palidez.
+
XLI–Escudero del olvido
Siempre permanece alerta protegiendo a la memoria de la inevitable erosión causada por el tiempo. Para ello intercala experiencias no vividas con sucesos aleatorios del destino mezclando la fantasía con el recuerdo en un monólogo intranscendente por su propia inercia invariable. Más allá de los nombres y las fechas, el escudero del olvido protege con especial celosía la desordenada cadena de sucesos que le condenaron a formar parte del batallón de la ignorancia. Su guerra, entre neuronas que se extinguen y el lento aprendizaje hacia la nada, está perdida de antemano porque no es posible controlar su dinamismo y su sumisión se basa simplemente en resistir el mayor tiempo posible como escudero del olvido en la telaraña del presente.
Cuando todo concluya y se apague definitivamente la luz de su memoria, entonces el escudero del olvido renacerá de nuevo en otro cuerpo cuya sombra proyecte la extinguida irrealidad. Mientras tanto el incorrupto guardián de fracasos y de ausencias permanece inamovible sorteando las amenazas y emboscadas de un futuro adulterado mientras su lanza reluce en el vacío.
+
XLII–El jardín prohibido
Detrás de la valla se entrelazan rosales sin espinas, amapolas azules, margaritas deshojadas, claveles noctámbulos, laberínticos jazmines, madreselvas enjauladas...
Detrás de la valla juegan inocentes unicornios, pegasos soñadores, altruistas aves fénix, pacíficos dragones, murciélagos brillantes...
Detrás de la valla el hombre, destructor natural de la belleza, aún no existe.
Detrás de la valla.
En mis sueños.
+