No se si te he entendido mal.Wolfmoon wrote:Yo no estoy del todo de acuerdo con ninguno de los dos.
Para mi la pena de muerte es algo injustificable, y no me parece que se deba aplicar a nadie, pero no porque una persona pueda cambiar o no, sino porque creo que nadie tiene derecho a decidir quitarle la vida a otra persona.
Y a mi me da igual que una persona haya matado a alguien y luego sea como un corderito y cambie, no mira, hay cosas que se pueden perdonar, pero cuando asesinas a una persona (por ejemplo) asumes las consecuencias, pero estoy completamente en contra de que esas consecuencias sean la pena de muerte. Aunque si estoy a favor de la cadena perpetua, alguien que comete un asesinato no debe estar en libertad.
Por ahi abajo decia Nany que no entendia la incongruencia de criticar a USA y defender, despues, la pena de muerte.
Pues yo no entiendo la incongruencia de criticar la pena de muerte, y defender despues un argumento como es el de no perdonar. Creo que el soistema penal norteamericano(el mismo que legitima la pena de muerte) en una de sus caracteristicas impide la readmision de los delincuentes en la sociedad, es decir, este sistema impide a los presos poder nunca mas volver a ser admitidos en la sociedad. Se les marca como asesinos, y esto les impide encontrar un trabajo o rehacer su vida.
Todos los delitos tienen una base y un porque, unas veces seria una psicopatologia que debe ser tratada, en otras ocasiones sera un detemerinado comportamiento o un cumulo de circusntancias, pero igual que nadie es quien para quitar la vida, nadie es quien para no perdonar una determinada conducta. Debemos pagar por los erroes que cometemos, es cierto. Pero debemos tambien ser perdonados y poder redimirnos de ellos, como seres humanos que somos.
La pena de muerte es un sistema anacronico, y como tal sera desterrado de nuestra vida, lo verdaderamente preocupanete es impidir que alguien que ha cometido un asesinato tras cumplir su condena, no pueda desempeñarse como un ciudadano mas en su vida y negarle la prosibilidad de cambiar sus circunstancias, causa ultima de su delito.